(Por Hugo F. Sánchez). Entre el amor filial y la legítima curiosidad sobre cómo su hijo Ulises, afectado por una alteración genética heredada, transita los siempre conflictivos años de la adolescencia, la actriz Eugenia Alonso debuta en la dirección junto a Josefina Pieres con "Cuando la primavera se escapa, se libera del sueño", que se estrena mañana en el Complejo Gaumont, del barrio porteño de Congreso.
Con la idea que no prosperó de hacer un documental sobre una experiencia colectiva con chicos con alguna discapacidad, Alonso se concentró en reflejar diferentes momentos de la relación con su hijo, que padece el Síndrome X frágil, una alteración genética heredada que produce una discapacidad intelectual.
"Me di cuenta que en realidad lo que más me importaba era contar el crecimiento de mi vínculo con él y esa independencia que van armando los hijos", cuenta la directora en comunicación con Télam.
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"Algo de ese vínculo de pares tiene que ver con también poder ponerme a la altura de sus intereses y poder darle el lugar para que él los pueda desarrollar", describe Alonso sobre el respeto y el espacio que le da a su hijo Ulises, mostrado en un documental que lejos de los golpes bajos, se constituye en un relato luminoso sobre el acompañamiento amoroso en el pasaje a la adultez de su hijo y sobre su propia maternidad.
Télam: Cuáles fueron las razones para realizar un documental sobre tu hijo?
Eugenia Alonso: Mi idea era documentar la experiencia de integración social que realizaba un espacio educativo con un grupo de adolescentes con alguna discapacidad de orden intelectual y emocional, sobre todo del espectro autista, que realizaban viajes alrededor del país, algunos para prepararlos para subir a una montaña o vivir en campamentos alejados de su hogar. Pero mi hijo no quiso viajar conmigo, entonces me di cuenta de que en realidad lo que más me importaba era contar el crecimiento de mi vínculo con él y esa independencia que van armando los hijos, aunque me costaba confiar en que todos tenemos capacidades para independizarnos y para ser autónomos dentro de lo posible. En eso consiste la película, mostrar que todos, con las características que tengamos, tenemos un mundo personal y una evolución hacia la independencia.
T: La película está centrada en Ulises y su vida, pero además aborda el tema de la maternidad y la relación de igual a igual entre ustedes. ¿Cómo fue el recorte a la hora de elegir qué querías contar?
EA: El vínculo es madre e hijo pero no en solitario, porque Ulises se crió en una familia con un papá presente a pesar de que nos separamos. En particular la relación que tenemos entre nosotros es de mucho acompañamiento, pero más que nada a través de lo lúdico, porque a mí me dio siempre mucha curiosidad qué era lo que pasaba con él desde que era chiquito, más allá de los primeros tiempos que fueron no tan placenteros porque saber que tu hijo no empieza a desarrollarse como los demás genera preguntas, angustias e incertidumbres. Pero una vez sobrepasado eso, el acompañamiento en el crecimiento me parece lo más importante y creo que bueno, algo de ese vínculo de pares tiene que ver con también poder ponerme a la altura de sus intereses y poder darle el lugar para que él los pueda desarrollar.
Por mi profesión de actriz me basé en la posibilidad de poner la mirada sobre el otro, cómo filmarlo y retratarlo, también encontré filmaciones de mi papá de cuando mi hijo era chiquito y archivos de audio de Ulises con una amiga cuando era más adolescente y no hablaba con nadie. A partir del encuentro con esas cosas empezó a armarse como un rompecabezas, en donde todo confluía en lo mismo, o sea, confiar en cómo ir armando la mirada sobre el otro. También fue clave estar interpretando a Gertrudis en la obra de "Hamlet" que hice en el Teatro San Martín, en donde el personaje no comprende qué es lo que le pasa a su hijo, que mira a su padre muerto y se hace pasar por loco, para poder descubrir quién lo mató. De esa madre tomé un poco ese aspecto de no saber qué le pasa a su hijo, creo que ese fue también el punto clave que terminó de cerrar el relato.
T:¿Cuáles fueron los límites que te autoimpusiste a la hora de contar una historia tan íntima?
EA: No, no me impuse limites, le pedí permiso a Ulises para poder usar unos audios que digamos, tenían que ver con formas poéticas que él mantenía con una amiga, lo que para mí fue un descubrimiento maravilloso. Me gusta visibilizar lo que para otros podría ser un problema o una vergüenza o un límite, me parece que hay que traspasar esos miedos de que tu hijo es distinto o de que tu hijo no puede lo mismo que los demás, porque siempre hay algo hermoso para contar. No me basé tanto en la discapacidad, sino en el crecimiento y en la independencia de él.
T:¿Crees que la película puede concientizar a la sociedad sobre la relación con personas con alguna discapacidad?
EA: Sí, mi idea es eso, visibilizar algunos aspectos que nos da un poco de pudor o duda, no quiero dar ninguna lección ni bajar ninguna línea, traté de evitar los golpes bajos, tampoco idealizar, lo que hay son procesos de crecimiento y me parece que está bueno mostrar esas experiencias, no sé, a lo mejor como actriz me acostumbré a mostrarme ante el otro. Si todos pudiéramos comprender un poco al de enfrente sería mucho más fácil entre todos llevar adelante algunas dificultades.
Con información de Télam