El vampírico "Morbius" llega para complejizar aún más el universo compartido de Marvel y Sony

31 de marzo, 2022 | 15.46

(Por Victoria Ojam) "Morbius", el nuevo filme protagonizado por el ganador del Oscar Jared Leto en el papel de ese enigmático antihéroe vampírico conocido como uno de los tantos villanos del popular Spider-Man, se estrena hoy en las salas locales con una propuesta que, sin destacarse por su ambición, llega para escalar un paso más en el ya complejo cruce de universos cinematográficos compartidos entre Sony y Marvel Studios.

La encarnación de antagonistas del mundo de los cómics no es nueva para Leto, quien tras recibir el mencionado premio por su brillante trabajo de reparto en "El club de los desahuciados" (2013) se instaló como un codiciado nombre de Hollywood y más tarde fue el Guasón de DC en "Escuadrón suicida" (2016) y "La Liga de la Justicia" (2020).

En esta oportunidad, el también músico de 50 años saltó de editorial para llevar por primera vez a la pantalla al personaje de Michael Morbius, un médico y científico aquejado desde su infancia por una extraña enfermedad sanguínea que lo lleva a obsesionarse con la búsqueda de una cura.

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La versión construida por Matt Sazama y Burk Sharpless (la misma dupla de "Dioses de Egipto") para el cine, agrega a Lucius, también conocido como Milo, el entrañable amigo de origen aristocrático que Morbius conoce durante su estadía en un sanatorio en Grecia y que después, ya en la temprana adultez, se convertiría en el principal mecenas del protagonista para el desarrollo de sus investigaciones.

Creador de un plasma sintético utilizado en los tratamientos de pacientes con complicaciones hemáticas, lo que le vale un Premio Nobel y el reconocimiento mundial, Michael aún así no da con la solución a su propia afección, por lo que decide embarcarse en un experimento para combinar el ADN humano y el de los murciélagos y así obtener de ellos las funciones biológicas que les permiten consumir sangre sin provocarles dificultades en sus propios organismos.

Con la ayuda de su fiel colaboradora y pareja, Martine Bancroft (Adria Arjona), el científico pone en marcha una peligrosa prueba de su idea, que lo obliga a trasladarse a aguas internacionales en un barco carguero, donde será el primer sujeto en inyectarse el milagroso suero que podría curarlo.

Sin embargo, como es de esperar en toda historia de orígenes de héroes y antihéroes, el ensayo transgénico en principio esperanzador tiene graves consecuencias: aunque logra recuperarse de su debilitado estado físico, Morbius también recibe habilidades sobrehumanas típicas de un vampiro, pero ninguna de las tradicionales debilidades relacionadas a la exposición a la luz solar o al agua bendita.

Luchando por controlar su sed de sangre, que cada pocas horas lo convierte en una bestia vampírica con impulsos asesinos incontrolables, el científico intenta mantener alejado de su fallida cura a Milo (encarnado por el carismático actor británico Matt Smith), que cae en una espiral de celos por la aparente prohibición que recibe por parte de su gran amigo para curarse él también.

Como es de suponer, quien alguna vez fue su más cercano confidente se transformará rápidamente en su némesis, arrastrándolo a una extensa lucha urbana en Nueva York que decidirá el destino de ambos metahumanos no sólo entre el bien y el mal sino entre la vida y la muerte.

El resultado que ofrece la cinta de poco más de hora y media de duración, dirigida por Daniel Espinosa ("Protegiendo al enemigo"), oscila entre el ligero entretenimiento y la predictibilidad de un género que a veces peca por su sobreoferta y recicla narrativas ya conocidas.

En ese sentido, "Morbius", que bien podría haber sacado provecho de un personaje no tan reconocido en el mundo del joven arácnido y de los aspectos folclóricos y terroríficos de las criaturas vampíricas, se presenta como un filme que da mucho por sentado y no se deja macerar lo suficiente para comprometer a la audiencia con las tribulaciones de sus personajes.

Así todo, tampoco eran grandes las expectativas que precedían su estreno, siendo la tercera entrega del universo cinematográfico de Spider-Man producido por Sony, que en octubre del año pasado lanzó "Venom: Carnage liberado" con el protagónico de Tom Hardy, un fracaso de taquilla y para la crítica.

De esa manera, la película se suma a un ecosistema del género muy poblado desde hace casi dos décadas por la exitosa fórmula que halló Marvel Studios en su matrimonio con Disney, que dio lugar a la franquicia hasta hace poco encabezada por los Vengadores y que ahora, a pesar de mantenerse en el carril de sus planes, puede quedar progresivamente en jaque por la aparición cada vez mayor de los títulos producidos por Sony, la propietaria de las licencias del Spider-Man y su universo narrativo.

Con información de Télam