Jonathan Perel estrena mañana en el Teatro San Martín su nuevo documental "Camuflaje", sobre Campo de Mayo como Centro Clandestino de Detención durante la última dictadura cívico-militar y su resignificación en la actualidad, en una propuesta que forma parte de un cine que busca trasladarle la construcción de sentido al espectador.
"Hay documentales que vienen a proponer otro tipo de espectador, más activo, que busca darle sentido a la película. Lo interesante de estos nuevos documentales es esa responsabilidad de construcción de memoria, transferida al espectador", dijo Perel a Télam, y ubica en "Los rubios" (Albertina Carri, 2003) la ruptura con el documental clásico, que solo transmite información.
"Camuflaje" nace de una idea del escritor Félix Bruzzone, hijo de desaparecidos, quien en 2019 publicó su novela "Campo de Mayo". Tras idas, vueltas y algunos años, retomaron el contacto para darle rienda suelta a esta película que marca un antes y un después en la filmografía de Perel. En sus películas anteriores (que podrán versen en el marco de una retrospectiva entre el jueves 23 y el miércoles 29 de marzo en el Teatro San Martín), el director prescinde de la voz, mientras que aquí, las entrevistas y los diálogos son el motor del filme.
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"Esto encierra un malentendido entre Félix y yo, porque cuando él me acerca esta idea, se imaginaba una película como las anteriores. Muy observacional, con un corredor dando vueltas a Campo de Mayo. Yo no recuerdo si eso me lo dijo, porque surgió con la película estrenada. Yo había leído lo que sería su novela y me habían interesado todos los personajes y quería una película fiel a su literatura, con personajes que cada vez son más delirantes e inverosímiles", explicó Perel.
El papel del corredor lo interpreta el propio Bruzzone, quien desde afuera circunda Campo de Mayo y el bosque que lo rodea. Entre la arboleda y los arroyos van apareciendo personajes que cuentan los secretos (a veces ridículos) que guardan el follaje y los militares.
En la primera escena, aparece Bruzzone charlando con su tía sobre el geriátrico que hay dentro de Campo de Mayo y la decisión de llevar a la abuela del escritor a vivir allí. Las condiciones son buenas, pero estaría conviviendo con represores y hasta gente vinculada con la desaparición de su madre.
"Arranca desde un documental y a medida que avanza, se va convirtiendo en algo poco creíble, acercándose a la ficción. Yo creo que ese elemento observacional persiste en la película, cuando Félix corre. Las tomas de Félix corriendo son de varios minutos, lo cual en el cine es muy extenso. Ahí aparece este registro documental que yo venía trabajando. Pero a mí, lo que me interesa es que cuando el tiempo se hace sensible es el momento donde el espectador puede participar construyendo sentido junto la película", aclaró el realizador.
Télam: Luego de tantos documentales sobre la dictadura, ¿qué creés que se puede aportar? ¿Cómo pensaste tu punto de vista?
Jonathan Perel: Cuando uno piensa que hubo "tantos documentales", piensa en un documental más clásico, narrativo, con una pretensión de transmitir la información. Cuando las películas son tan clásicas y hay cantidad, pareciera que hay demasiadas. Pero este tipo de películas buscan que el espectador salga de la sala dispuesto a transformar el mundo. Si nosotros hacemos películas es para reconfigurar el mundo, que es una construcción simbólica. Así que, si tengo que resumir mi punto de vista es: "No hacer el trabajo por el espectador, sino que la película sea una herramienta".
T: Desde lo narrativo, ¿qué le viste al bosque que circunda Campo de Mayo como para que sea el protagonista de la película?
JP: Yo vengo filmando desde hace tiempo en lugares que fueron centros clandestinos de detención y tortura y mi pregunta siempre fue cómo hacer que estos espacios hablen. De ahí mi interés de entrar a Campo de Mayo y que desde el presente nos diga algo sobre el pasado. Son lugares habitados por fantasmas, como Hamlet en la explanada del castillo... esa espera para que los fantasmas aparezcan y cuando lo hacen, nos miran a los ojos pidiendo venganza.
Con información de Télam