El saxofonista y compositor Jorge Retamoza estrenará el próximo miércoles en la sala porteña de Bebop Club la reciente Suite del año de la tanguedia donde combina su pulso tanguero piazzolliano con el acontecimiento planetario de la pandemia.
El disparador fue el centenario de Piazzolla y hacer algo referido a ello desde mi perspectiva ya que Astor es uno de mis grandes referentes e influencias. Pero como todo lo que estaba proyectado se canceló por motivos de la pandemia, tomé el primer tema de la Suite, y lo desarrollé en cuatro partes que refieren a distintas sensaciones, momentos y reflexiones producidas por el confinamiento mundial, repasa Retamoza en diálogo con Télam.
El músico que ha puesto sus vientos al servicio de una expresión tanguera que abreva en la vanguardia encarnada por Astor Piazzolla y Eduardo Rovira desde una impronta propia, tiene, en más de 25 años de actividad, ocho discos editados (entre ellos Seis Estudios Tanguísticos de Piazzolla y su primera grabación mundial en una versión para saxofón solo y orquesta de cuerdas registrada en Alemania).
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En la escena académica, además, Retamoza estrenó Concierto para Saxo Tenor, Bandoneón y Orquesta, Tres Escenas Porteñas, para dos Clarinetes Bajos y Banda Sinfónica, En Blanco y Negro Buenos Aires para Bandoneón y Seis Percusionistas y Concertango para Saxo Barítono y Orquesta.
Con la novedad de la Suite del año de la tanguedia, el intérprete se presentará mañana desde las 20.30 en el escenario del local sito en Uriarte 1658 junto a Matías Rubino (bandoneón), Gastón Harisquiry (piano) y Roberto Seitz (contrabajo), formación de cuarteto con la que trabaja desde hace nueve años.
Télam: ¿Qué implica estrenar la Suite del año de la tanguedia?
Jorge Retamoza: Poner en vivo este material nos permite volver a los escenarios con una material nuevo que creemos va a gustar mucho, pues tiene elementos atractivos para desarrollar profundizando la performance plasmada en la grabación. Además vamos a tocar temas de Colores del Otoño y Seis Estudios Tanguísticos, que son los discos anteriores y algo de Reunión Cumbre que unió a Piazzolla con el saxo de Gerry Mulligan.
T: ¿Cómo analizás ese encuentro entre Piazzolla y Mulligan y cuánto ayudó a acercar a ese universo sonoro con el saxo?
JR: Ese encuentro es un hito que permite tomar esos colores, esa mezcla del bandoneón y el saxo barítono como punto de partida. Hay que tomar nota que ese disco se grabó en 1974 por músicos de la RAI como acompañantes y el conocimiento que tenía el músico europeo sobre el tango era mucho más acotado que en la actualidad. A nosotros estos temas nos suenan mucho más canyengues y tangueros.
T: ¿Cómo dimensionás tu propio aporte a ese lazo entre obra e instrumento?
JR: Creo que he hecho bastante en distintos campos a partir del lenguaje del tango. No solo las ediciones de los discos sino que escribí varios arreglos y obras originales para saxo solista o para cuarteto de saxos, estrené dos conciertos y publiqué dos libros (El Tango desde el Saxo y el reciente Más Tango para el Saxo).
T: Sos un especialista en la obra de Piazzolla ¿Desde qué lugar dialoga esta Suite con ese legado?
JR: Siendo uno de mis máximos referentes, la obra de Piazzolla se siente, se proyecta sobre esta época, sobre nosotros. Pero en lo personal intento recurrir a otros elementos, especialmente desarrollando la particular sonoridad del grupo donde he encontrado una vertiente para aportar nuevos colores.
T; ¿Cuánto sentís que sirvieron los homenajes por el centenario de Piazzolla para reponer parte de su música?
JR: Más allá de estos festejos, quedó expuesto cómo su música está viva e instalada definitivamente como clásico en todos los ámbitos de todas partes del mundo.
Con información de Télam