El grupo Sónico regaló en el Mozarteum una notable aproximación a la obra de Eduardo Rovira

21 de septiembre, 2022 | 17.02

El grupo tanguero Sónico, formado en Bélgica en 2015 por impulso del contrabajista argentino Ariel Eberstein, inició este mediodía en la Sala Argentina del Centro Cultural Kichner, con un concierto gratuito del Mozarteum, la gira sudamericana con la que plasma su fascinante aventura de reponer la obra del bandoneonista Eduardo Rovira.

Apenas una hora le bastó al conjunto (capaz de alistarse como cuarteto, trío y quinteto) para recuperar el pulso indómito de Rovira, un vanguardista contemporáneo de Astor Piazzolla que de algún modo e injustamente quedó ubicado como la contracara de su colega marplatense.

Y esa ofrenda -tan dedicada como natural a partir de piezas capaces de exudar complejidades y bellezas- permitió poner el oído sobre algunas muestras de un repertorio casi maldito y bastante oculto pero de enorme atractivo.

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“En este grupo tenemos una regla musical de asumir que en cada período existe una figura no reconocida y en el tango moderno esa figura es Rovira”, dijo Eberstein y los aplausos de la sala atronaron al nombrar el apellido del artista (Lanús, 30 de abril de 1925 - La Plata, 29 de julio de 1980).

Primer como cuarteto sumando a Stephen Meyer (Estados Unidos-Bélgica) en violín, Lysandre Donoso (Francia-Chile) en bandoneón e Ivo de Greef (Bélgica) en piano, el inicio fue a todo Rovira con “Majo Maju”, “A Marambio Catán”, “Nanin” y “Tango para el profe” (este último dedicado al preparador físico Jorge Kistenmacher, parte del cuerpo técnico de Luis Zubeldía multicampeón con Estudiantes de La Plata).

Contrapuntos, aires de músicas contemporáneas dialogando con la tradición y una búsqueda estética excelsa fueron el territorio que Sónico trajinó a partir de esa tetralogía roviresca.

Sin piano ni violín pero incorporando la guitarra de Alejandro Schwarz (Argentina-Francia), el más nuevo integrante de la agrupación, llegó la estupenda “Bandoneón, guitarra y bajo” que Piazzolla compuso para ese trío de Rovira.

Ya como el quinteto formal que es, Sónico visitó a partir de arreglos de Schwarz, la pieza “Solistas”, creada por Rovira, y procuró despedirse con “Chiqué”, un tango clásico de Ricardo Brignolo que arreglado por Piazzolla fue uno de los pocos que sobrevivió en el entonces nuevo repertorio impulsado por el genial artista, pero la ovación del público obligó a un bis.

Ya con “Decarísimo”, otro clásico sonoro de Astor, el quinteto Sónico puso un precioso broche a una actuación donde exhibió su voluntad de no dividir ni elegir entre las cautivantes innovaciones aportadas de manera personal y diferente por Rovira y Piazzolla.

Esa exploración vanguardista pero definitivamente tanguera que el conjunto cultiva con estudio y talento que se corporizó en discos como “Eduardo Rovira: Inédito e Inconcluso” o "Piazzolla-Rovira: The Edge of Tango", tendrá tres funciones gratuitas más en diferentes salas locales y pasará por Brasil con la idea de poner en escena “Piazzolla-Rovira: la noche del encuentro” a partir del único encuentro público entre ambos que fue el 8 de marzo de 1966 en el reducto Gotán que sostenían los integrantes del Cuarteto Cedrón.

Mañana a las 20 llegará al Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino de La Plata, en concierto al que se podrá acceder ingresando a: gba.gob.ar/teatro_argentino/entradas; y el viernes desde las 19 tocará en el porteño Centro Cultural Borges, con reservas en linktr.ee/reservas.ccborges.

La serie de presentaciones concluirá el lunes 26 a las 20 en el Auditorio de la Universidad Nacional de Quilmes en el marco del Muchas Músicas Festival.

Luego, entre el miércoles 28 y el 1 de octubre, Sónico actuará en las ciudades brasileñas de San Pablo, Porto Alegre y Belo Horizonte, a la vez que prepara su cuarto disco.

Con información de Télam