(Por Pedro Fernández Mouján) El actor y director Marcelo Savignone acaba de estrenar "De interpretatione", una obra en la que se vale de la filosofía de Paul Ricoeur para analizar y recorrer su propia producción teatral a partir del trabajo con clásicos como Chejov y Shakespeare, creando al mismo tiempo un singular dispositivo escénico al que no son ajenos la biografía ni la ficción.
En charla con Télam, Savignone remarcó que el origen de esta puesta que se puede ver en Teatro Belisario (avenida Corrientes 1624) los sábados a las 22, se desprende de su estudio sistemático de filosofía que inició en pandemia y de la noción de Ricoeur de la confesión como forma de salvar el tiempo que lo interpeló "para ver qué pasaría si confesara lo que me pasaba como actor y director durante los montajes".
A partir de esta premisa, Savignone decide recorrer frente al público en un escenario casi vacío y con una aguda mirada de la iluminación que habilita bellos cuadros de imágenes, tres puestas sobre Chejov que lo tuvieron como director y actor ("Un Vania", de 2013; "Ensayo sobre La gaviota" de 2014 y "Mis tres hermanas" de 2016) donde "confiesa" problemas de puestas, circunstancias, mecanismos y parte de su biografía en forma entrelazada y estructurada dramáticamente.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"Se armó una dramaturgia a partir de recrear en el día de hoy esos textos que son de hace 10 años atrás y confesar un poco los problemas de la interpretación que se pusieron en juego cuando los interpretamos", comenta.
Télam: ¿Cómo es tu llegada a Paul Ricoeur y las ideas de él que aparecen en "De interpretatione"?
Marcelo Savignone: El primer material que abordé de la filosofía fue con Spinozza ("Cuerpo", 2020) y después en pandemia me metí a estudiar la carrera de filosofía, en ese marco di con Paul Ricoeur, que plantea una serie de ideas que me parecen muy interesantes: una de ellas que cuando uno entra en contacto con un texto el autor ha muerto, en el sentido de que uno dialoga con un texto pero no con el autor, lo que me pareció muy interesante para pensar la adaptación de los clásicos. Otra de las cosas que plantea es que un texto tiene muchas posibles interpretaciones pero no infinitas, por lo cual no se puede hacer cualquier cosa al adaptar un clásico, hay unos límites; esas dos cuestiones me resultaron muy desafiantes para mi problema de la interpretación y la adaptación de los textos chejovianos o shakespeareanos, que son mis lugares más comunes. Después di con un texto que se llama "Tiempo y narración", donde Ricoeur parte de San Agustín y plantea la confesión como narración y como una manera de salvar el tiempo y ese es el lugar que más me hizo vibrar como artista, la confesión como una manera de salvar el tiempo de estas obras.
T.: ¿Qué confesiones aparecen en esta obra que estás haciendo?
M.S.: Hay algo interesante que se juega y es esta cuestión de que aparece la obra pero detrás de la obra en sí siempre hay todo un recorrido para llegar a ser eso que también es poesía, y en "De interpretatione" hay un intento de poner en valor la poesía por detrás de la obra que uno ve: poner en valor que la puesta de luces que hice en "La gaviota", no solamente fue la puesta de luces de "La gaviota" sino también la última vez que vi a mi padre, toda esa combinación me parecía un entramado de una singularidad que tenía valor como para investigar porque como artista uno va buscando cómo expresarse y cómo en esa expresión encuentra su singularidad, ese es uno de los tópicos que transito, cómo expreso a través de Chejov mi singularidad.
T.: Está el relato, están las puestas anteriores, la biografía y la ficción.
M.S.: Muchas cosas son bien biográficas otras están ficcionadas en el sentido de que los relatos son ficciones: no hay hechos, hay interpretaciones, y los relatos nos permiten también "despertar de la ficción de este mundo", me parece que la obra está en esos espacios de hablar de los diferentes grados de ficción o de interpretación. En "Poética", Aristóteles plantea que es mucho más filosófíca la ficción que la historia, Y Ricoeur dice algo muy interesante en el sentido de que en un determinado momento señala qué podríamos saber del odio, del amor, de la ética si no fuese por la literatura.
T.: En "De interpretatione" aparecen Chejov y Shakespeare.
M.S.: Chejov es un confeso admirador de Shakespeare y entonces en eso plantean una ciertas oposiciones, en Shakespeare los tiranos dicen "voy a hacer esto" y van y lo hacen, en Ricardo III "voy a matar a mi hermano y después voy a matar a este y a este" y lo va haciendo, en cambio Chejov dice "voy a hacer esto" y no hace nada, es como doloroso, Chejov es doloroso pero tiene como telón de fondo a Shakespeare, esas cosas también tienen que ver con mi confesión teatral ya que yo trabajo en esos territorios hace mucho tiempo y me han enseñado mucho. Yo hago teatro hay porque muchas personas que lo hicieron y lo pensaron antes y yo estoy acá hoy y ojalá que alguien lo haga porque yo lo hago.
T.: Esta obra la escribiste, la dirigís y la actuás, ¿cómo fue el proceso?
M.S.: Primero trato de entender el mundo que quiero contar, en este caso Ricoeur, ver qué me permite, y eso lo escribo, después empiezo a ponerlo en el cuerpo, al ser alguien de teatro, entiendo con más profundidad cuando pongo el cuerpo, entonces yo soy algo que surge como actor y entiendo mucho desde ahí. Recapitulando: escribo, pongo en el cuerpo, tengo también un equipo de trabajo que me acompaña, a veces filmo para dirigirme, y luego reescribo. Yo sé que lo que escribí se va a reescribir, y una gran parte de la reescritura no es sólo la modificación del texto sino la puesta en escena, son el cuerpo y la puesta en escena los que me ayudan a reescribir.
Con interpretación, dramaturgia y dirección de Marcelo Savignone; iluminación e instalación visual de Nacho Riveros, arte sonoro de Luis Sticco, asistencia general de Milagros Coll, Damián Minervini, Guido Napolitano y Belén Santos, vestuario de Mercedes Colombo, "De interpretatione", producción ganadora del Premio CTBA a salas del circuito independiente, se puede ver los sábados a las 22 Belisario Teatro (avenida Corrientes 1624).
Con información de Télam