(Precisa dato en la cabeza)
Gracias al estreno de Casados con hijos, la despedida de Les Luthiers y los regresos de sucesos como Inmaduros y "Piaf" dentro de una cartelera diversa y convocante, se está atravesando "el mejor verano teatral de la historia de la ciudad de Buenos Aires, aseguró hoy Carlos Rottemberg.
Primero a través de un tuit de la cuenta @multiteatro y luego en comunicación con Télam, el presidente de la Asociación Argentina de Empresarios/as Teatrales y Musicales (Aadet), señaló: En el verano porteño se vendían entre 180.000 y 200.000 entradas en teatros del circuito comercial pero este enero ya supera las 70.000 localidades solo en la primera quincena, lo que muestra una tendencia irrefutable.
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Los primeros días de enero confirmaron los pronósticos. Salas de gran capacidad colmadas y varios espectáculos con localidades agotadas hacen superar las marcas estadísticas del período estival, se detalló en Twitter.
Para sumarle otros nombres propios a los tres títulos que encabezan la taquilla teatral, el empresario agregó que hablando de salas medianas, Parque Lezama es éxito en su reposición como también el estreno de Tom, Dick y Harry.
La nómina de espectáculos que marcan el pulso de esta temporada estival excepcional se completa, de acuerdo al registro de Aadet (por recaudación, asistentes, promedio de entrada y ocupación de sala): Dos locas de remate, Brujas, La última sesión de Freud, Desnudos, Mellera Lauriente, Yo soy mi propia mujer, Mi madre, mi novia y yo, El método Gronholm, La lección de anatomía, Ezequiel Campa-Si pero no y Juli Bellese-Casi Adulto.
Rottemberg, con 48 años de actividad que en el presente se despliega en 16 salas (entre las de Buenos Aires y Mar del Plata, ciudad balnearia donde se encuentra actualmente), puso en perspectiva este fenómeno teatral porteño al recordar que hasta hace 40 años, en verano el movimiento era casi inexistente o con compañías de poca envergadura y no había refrigeración en la mayoría de los teatros.
Asimismo las salas grandes eran cines. El Gran Rex, el Ópera, el Broadway y el Metropolitan se dedicaban a otra actividad, hasta el Apolo se llamaba Lorange y daba cine. Estamos hablando de una época donde el Luna Park privilegiaba el boxeo y nadie imaginaría un estadio para música en Villa Crespo (por el Movistar Arena), enumeró.
Rottemberg sostuvo que todos estos datos explican que recién hace cuatro décadas se contabiliza el verano en la ciudad porque antes carecía de gran sentido y tampoco existían las salas del Paseo La Plaza y mucho menos el Politeama.
Con información de Télam