(Por Victoria Ojam) El grupo de improvisación rítmica La Grande, encabezado por el compositor y multiinstrumentista Santiago Vázquez, ofreció anoche en pleno microcentro porteño un animado concierto especial e inédito, para dar inicio a la edición 2022 del Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA), que se desarrollará en la ciudad hasta el próximo domingo 6 de marzo.
La esquina de las peatonales Florida y Lavalle fue el punto de encuentro para quienes disfrutaron de un espectáculo colorido, que invitó a bailar a decenas de jóvenes y llamó la atención de incontables transeúntes inadvertidos y turistas que suelen visitar esa comercial zona del barrio de San Nicolás.
Así, los carteles de neón y pantallas de LED inyectaron un poco de vida a ese tradicional cruce que tras dos años de pandemia de coronavirus todavía experimenta una cierta parálisis, y dieron la señal al público para que lenta pero sostenidamente se acercara -y se amontonara, como en los viejos tiempos- antes del comienzo del show, pactado para las 21.
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Minutos después del horario previsto, el escenario montado en medio de la intersección recibió a un diverso equipo de performers que, envueltos en vistosos atuendos que formaban el espectro del arcoiris y al ritmo de un set dance y tecno, establecieron el tono de la velada con una bienvenida de movimientos contemporáneos teñidos por el peculiar "voguing" estadounidense de los 80.
Tras la -tal vez algo- extensa introducción, el percusionista Santiago Vázquez se subió a las tablas bien puntual, a las 22, acompañado por los siete músicos de su proyecto, todos de impolutos overoles blancos, quienes dieron el puntapié definitivo del FIBA con el recientemente popular método de improvisación con señas.
Vázquez, que para esta tarea se transforma en una suerte de director de orquesta muy informal y sin batuta que pone el cuerpo y la gesticulación al servicio de las melodías que se desenvuelven sobre bases ensayadas, llevó a sus intérpretes por un repertorio que pasó sin sobresaltos y con fluidez por géneros como el funk, la cumbia, el jazz fusión y el rock.
Si bien La Grande llevó con suficiente gracia las exigentes tres horas de concierto que abrieron el festival porteño creado en 1997 para difundir obras de teatro, danza y música, también contó con la aparición de una serie de figuras del mundo del arte que aportaron su presencia en esta inauguración.
Entre ellas destacaron la dragqueen matancera Amal, que enfundada en un conjunto fucsia aportó un movido toque latino al show que desató definitivamente al público, así como la actriz Alejandra Radano y el intérprete Carlos Casella, que trajo una dosis de romance a la noche con un sentido bolero.
También dijeron presente en la lista de invitados el reconocido Mike Amigorena, quien con un llamativo sombrero de cornamenta mostró su excéntrica y carismática faceta como cantante, y la actriz Muriel Santa Ana, que aportó un toque de misterio y teatralidad al concierto cuando subió de punta en rojo con una túnica para recitar un parlamento musicalizado.
Luego de algunas necesarias pausas intermedias en las que los DJ's Ibiza Pareo, Anita B Queen y Lolo Gasparini hicieron lo suyo en el terreno electrónico para mantener entretenidos a los espectadores desde sus cabinas especiales ubicadas a metros del escenario central, el género urbano entró de lleno a las primeras horas del festival.
Las raperas Nashy-Nashai y Ela, seguidas por el referente del hip hop argentino y beatboxer Miloo Moya, fueron los últimos en aparecer con una gran recibida del público junto a La Grande antes de la despedida, cerca de la 1.
El inicio de la 15va. edición del FIBA reunió a una sustanciosa aunque no masiva cantidad de personas, que entre baile y arengas también disfrutaron de hipnóticas y modernas coreografías de bailarines que rodeaban los flancos de la puesta en escena.
Aunque la convocatoria coordinada por la compañía Los Pipis -de Matías Milanese y Federico Lehmann- no brilló por atraer a las audiencias a otras actividades que se extendían a lo largo de cuatro cuadras de Florida entre las avenidas Corrientes y Córdoba, como las experiencias híbridas a las que se podía acceder mediante dispositivos digitales, el evento sí cumplió en repasar y condensar la oferta artística que conforma la grilla en esta oportunidad.
En ese sentido, el conjunto de espectáculos organizados en una red de 45 sedes por el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires contará con 15 proyectos entre performances, recorridos urbanos, sitios no convencionales, teatro en espacios cerrados y teatro documental, entre los que se encuentran "Donde empiezan las cosas que son importantes", de Fernando Rubio, y el reestreno de "Open House", la emblemática obra de Daniel Veronese que cumple dos décadas de su lanzamiento original.
Por su parte, la programación internacional del FIBA tendrá 35 propuestas entre analógicas, digitales y virtuales de artistas provenientes de Alemania, Italia, Suiza, Francia, España, Corea del Sur, Japón, Chile, Reino Unido, Canadá, Portugal y Uruguay.
También las niñas y niños tendrán a disposición la segunda edición de Fibita, el programa para infancias del festival, esta vez dedicada casi íntegramente al teatro de objetos, donde la compañía liderada por Omar Álvarez presentará sus tres últimas producciones en NÜN Teatro-Bar: "Mundo Bilina","Tic Tac, el héroe del tiempo" y "El soldadito de plomo", con voz en off del legendario Alfredo Alcón.
Además, durante los próximos diez días se podrá ver una selección de piezas nacionales y extranjeras en la sección Escena Audiovisual, mientras que el Mercado/FIBA seguirá funcionando para internacionalizar el sector de las artes escénicas, entre otras secciones que ofrecerán experiencias participativas, inmersivas e interactivas.
Todas las actividades presenciales requieren reserva previa de entradas, que pueden adquirirse de manera gratuita en el sitio web Vivamos Cultura (https://vivamoscultura.buenosaires.gob.ar/).
Con información de Télam