(Por Pedro Fernández M).- Fabrián Bril es el responsable de una nueva puesta de "La señora Macbeth", el notable texto de Griselda Gambaro estrenado en 2004, al que le imprime una intensidad desbordante con convincentes labores actorales.
La nueva puesta, que se puede ver los sábados a las 20.30 en El Excéntrico de la 18° del barrio de Villa Crespo, rescata la primera intención de Gambaro, que a pedido escribió el texto para ser interpretado por Alejandro Urdapilleta pero que luego fue protagonizado por Cristina Banegas (que administra la sala en la que se ve esta versión) con dirección de Pompeyo Audivert.
En este caso, Bril eligió a Betto Vivas, de encomiable labor sobre el escenario, en un texto que no da respiros ni, casi, pausas en su tensión dramática, que arranca en los nerviosos preparativos de una cena hasta el eclipse funesto de la historia.
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También las tres brujas, constantemente en escena, se destacan en su performance casi coreográfica y multifónica en la que al modo de un lúcido, oscuro y decisorio coro crean el clima propicio de una tragedia manchada de sangre y remordimientos, que anuncian a cada paso y parecen disfrutar.
Gambaro propone una reescritura o quizás una intervención sobre el original de Shakespeare "Macbeth" creando un texto nuevo que aunque sigue la crónica y el lenguaje del anterior, incluso muchos parlamentos, pone a "la señora" en el centro de la escena a modo de un nuevo imán gravitacional en torno del que todo orbita en forma desquiciada.
En este movimiento, la autora de "La malasangre", "Nada que ver", "Antígona furiosa", ilumina una nueva cara de un fantástico poliedro en sombras de la obra de Shakespeare que en nada desmerece el original sino que le rinde justicia en cada trazo de su escritura.
Con la escenografía austera propia del teatro independiente: sobre el escenario hay solo cinco actores y actrices, dos músicos y una suerte de taburete caja, de donde en algún momento saldrán marionetas para montar una representación (en otro giro de alcance shakespereano) y una iluminación oscura que remite al territorio interior de ciertas almas, "La señora Macbeth" no da respiro.
Aun cuando Gambaro señalara sobre su creación que "en este nuevo texto, el motor que mueve a Lady Macbeth no es tanto la ambición de poder sino el amor", esto no interfiere en el desarrollo pautado por el original sino en las voces que pueden enunciarlo y encarnarlo.
Otra vez en Shakespeare, la falla moral que inaugura un asesinato instigado por las lógicas del poder pone en movimiento una serie de acciones incontrolables y necesarias -que justifiquen y den sentido a la primera atrocidad-, generando una cadena de aberraciones que pudieran no tener más límite que la muerte, en una suerte de desesperado, cruel y sanguinario policial político.
El remordimiento, la culpa, los fantasmas que que se agitan cuando se han traspasado límites convenidos como infranqueables, vuelven a corporizarse (otra vez Shakespeare y otra vez la tragedia) con una fuerza tan arrolladora que se desdibujan las fronteras entre lo material y lo inmaterial, poniendo otra vez en el centro de la escena la convivencia perpetua de estos dos universos que alimentan la vida en el planeta Tierra.
Con dramaturgia de Griselda Gambaro, dirección de Fabián Bril, actuaciones de Betto Vivas (Lady Macbeth), Patricia Roncarolo. Marcela Díaz, Joaquín Tomassi (las brujas) y Ana María Villafañe (Fantasma de Banquo), música en vivo de Mahuro Coletti y Eugenio Sánchez; Asistencia de Dalina Degiorgi; Diseño de movimiento de Jazmín Titiunik; Diseño de vestuario de Uriel Cistaro; Realización de vestuario de Patricia Mizraji; Diseño de maquillaje de Adam
Efron; Diseño de escenografía de Mariano Castillo; Realización de escenografía de Gabi Peperina y Mariano Salvador Castillo; . Realización de títeres de Antonela Fucenecco y Mariano Salvador Castillo; Diseño de música y sonido de Mahuro Coletti; Diseño de iluminación de Magalí Perel; y Coach actoral de Betto Vivas a cargo de Inés Estévez, "La señora Macbeth" se puede ver todos los sábados a las 20.30 en El Excéntrico de la 18, Lerma 420 de la ciudad de Buenos Aires.
Con información de Télam
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