(Por Sergio Arboleya) La exhibición en el marco del actual Bafici del documental "Canción sobre canción", de Fernando Arca, donde Liliana Herrero conversa con su compañero Horacio González acerca del disco homónimo que la intérprete dedicó a visitar repertorio de Fito Páez, viene a completar el perfil público del rosarino en días en los que un recorte de su vida asoma en formato de serie a través de la plataforma Netflix.
Dueño de una vida intensa y dramática que dialogó públicamente con una obra profusa y notable, Páez aparece aquí como figura omnipresente gracias a sus canciones y también como un actor cultural capaz de pensar su lugar en el mundo, una característica prácticamente negada en la versión de la serie.
La confluencia de fechas entre los estrenos de "Canción sobre canción" dentro del apartado "Música" del 24to. Bafici y de "El amor después del amor" en la plataforma internacional resultan entonces una casualidad que complementa una posible aproximación más integral y certera a Fito y sus mundos.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Es que aunque el artista haya elegido - por cuestiones de formato, de relevancia o accesibilidad- mostrarse de una manera más rockera y estelar en la serie que lo cuenta entre sus productores, el Páez curioso, creativo, reflexivo y político que configuran Herrero y González en estas charlas por un disco y también por una vida compartida, sirven para dimensionarlo y, en algún punto, para otorgarle mayor espesor al personaje.
El álbum registrado en 2018 tiene protagónicas participaciones del guitarrista Pedro Rossi y el contrabajista Ariel Naón, pero además intervinieron Martín Pantyrer (saxo y clarinete), Mariano Agustoni (piano y teclados), Mariano Cantero (percusión) y Federico Siksnys (bandoneón) para abordar "Giros", "Mariposa tecknicolor", "Del 63", "Carabelas nada", "Dejarlas partir", "Tatuaje falso", "Tres agujas", "Ámbar violeta", "Instan-táneas", "Abre" y "DLG".
Y sentados en un sillón de la casa en común, Liliana y Horacio comparten la escucha de la placa (mientras la cámara viaja entre pequeños clips realizados en el estudio y las miradas cómplices y amorosas de los protagonistas del filme, todo ello retratado por la sensible fotografía de Josefina Chevalier).
Allí la pareja recrea un ejercicio habitual: la charla en torno a cuestiones de la cultura argentina, en este caso con cada una de las piezas que integran "Canción sobre canción" como disparador.
A casi cinco años de aquella experiencia y con las proyecciones del festival en curso, Herrero indica a Télam: "La película de algún modo expresa el diálogo histórico que Horacio, Fito y yo, de a dos o entre los tres, hemos mantenido en años de conocernos".
"Pero en este caso - puntualiza- es la primera vez que algo que nosotros hacíamos cotidianamente es filmado, pero ciertamente hablábamos mucho sobre películas, libros, política, cultura en general".
Acerca del lazo cotidiano con el sociólogo y ensayista fallecido en junio de 2021, agrega; "Teníamos conversaciones en esta casa sobre los discos que yo estaba trabajando o un artículo que él estaba escribiendo para un diario. Pasaron muchas cosas en casi 40 años que estuvimos juntos y en la película aparece parte de ese tipo de conversación, esa vida ciertamente muy conversada".
Tras confesar que reencontrar este documento "es muy conmovedor y emocionante" para ella porque "a la vez aumentó un poco la extrañeza" que significa su vida sin él, Liliana evoca: "Fue una charla con Horacio que tiene momentos de entusiasmo y de olvido de la cámara y tiene momentos donde estamos los dos un poco nerviosos".
En esos intercambios ella pone en palabras el método de trabajo que tiene para desarmar y componer los repertorios que asume que, en este caso, correspondió a un amigo en plena actividad con el riesgo que ello conllevaba.
"Son canciones de Fito todas intervenidas con esos mecanismos que yo suelo usar para pensar la música de otros, que en este caso contiene su secreto en la palabra 'sobre' que integra el título del trabajo y que remite a una canción suya que no es parte del disco", explica.
Herrero considera que el concepto "sobre" "genera una situación espiralada, una complicación que puede irritar, pero lo que irrita siempre siempre obliga a pensar".
En ese intercambio donde cariño e ideas se reparten, González dice, por ejemplo, "Fito no fue enteramente comprendido en sus hallazgos: escribió novelas, hizo películas, hizo innumerables canciones desparejas, fue enumerativo, subió y bajó repentinamente sin avisar lo que iba a hacer y quizás ahora estamos tratando de comprenderlo y tampoco llegamos al punto necesario para lograrlo".
"Fito - se explaya el intelectual en la filmación- es un poeta, es un director de cine, es un novelista y en ninguna de esas cosas es enteramente reconocido como tal y al mismo tiempo es un desesperado, es un desenfadado, es un aristócrata y eso se lo festejo y también se lo condeno, es un gran aceptador de las dádivas del mundo".
Para quien fuera director de la Biblioteca Nacional y compartió con Páez el libro "Napoleón y su tremendamente emperatriz" (1988) el artista "es alguien que no revela todo aquello que enteramente lo aflige, lo transforma, lo vulnera, lo destruye, lo demuele y que enteramente lo enamora. Encubre aquello que lo emociona y que lo liquida y eso mismo lo convierte en un gran poeta porque uno no es un gran poeta si uno no puede encubrirse en aquello que lo castiga".
Casi en el cierre del filme y otra vez como hablando al presente por venir que tiene a Páez como personaje de su propia vida en la serie que se estrenará mañana, González concluye: "Fito tiene que ser recobrado y reconstituido porque él carga a Charly y Spinetta porque tiene que ser indicado como alguien que no sabe quién es pese a que hizo mucho por saber quién es. Ojalá consiga revelarse a sí mismo como quien es".
"Canción sobre canción" con guion que su director urdió junto a Carlos Villalba, se estrenó el domingo en El Cultural San Martín, anoche se vio en Arthaus y sus otras proyecciones previstas son el miércoles 26 a las 18.15 en el Museo del Cine y el domingo a las 20.30 en la sala 4 del Cine Multiplex Monumental Lavalle.
Con información de Télam