El programa Teatro Nacional Cervantes Produce en el país estrenó anoche en la ciudad de General Roca, provincia de Río Negro, la obra teatral "Golondrina Soledad", la quinta y última propuesta escénica realizada por elencos locales que se conocieron en este 2022 en distintas ciudades de la Argentina.
Escrita por Tato Cayón, dirigida por Nicolás Caminiti, interpretada por Ana Muzzin, Mauricio Jorquera y Laura Raitieri y con el músico Marcelo Chorus montando en escena una suerte de banda sonora de materialidad dramática, "Golondrina Soledad" ofreció anoche su primera función a sala llena en el teatro de la Casa de la Cultura de General Roca.
La obra, integrada por un elenco artístico y escenotécnico totalmente local, cumplirá funciones en esta sala del Alto Valle habilitada para 180 espectadores y recorrerá luego ciudades de la provincia como Luis Beltrán, Las Grutas, Río Colorado, Viedma y Bariloche, en un esfuerzo mancomunado del Teatro Nacional Cervantes (TNC), la Secretaría de Cultura de Río Negro y la Asociación Civil Casa de la Cultura.
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TNC Produce en el país es una iniciativa que propende a la producción de obras pensadas, dirigidas y actuadas por elencos de distintas ciudades del país que desarrolla el Cervantes en el marco de un programa que apunta a "federalizar la gestión y producción teatral argentina", según comentó a Télam la directora del TNC, Gladis Contreras, presente en General Roca.
Este programa se une a otro tipo de iniciativas en busca de la creación de corredores, circuitos y polos de creación teatral como la Red Federal de Teatros del TNC que lleva apoyo económico, de equipamiento, ayudas en infraestructura y capacitación técnica y artística a salas de distintas ciudades y localidades.
"Queremos que el Cervantes como teatro nacional esté presente en todos los rincones del país y creemos en la capacidad de derrame cultural y económico sobre la vida de las distintas ciudades y comunidades de este tipo de desarrollos", destacó Contreras, que acompaña y asiste con un dedicado equipo de colaboradores el proceso de las obras en distintas partes del país.
A lo largo de 2022, el Cervantes produjo fuera de su sede central en la ciudad de Buenos Aires, la obra para infancias "Gregorio, el zanahoria", escrita y dirigida por Ludmila Bauk y que ofreció 34 funciones en el Teatro Municipal La Comedia de Rosario, concitando más de nueve mil espectadores.
También, "Y que todo arda" en la ciudad de San Juan, que ofreció cinco funciones vistas por 2.900 espectadores en el Teatro del Bicentenario; "Ciudades invisibles, universos propios" escrita y dirigida por Luján Arroyo, Daniel Corres y Pamela Navarro, estrenada y aun en cartel en la ciudad de San Miguel de Tucumán; y "Los garabatos del volver" en el Complejo Cultural Urbano Girardi de San Fernando del Valle de Catamarca, que se conoció15 días atrás y continúa con funciones.
Las obras surgieron de una convocatoria nacional en 2021 y fueron seleccionadas por un jurado externo al TNC.
Con un narrativa potente, un juego de distanciamiento que propone la manifestación de las didascalias (indicaciones escénicas) para desecharlas en la acción teatral y un fuerte trabajo sobre los cuerpos, las tensiones y los climas "Golondrina Soledad" se sitúa en una chacra de la Ruta 22 en el Alto Valle en una finca de cultivo y recolección de manzanas.
Allí llega Soledad desde Santiago del Estero, que viene a remplazar a su padre en la recolección de las manzanas en un trabajo "golondrina" que se desarrolla en determinados meses del año.
Soldad arriba al rancho de Fabián y Paola, el capataz y su mujer a cargo de la organización de las labores en la chacra, y su presencia desata tensiones latentes en la pareja, a la vez que sitúa a los tres personajes en el atolladero de tener que tomar decisiones sobre sus vidas si intentan esquivar el vislumbrado destino de la repetición y la violencia.
La fuerte presencia escénica de Raitieri (Paola), que desarrolla un dolor contenido pero nunca renuncia al movimiento que la impele hacia adelante en la batalla diaria de la existencia y bajo contextos hostiles; la frágil consistencia emocional de Soledad, aterida por la desolación, que compone Muzzin, y el personaje duro, práctico, cercado por convicciones y condiciones de rigidez insoluble que debe jugar Jorquera en el personaje de Fabián dan a "Golondrina Soledad" una potencia dramática que se instala desde el comienzo y no da respiro hasta un final preciso, una suerte de corte abrupto que tiene la virtud de instalar la dinámica del conflicto escénico en los pensamientos de los espectadores.
A las sólidas actuaciones y la clara dirección se unen una precisa y envolvente iluminación que suma al clima de naturalidad y extrañamiento que propone Caminiti y una escenografía que mixtura elementos e instala unas telas que inteligentemente habilitan un fuera de escena que nunca es ajeno al desarrollo dramático.
Además resulta central el trabajo de sostenimiento de la tensión del relato que se genera desde la música en vivo en una lograda sonorización de bastas capilaridades que realiza el músico Marcelo Chorus desde una consola.
El texto de Cayón -maleable a distintos desarrollos escénicos- posee la virtud de dar cobijo y poner en juego antiguas y presentes conflictivas existenciales bajo el amparo de la ilusión del escenario para poder seguir pensando quiénes somos y qué hacemos bajo la celeste esfera del cielo y atrapados en más de un infierno.
El equipo de "Golondrina Soledad", que ofrece funciones los sábados a las 20 en la Casa de la Cultura de General Roca, se completa con María Fernanda Bohigues en diseño de escenografía y vestuario; Dio Fernández en iluminación, Verónica Martínez Durán en diseño de iluminación y la producción local de Soledad González.
Con información de Télam
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