La obra teatral "Otilia Buenaventura", escrita y dirigida por el dramaturgo correntino Luigi Serradori y que indaga los temas de la memoria y la violencia política de la Argentina, se estrena este sábado en la Casa del Bicentenario de la ciudad de Monte Caseros, en el marco del programa del Teatro Nacional Cervantes TNC Produce en el país.
Interpetada por Sebastián Cardozo y Paloma Serradori Schwaderer, "Otilia Buenaventura" fue una de los siete proyectos ganadores del concurso del programa del Teatro Nacional Cervantes y como tal accedió a la producción integral, además de contar con asesoramiento artístico y técnico de personal del TNC, a través de una iniciativa que busca promover el desarrollo de artista y elencos locales en diferentes ciudades del país.
En la obra, un actor de 48 años y una joven actriz se encuentran en escena para comenzar la función: el actor interpretará a "Otilia Buenaventura", la joven actriz será "La Voz". Así comienza la historia de un hijo que no conoció a su madre y que desde la representación teatral inicia la búsqueda por su identidad.
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Otilia Buenaventura es la madre de ese actor, ya fallecida, que sufrió torturas y vejaciones durante su cautiverio en un centro clandestino de detención durante la última dictadura militar y que producto de ese cautiverio tuvo un hijo que le fue sustraído y nunca conoció y que dejó un diario de su vida, que es el que recupera el hijo y lleva a escena.
"No se trata de ningún tipo de biografía sino de un acontecimiento ficcional que parte de una historia que intentamos abordar que es la historia de la violencia política en nuestro país", comentó a Télam el director y dramaturgo de la obra.
Autor de "Las hijas idiotas" (2008), "El gran fracaso" (2010); y "Los reídos" (2018), que participó de la Fiesta Nacional del Teatro de ese año, Serradori lidera el grupo de teatro independiente Raíces de la ciudad de Monte Caseros, Corrientes, fundado por su madre, Susana Bernardi, en 1984 y señala que cuando escribió el texto de "Otilia...", entre 2010 y 2011, su objetivo era "condensar en ese cuerpo y esa psiquis de qué manera la violencia política impacta y transforma un cuerpo que puede ser un cuerpo singular o social".
"Intenté desde la dramaturgia -agrega- condensar sobre un cuerpo, que puede ser el país, de qué manera la violencia nos transforma y sobrevive en nosotros, porque Otilia es una sobreviviente de la última dictadura cívico militar que nos está contando su historia y más allá de esto hay dos capas: Otilia que escribe el texto haciendo una especie de autoficción y quien lo encarna es el hijo que es un actor y de ese modo se acerca al horror del país y a esta madre que no conoció".
Télam: Se trata de seguir pensando las secuelas de la dictadura.
Luigi Serradori: La historia pivotea en estas dos capas que te contaba y la idea siempre fue abrir la posibilidad de actualizar la violencia política en un momento como el actual, en el que cada vez es más obscena la manera como los poderosos del país exhiben su poderío, nos pareció en la compañía que era un buen momento para poner en escena este texto.
T: Madre e hijo no se conocieron.
LS: No se conocieron, ella sobrevive a la dictadura, y él es hijo de ella producto de las torturas y violaciones, en la obra es un hijo interpretando a la madre, a él le llega el texto de ella que fue profesora de literatura y en la puesta están el hijo de Otilia y la hija del hijo de Otilia, son tres generaciones que indagan qué podemos hacer con todo ese horror heredado.
T: Y decías que esa violencia política pervive.
LS: Leopoldo Marechal en "Megafón o la guerra" planteaba que hay dos Argentinas eternamente en disputa y en lucha, y me parece que el origen de la violencia tiene que ver con esta idea impuesta desde las clases dominantes de civilización o barbarie, que crea un retrato social del país muy poderoso pero también muy ignorante, son corporaciones que aprendieron a odiar y no reflexionan ni están dispuestas a reflexionar sobre sus actos, niegan y niegan que niegan, todo eso pervive generación tras generación.
T: Entonces lo ves como un continuo.
LS: Es una buena definición del perverso, que nunca se va a hacer cargo del dolor que provoca, mientras que hay una condición humana que está dispuesta a revisar el dolor que genera y hoy es fácil identificar dónde están los discursos de odio, de fisura, los discursos que no quieren dialogar.
T: ¿Otilia en qué lugar queda?
LS: Otilia habla de un discurso del desencanto, dice en un momento: "Vergüenza debería darme no decir lo que este país odia" y lo puede plantear así por haber sido una mujer que puso el cuerpo cuando más dolía, en algún otro momento reflexiona "¿qué pasó con todo eso, qué hicieron con todo eso que nosotros hicimos?" y se interroga qué vamos a hacer con eso: ¿lo olvidamos, lo relativizamos?, de algún modo hay una interpelación al público, una pregunta sobre en qué queda de todo este debate, si es solo una cuestión de cultivo espiritual y de reflexión sobre la historia o si después de salir del teatro algo de todo eso se transforma en acción.
T: ¿Cuál es el derrotero de Otilia?
LS: Ella sobrevive de la peor manera, su psiquis está muy golpeada, llega como puede al final de su vida y lo último que hace es la escritura de ese diario.
T: ¿Cómo es el movimiento teatral en Corrientes y en Monte Caseros?
LS: Históricamente nuestra región tuvo una orfandad en sistematizar el estudio de material teatral sin carreras de dramaturgia o actuación y los grupos se fueron constituyendo y encontrando sus formas de construir el aprendizaje por sí mismas, cuando surge la Ley Nacional del Teatro a fines de los 90 nos dio herramientas para seguir formándonos como creadores, el Instituto Nacional del Teatro surgió como una herramienta para fomentar el teatro y el aprendizaje, habilitando formaciones concretas a través de subsidios concretos. Por otra parte, creo que nuestra región haría bien en no mirar tanto las poéticas de otros lugares, que implican cuerpos determinados que responden a territorios determinados, pueden ser Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Rosario, que aportan sus poéticas propias que vienen de sus territorios concretos; creo que necesitamos hallar nuestros cuerpos, nuestras texturas, nuestras formas de hablar, nuestros decires, la voz propia.
Además de los aportes del Teatro Nacional Cervantes que puso a disposición de la compañía todos los recursos para que se realice la obra, también la Municipalidad de Monte Caseros, como contraparte, participó y apoyó el proyecto para su realización y para que pueda salir de gira.
Las funciones de "Otilia Buenaventura" se desarrollarán entre el 1 de julio y el 27 de agosto los sábados y domingos en la Casa del Bicentenario, con localidades gratuitas y posteriormente la obra saldrá de gira regional, con puestas en las ciudades de Corrientes, Resistencia, Formosa y Posadas.
Con información de Télam