La productora Denise Ream, una de las principales responsables de "Elementos", la próxima cinta de Pixar que a través de la relación entre dos aparentemente incompatibles personajes hechos de fuego y agua habla sobre la superación de las diferencias y la búsqueda de la propia identidad más allá de los mandatos de origen, destacó la importancia de trabajar con un equipo multicultural que aportara sintonía entre la confección y el mensaje del proyecto.
"Cuando empezamos a formar el grupo, intencionalmente contratamos a personas para que ocupen posiciones de poder que fueran de primera o segunda generación de familias de inmigrantes en Estados Unidos, y que vinieran de todas partes del mundo. Me parece que eso hizo que la película fuera muchísimo mejor", explicó Ream en diálogo con Télam sobre esta decisión.
Y no se trató de algo azaroso, teniendo como cabeza de la entrega al director Peter Sohn, que como hijo de padres surcoreanos que se instalaron en los 70 en Nueva York, decidió imprimir sus propias vivencias en la ficción con la ayuda de creativos y colegas que empatizaran con su historia y sus sensaciones como un estadounidense de nacimiento criado bajo las expectativas y tradiciones de sus ascendientes.
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"Mientras hacíamos la película aparecía esta cuestión, también muy oportuna en el presente, de ver cómo cambia y estaba cambiando el mundo alrededor nuestro, y pensábamos que podía ser especial, que puede mostrar cuánto tenemos para ganar cuando nos exponemos a otras culturas y personas, y cuán importante es eso", siguió.
Además, Ream, que ya había trabajado con Sohn para otro título de Pixar, "Un gran dinosaurio" (2015), contó que si bien como dupla sabían que querían colaborar otra vez, "él tenía algunas ideas" pero ella "no sabía del todo qué tenía Peter en la cabeza".
"Cuando se le ocurrió esto y me lo contó, lo compré inmediatamente. El núcleo de esta historia es sobre el agradecimiento a nuestros padres y a todas las personas que nos ayudan a llegar a lugar en el que estamos en la vida, y eso me encantó", recordó sobre la génesis de "Elementos".
En tanto, quien también fue productora de la entrañable "Up: Una aventura de altura" (2009) y de la secuela de "Cars" (2011) se refirió al desafío que implicó el filme en términos de animación, un paño que conoce y muy bien tras haber liderado equipos de efectos visuales de películas como "Harry Potter y la piedra filosofal" (2001), "Star Wars - Episodio III: La venganza de los Sith" (2005) y "Misión: Imposible III" (2006), entre otras.
"Desde el principio supimos que iba a ser así, un proyecto de esos que toman mucho tiempo, porque no teníamos la tecnología que necesitábamos. Lo más difícil era crear estos personajes que no se parecen a ninguno de los otros personajes de Pixar, que no tienen la estructura estándar, porque están hechos de gas o de luz. La pregunta era cómo hacer que el fuego resultara atractivo, cómo hacer que el personaje pudiera llorar, por ejemplo, sin que dejara de sentirse como fuego", señaló.
Y en ese sentido, agregó: "Nos apoyamos mucho en colegas muy inteligentes, y tuvimos ayuda de investigación de otras áreas de Disney, fue un viaje increíble. Honestamente es lo que más nos entusiasmó a todos sobre el proyecto, porque no tenés muchas oportunidades de trabajar en algo tan innovador", reconoció Ream.
"En este momento puedo decir que fue una de las películas de Pixar más difíciles de hacer, pero seguramente venga alguna después que pueda asumir también esa etiqueta. Espero que se pueda amoldar a esta suerte de canon de que la gente sienta el corazón, la pasión de la historia, y que pueda conectar, compartiéndola con sus familias o amigos. Todas estas películas son intimidantes, porque están las que te precedieron, y querés hacerles justicia. No decir que lo que hiciste es mejor, pero sí que sea digna de compartir ese espacio", concluyó.
Con información de Télam