(Por Sergio Arboleya, enviado especial). La tantas veces vapuleada frontera entre la música popular y académica tuvo anoche, en la penúltima velada del 20° Encuentro rosarino en el Teatro del Parque España, un fecundo lazo estético con foco en el concierto Música argentina para cuerdas que reunió a la Orquesta de Cámara Municipal con artistas de la canción, pero también con el set de apertura a cargo de Lilián Saba y Marcelo Chiodi.
De punta a punta de una noche de 100 minutos de duración, la belleza, la sensibilidad y el testimonio se reunieron más allá de las formaciones y los estilos para añadir otro gesto de audacia de este espacio cultural al tender puentes entre lo popular y lo académico.
Sin forzar los territorios sonoros y, en cambio, generando un cruce virtuoso que bien podría sintetizarse a partir de la simplificación de apreciar música de la buena en desmedro de la otra, el Encuentro de Música Popular de Rosario regaló otra función para su rica historia.
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Música argentina para cuerdas, propuesta estrenada en marzo pasado para acompañar la memoria en un nuevo aniversario del golpe cívico-militar perpetrado en 1976, llegó naturalmente a esta cita colectiva ya que varias de sus voces populares conforman el staff fundador y continuador del proyecto que está festejando dos décadas de actividad.
La Orquesta de Cámara bajo la batuta del pianista Lucas Querini y con su dotación de violines primeros, violines segundos, violas, violoncellos y contrabajos, añadió las percusiones de Juancho Perone y la guitarra de Marcelo Stenta, para abismarse en el repertorio folclórico y de la canción con una delicada y cuidada puesta.
Sobre esa base inspirada y elaborada, las voces de Myriam Cubelos, Aldana Moriconi, Martín Neri y Julián Venegas fueron capaces de completar un entramado donde la excelencia habla una lengua popular sin pedir permiso, sin tener que subirse a un banquito o maquillarse para la ocasión.
Toda esa formación instrumental y vocal (con canto solista, en dúos, y cuarteto, según lo demandara el programa previsto) funcionó como tributo, evocación y actualidad en torno a obras de Raúl Carnota, Chacho Muller y Jorge Fandermole hasta llegar al final con Yo vengo a ofrecer mi corazón, de Fito Páez.
El canto maestro de Cubelos inauguró el segmento primero leyendo Plan de exterminio de Eduardo Galeano y luego entonando "Esencia de mi pueblo", primero de la trilogía de Carnota que continuó Neri (tras narrar Dame la mano de Paco Urondo con su sobrecogedora estrofa Arderá el amor; arderá su memoria, hasta que todo sea como lo soñamos, como en realidad pudo haber sido) y "Pecado de juventud" y cerró Moriconi con "Gatito e las penas".
El tramo dedicado a Muller reunió a "Pescadores de mi río" (sobre arreglo de Juan Quintero y cantado por Moriconi), el triunfo "Mariano el abanderado" (que Cubelos prologó con otro escrito de Galeano), el lirismo de Venegas para "Ay, Soledad" y un encendido Neri sobre la huella "Pampa gringa".
La dupla Neri-Cubelos abrió el segmento Fandermole (otro honor, dijeron a dúo, con "Oración del remanso"), Venegas navegó con "Chamarrón de proa", mientras que con Neri compartió "Huayno del diablo" (que en su hechura añade a Lucho González) y con Moriconi hizo "Sueñero".
Después de La muerte duplicada, texto del rosarino Jorge Riestra, la totalidad del elenco se unió para "Yo vengo a ofrecer mi corazón", sumando a la mesa a un Fito más allá de su recorte serial.
Pero antes de esa actuación de fondo, la refinada propuesta de Saba-Chiodi en piano y vientos introdujo sabiamente esa atmósfera donde la música es una sola y brumosa caricia que burla casillas y denominaciones.
Primero en dupla con una nueva lectura en torno "Saramani" (pieza que la pianista creó como homenaje a Sara Mamani) y enseguida integrando a Perone en la percusión para otro tributo, en este caso, al fallecido percusionista Rodolfo Sánchez con la hermosa zamba "Años después" compuesta por Chiodi.
Otras dos obras de Saba: "Malambo libre" (también título de un disco que está cumpliendo 20 años) que compartió con Perone y el huayno "Sol y luna", en este caso en trío, fueron más que un aperitivo sino una magnífica puerta de entrada a lo que llegaría instantes más tarde.
La clausura de este cumpleaños que merecería una audiencia más nutrida volverá a tener sede hoy en la sala del Parque España con una propuesta cuyo plato saliente es el homenaje a la pianista, autora y formadora Hilda Herrera.
Con información de Télam