Como nuevo director artístico de la AM 990, Claudio Villarruel ofreció en entrevista con Télam su óptica sobre el estado actual del periodismo, de los medios de comunicación en general y de la radio en particular en un marco de profundas transformaciones digitales.
Télam: ¿Considera que las nuevas tecnologías de la comunicación afectaron el consumo de radio o la potenciaron? La radio, como medio masivo, ¿está en vías de extinción o de renovación?
Claudio Villarruel: El mundo digital en el que estamos inmersos nos ofrece una enorme cantidad de posibilidades para entretenernos, informarnos y desinformarnos. Somos ciudadanos bombardeados por una cantidad de contenidos audiovisuales imposibles de asimilar. La radio no es ajena a ese ecosistema. Hoy, es un medio que tiene mucha más competencia a la hora de captar la atención de todos, pero también es cierto que hay más posibilidades de escucharla: en el viejo transistor a pila, en el auto, en el teléfono, en la compu, por la tele o la web, incluso hasta se pueden escuchar los programas ya emitidos por todos lados. Entre tanto ruido, en una sociedad que es pura imagen, la radio hoy es un maravilloso bálsamo para vivir.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
T: ¿Cómo ve hoy el ejercicio del periodismo en general, y a la radio en particular?
CV: Lo que se puede observar es que, así como la era digital transformó nuestra vida cotidiana, también produjo un profundo cambio en las profesiones en general. Respecto del periodismo creo que, con la aparición de las redes sociales, la importancia de los medios masivos de comunicación sufrió una merma como nunca en su historia. Hoy, los que tienen que informarnos sobre sus actividades -sean relevantes o no- ya no necesitan como antes de los diarios, las radios o los canales de TV. Usan sus propias redes sociales. Esto produjo en el periodismo mainstream un fenómeno particular: algunos periodistas, tomados por la lógica del mercado de la información, fueron paulatinamente creando personajes de ellos mismos, como protagonistas. Así, la vedette dejó de ser la noticia y algunos periodistas ocuparon su lugar.
Con información de Télam