(Por Hernani Natale). Aunque para el invierno de 1983 Los Twist ya contaba con un concepto artístico propio bien definido, un sólido repertorio con un gran número de potenciales hits y una importante relevancia dentro del efervescente circuito under porteño, la mano de Charly García permitió que la banda diera el salto a las grandes ligas del rock argentino para testimoniar como nadie lo había hecho hasta entonces el clima de época.
El gran astro del rock argentino conocía muy bien a Daniel Melingo y a Fabiana Cantilo, a quienes había invitado a participar en 1982 de su disco "Pubis angelical", por lo que no resulta extraño que se haya dado una vuelta para ver en escena al grupo del eran protagonistas junto a Pipo Cipolatti y Gonzo Palacios.
Según el recuerdo de Melingo, Charly vio a Los Twist por primera vez en un show de un domingo al mediodía en el Parque Genovés de la Ciudad Deportiva de La Boca y concretó la idea de producirlos, días después, tras un concierto en el mítico Café Einstein, en donde el grupo era uno de los principales atractivos.
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Gonzo Palacios mencionó a la presentación en el desaparecido reducto de la Avenida Córdoba como el lugar del primer contacto del gran astro del rock argentino con el novedoso grupo.
Si bien es cierto que en esos tiempos Charly había comenzado a producir nuevas bandas que daban cuenta de un cambio de aire dentro del rock argentino, El Gonzo afirmó que "no fue a ver a Los Twist en actitud cazatalentos".
"Fue a ver un show under y performático de unos amigos nuevos, tal vez nada más que porque la corriente de la `rotation´ tiró para ese lado. Se encontró con lo que se encontró y la vio", marcó el saxofonista en diálogo con Télam.
Se trató de una noche en la que hubo una memorable batahola debido a un incidente entre el propio Gonzo y Geniol, el clown punk que solía animar las veladas underground en los '80, que terminó con todos los presentes trenzados en una gran pelea a los golpes, y Charly y Fabiana Cantilo solos en el escenario intentando continuar con el tema que estaban tocando.
"La cuestión es que Charly se puso como loco, le encantó la energía. Además, olió que los temas eran todos éxitos. Así que nos fuimos todos re arengados a la casa de Fabián Couto, nuestro mánager, a hacer la fiesta post-recital, y Charly empezó a decir que iba a producirnos, que había que grabar porque eran todos éxitos", narró El Gonzo.
Y continuó la historia: "Nosotros le decíamos que sí, que estaba bien, pero que al día siguiente, cuando pase la resaca, se iba a olvidar de todo. El tema es que a los pocos días recibimos la llamada para que grabar el fin de semana siguiente".
Aparentemente, Charly contaba con algunas horas extras que le habían sobrado de otra grabación en los estudios Panda, que empleó para que Los Twist tuviera su debut discográfico, con Amilcar Gilabert sentado en la consola y Mario Breuer como asistente.
Fueron las ya legendarias 29 horas y media, repartidas en tres días, en las que Charly le pidió al grupo que tocara como si fuera un show en vivo y apenas realizó algunas sobregrabaciones puntuales para doblar voces o algún retoque.
"Fue el tiempo y forma exacto para plasmar ese diamante en bruto que éramos. Éramos parte de un movimiento que surgía del underground y estábamos dispuesto a todo. Nos adaptábamos como el agua. Lo importante era manifestarlo. No importaba cómo", recordó Melingo.
"Hay errores en casi todos los tracks porque no se retocó nada para que haya una frescura total. Yo tengo una colección de chiflidos y desafinadas en el disco que hoy no hubieran pasado, pero por suerte, en esa época estaba Charly diciéndonos que cualquier cosa que quisiéramos mejorar iba en contra porque eso éramos nosotros", reafirmó El Gonzo.
Pero mientras que Melingo asegura que "Charly tuvo mucha incidencia e influencia en la producción sonora, arreglos y repertorio", El Gonzo sostuvo que el astro "hizo dos o tres puntualizaciones muy precisas y se dedicó más bien a cuestiones logísticas" pero "no en cuanto a arreglos".
"No hay una impronta musical de Charly en los temas, no es que fuimos con los temas más o menos y él terminó de darles formas. De hecho, todos los temas ya los veníamos tocando de esa manera y, de lo grabado, solo quedaron afuera 'Vicente', que luego salió en el disco 'Cataratas musicales', 'El popurrí de la TV' y una parte de 'Mocasín', que digamos que fue censurada", remarcó
En cambio, el saxofonista hizo hincapié en el rol de Charly en cuanto al sonido del disco, al puntualizar que "trabajó en detalles para que sonáramos vintage, como si fuera un álbum de principio de los '60".
"Lo que hizo fue imitar el estéreo de los discos ingleses que eran mono y que al editarse en Estados Unidos los pasaban a estéreo, como los primeros discos de Los Beatles. También propuso el truco de doblar las voces, sobre todo las de Fabiana, para que sonara más gorda", explicó.
Esto, sumado a algunos pequeños detalles, como repicar el "tu tumba, tu tumba" en "Cleopatra, la reina del twist" o el "flaca" de los coros de fondo en "En el bowling", fueron los fundamentales aportes de Charly para que finalmente "La dicha en movimiento" se convirtiera en un disco infaltable en todos los bailes de la época. Además, por supuesto, de actuar como el gran aval para que el grupo sea aceptado por la industria musical.
"Charly nos dio toda la chapa. Fuimos su gran producción de ese año. El disco pegó porque era infeccioso. Eran todos éxitos y hasta el día de hoy se lo seguís poniendo a un pibe de cuatro años y al ratito está cantando todos los temas. Pero todo eso, sin darle la oportunidad porque lo produjo Charly, no hubiera pasado", aceptó El Gonzo.
Con información de Télam