El documental "El hombre más fuerte del mundo", dirigido por Fernando Arditi y que tras su estreno en el último Bafici desde anoche se exhibe en el Cine Gaumont y en el Cine Arte Córdoba, sigue la vida de un fisicoculturista de talla baja que vive en Jujuy y busca una revancha tras ser descalificado de los Juegos Paralímpicos en el rubro de levantamiento de pesas porque sus manos no pueden agarrar la totalidad de la barra de pesas.
El largometraje desarrolla una tradicional historia de superación y resiliencia a partir de documentar la actividad de Darío Villarroel, un cuarentón que desde un origen carenciado en Jujuy llegó a la Selección argentina paralímpica.
La propuesta que también integrará la grilla del próximo Festival Audiovisual Bariloche (FAB), repasa los orígenes de Villarroel, cómo llegó a la Selección argentina de pesas paralímpicas y su motivación de resurgir como fisicoculturista, apoyado en testimonios de él, su madre y allegados que lo apuntalaron en sus metas y en la obtención de sus récords.
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Una característica del documental es ser visualmente desafiante a partir de la recurrencia a los extensos planos detalle y secuencias enteramente dedicadas al registro de cómo se preparan los fisicoculturistas a nivel estético para los eventos, con sesiones de depilación total, pintura con rodillos para cubrir todo el cuerpo de un tono bronceado e incontables demostraciones de musculatura para posar en los escenarios que impresionan por los extremos físicos a los que tal actividad lleva al cuerpo.
"Buscaba una idea para un nuevo proyecto con la intención de filmar afuera y tenía la fantasía también de encontrar una película que implique un viaje; una historia que nos permita viajar. Empecé a buscar en diarios de otras provincias y encontré en Jujuy la historia de Darío, que había sido miembro fundador de la Selección argentina de pesas paralímpicas en la única competencia oficial en la que lo dejaban competir, bate un récord mundial y sale campeón en Egipto pero tuvo ese episodio paradójico que me pareció interesante explorar", contó Arditi en diálogo con Télam, quien está a cargo también del guion, montaje y producción del filme de 75 minutos.
El realizador explicó que "el Comité Paralímpico no había dejado participar a Villarruel de los Juegos Paralímpicos por la forma en que toma la barra para levantar el peso de la pesa porque el reglamento dice que hay que rodear con los dedos la barra y para él eso no era posible. Se encontraba el absurdo de que su propia condición lo deja fuera del movimiento que debería incluirlo, que tiene la premisa de que el deporte se tiene que adaptar a las necesidades del deportista".
Consultado por la percepción de que ciertos pasajes del documental puede llegar a entrar en la categoría de cine de explotación, a partir de algunas escenas en las que se registra a Villarroel bailando arriba de un escenario cual fenómeno de circo, actividad que no pareciera tener mucho que ver con sobreponerse a su condición o hacerse un lugar en el mundo fisicoculturista, Arditi contó que en ese tipo de shows, todos los participantes bailan, solo que no quedó en el montaje final.
"Es así el fisicoculturismo, primero hacen las poses reglamentarias y después bailan, no es solamente él, es como la parte como más distintiva del show, no los pongo a los otros. Al acompañar a un fisicoculturista uno ve que hay una recontra preparación y después tienen ese espacio en el donde pasan música. La madre de Darío es bailarina, entonces le hace las coreografías. Él tiene mucha gracia y es un elemento distintivo de cada deportista. La posición ética de la película con el personaje es súper clara", detalló.
"Está destacado porque estar en el escenario es lo que a él le gusta hacer. Es como una evolución de su propio carácter; la idea de poder mostrarse y bailar. Él es súper consciente de su propio origen, es un chico de recursos limitados. No era ese un elemento de circo ni mucho menos; es parte de lo que tiene el show y las competencias de físicoculturismo. La película no subestima al espectador y es muy generosa con el público con lo que ofrece; el mensaje es de mucha esperanza", resaltó.
Con información de Télam