El centésimo aniversario del nacimiento del actor Alberto Closas, de amplísima actividad en el cine, el teatro y la televisión de la Argentina, se cumplirá mañana y evoca a uno de esos intérpretes que atravesaron el océano en momentos febriles de la historia y se fundieron con el arte local, transformándose en figuras convocantes y familiares para el público.
Nacido en Barcelona el 30 de octubre de 1921, Alberto Closas Lluró no fue un inmigrante común; hijo de un alto funcionario de la Generalitat de Cataluña, estudió en colegios de Gran Bretaña y Francia, lo que además de los títulos adquiridos le aportó el manejo de cuatro idiomas.
La niñez y la juventud del actor, cuya familia estaba enrolada en el bando republicano, estuvieron marcadas por las balas y el exilio: "A la edad en que todos los chicos juegan al fútbol, yo empuñaba un fusil. Cuando llegué a América estaba derrotado como persona", declaró en uno de los últimos reportajes que concedió.
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Con la llegada de la dictadura franquista la familia se estableció brevemente en París y su destino sudamericano comenzó por Santiago de Chile, donde se inscribió en la escuela de teatro de su coterránea Margarita Xirgu, que en 1944 lo integró a su elenco para el estreno mundial de "Mariana Pineda", de Federico García Lorca, cuya escenografía pertenecía a Salvador Dalí.
Ese mismo año la compañía viajó a Montevideo y Buenos Aires, para representar en el teatro Avenida "El adefesio", de Rafael Alberti, y tras la disolución del grupo Closas se estableció en la capital argentina, donde rodó "La pródiga" (1945), junto a la aún Eva Duarte, Juan José Míguez y Angelina Pagano.
A través del exiliado emérito Rafael Alberti se vinculó con "la barra del café Ateneo", de la que participaban Francisco Petrone, Enrique Muiño, Ángel Magaña, Homero Manzi y los hermanos Lucas y Lucio Demare.
"De inmediato -afirmó en varias ocasiones- pasé de galán de la Xirgu a galán de Mirtha Legrand; fue tal mi acercamiento al ambiente del cine argentino que Zully Moreno fue madrina de mi hija mayor."
Fue galán de Moreno en "Cristina", de Francisco Mugica, de Amelia Bence en "María Rosa", de Luis Moglia Barth, y "El pecado de Julia", de Mario Soficci, y de María Duval en "La honra de los hombres", de Carlos Schlieper, todas durante 1946. Con Bence estuvo casado entre 1950 y 1955.
Con alternancias en el cine chileno, su filmografía argentina siguió con "La gata" (1947), de Soficci, con Moreno y Sabina Olmos, "Historia de una mala mujer" (1948), de Luis Saslavsky, con la mexicana Dolores del Río, "Tierra del Fuego" (1948), también de Soficci, con Olmos y Pedro López Lagar, "La gran tentación" (1948), con Elisa Galvé, y "Romance de tres noches" (1949), con Bence, ambas de Ernesto Arancibia, más la consagratoria "La danza del fuego" (1949), de Daniel Tinayre, otra vez con Bence, ganadora de tres premios –director y ambos protagonistas- de la Asociación de Cronistas Cinematográficos.
Con Soficci y Zully Moreno reincidió en "La dama del mar" y con Tinayre en "Tren internacional" (ambas en 1954), donde compartió amores con Mirtha Legrand y Gloria Guzmán. El último filme argentino en que participó fue en "La rabona" (1979), de Mario David.
En total, filmó más de 50 películas, en momentos en que ser estrella del cine argentino significaba serlo de toda América Latina.
Hubo otros títulos locales, pero en 1955 regresó a España por la puerta grande y se puso a las órdenes de Juan Antonio Bardem para filmar "Muerte de un ciclista"; desde ese entonces trabajó en varios países gracias a su fino estilo de interpretación, alternó cine y teatro, en 1962 construyó el primitivo teatro Marquina de Madrid y adquirió también un amplio piso sobre el Bajo porteño, en la zona de Retiro.
Se recuerdan sus intervenciones en la TV con ciclos como "Pato a la naranja", con Carlos Calvo, "Los exclusivos del Nueve", "Cuatro hombres para Eva", "Anillos de oro", "Goya", "Gatos en el tejado", con José Sacristán y Emma Cohen, y "Compuesta y sin novio" (los cuatro últimos en España).
Closas falleció a los 73 años en una clínica madrileña, víctima de cáncer, el 19 de septiembre de 1994 y, de acuerdo con su voluntad, sus restos fueron cremados y esparcidos en el mar Mediterráneo desde la costa barcelonesa.
Con información de Télam
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