El documental "El juicio" expone en toda su dimensión las atrocidades de la dictadura militar

05 de abril, 2023 | 13.16

(Por Hugo F. Sánchez) Más de 500 horas de material de archivo grabado por la entonces Argentina Televisora Color del Juicio a la Juntas Militares en 1985 es rescatado por el cineasta Ulises de la Orden en el documental "El juicio", que tuvo su premier mundial en la Berlinale y se proyectará todos los viernes de abril a las 20 en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), ubicado en Figueroa Alcorta 3415 del barrio porteño de Palermo.

El décimo filme de De la Orden, luego de "Río arriba" (2006); "Tierra adentro" (2011); "Desierto verde" (2013); y "Vilca, la magia del silencio" (2021), entre otros, trabaja pura y exclusivamente con el registro del canal estatal de las jornadas del histórico juicio que terminaron condenando a las juntas por la violación sistemática a los derechos humanos durante la última dictadura.

"Me motivaba el tema de que el juicio había sido un parteaguas en nuestra historia y estaba completamente fuera de la agenda, nadie hablaba de eso", contó el director en comunicación con Télam sobre el origen del proyecto.

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Además de la inevitable referencia a "Argentina, 1985", De la Orden se refirió al desafío que implicó la "rigidez" del material que tenía entre manos para hacer un documental atractivo, que no fuera una sucesión de casos atroces sobre el accionar de los militares, con su carga de tortura, violaciones, saqueos, desapariciones y ejecuciones.

"Básicamente el alegato de Julio César Strassera y Moreno Ocampo nos dio el pie para ordenar temáticamente la película", explica De la Orden, que explicó que hubo que encontrar una "nueva cronología" al juicio, una nueva mirada que se enriqueció con la catalogación realizada previamente de "los planos, los movimientos de cámara, detalles de miradas que se sacaron de grabaciones de días distintos, quizá con meses de diferencia".

Télam: ¿Por qué un documental sobre el Juicio a las Juntas?

Ulises de la Orden: Empecé a darle vueltas a esta idea hace unos diez años más o menos, caóticamente, sin orden, pero empecé a leer, a mirar en Internet qué había sobre las Juntas porque me motivaba el tema de que el juicio había sido un parteaguas en nuestra historia y estaba completamente fuera de la agenda, nadie hablaba de eso, entonces me dispuse a investigar el tema a ver si el camino me llevaba a hacer una película.

Y lo primero que apareció en la investigación es que había 530 horas de imágenes inéditas que había grabado lo que era en esa época Argentina Televisora Color (ATC). Lo segundo que apareció es que había una copia en Noruega y lo tercero es que había una copia digitalizada de ese archivo, así que me dispuse a buscarla.

T: ¿Y cómo llegaste a esa copia digitalizada?

UDLO: Durante el gobierno de Macri me negaron toda colaboración en la TV Pública. Después fui a buscar el Archivo General de la Nación y de ahí me mandaron a la Universidad de Salamanca, que eran los que habían financiado la digitalización. Finalmente, de la mano de un amigo, llegué a la organización de derechos humanos Memoria Abierta, en donde conocían mi trabajo previo y además tenían ganas de hacer algo con ese archivo, por eso se convirtieron en los productores asociados de la película al gestionar esa copia que es propiedad de la Cámara Federal de Justicia.

La copia en Noruega tiene que ver con que ATC, en 1985, había sacado dos copias U-matic, una que se preservó en la Cámara Federal y otra que no sabemos qué pasó.

Lo cierto es que cuando empiezan los alzamientos carapintada, los jueces asumen que ese archivo corría riesgo de ser destruido si había un golpe de Estado, entonces deciden hacer una copia en VHS y consiguen a través de la fundación International Penal and Penitentiary Foundation, una asociación de jueces, que invitan a los jueces argentinos para que en una ceremonia depositen ese archivo en el parlamento noruego. Hoy ese material está ahí preservado como Patrimonio de la Humanidad.

T: ¿Cómo se hace cine con todo ese material de archivo grabado sin ninguna pretensión artística, con el solo objetivo de tener un registro audiovisual del juicio?

UDLO: La primera particularidad de este material es la rigidez, hay días enteros que la cámara no se mueve y cuándo se producen cambios de plano, son dentro del marco de un formato de un lenguaje televisivo anticuado.

Para darle a ese archivo un lenguaje cinematográfico, la primera tarea fue verlo todo, después catalogarlo y planillarlo exhaustivamente. Ahí aparecieron algunas decisiones que fueron fundamentales: la primera fue evitar que la película fuera un catálogo de casos, pero teníamos que evitar caer en esa tentación porque lo que queríamos contar era el juicio, no casos en particular.

T: Esa decisión sobre cómo encarar el documental es el espejo de lo que pretendía probar la Fiscalía sobre que la violación a los derechos humanos había sido un plan sistemático.

UDLO: Exactamente, la Fiscalía tenía como objetivo probar que los delitos que se ventilaban en el juicio eran responsabilidad de los comandantes y tenían que probar el plan sistemático. Básicamente el alegato de Julio César Strassera y Moreno Ocampo nos dio el pie para ordenar temáticamente la película, porque si bien el juicio en sí mismo es una puesta en escena y casi una pieza de dramaturgia con un conflicto de fuerzas que se oponen, la cronología de eso no nos servía para armar el relato que cuente la historia del juicio, por eso la segunda gran decisión fue construirle al juicio una cronología nueva.

Y el último proceso fue ir a buscar en toda esa catalogación que habíamos hecho los planos, los movimientos de cámara, detalles de miradas que se sacaron de grabaciones de días distintos, quizá con meses de diferencia.

T: El juicio sigue el mismo procedimiento al que recurrió el documentalista israelí Eyal Sivan en "El especialista", en donde trabajaba exclusivamente con el material grabado del juicio al criminal de guerra Adolf Eichmann. ¿Fue una referencia?

UDLO: Sí, es prima hermana de "El juicio" en cuanto a que todo transcurre dentro de la sala del juicio y que recurrió a archivos de muchos años atrás, pero es distinta la puesta de cámara y es distinto el juicio a Eichmann. Pero sí, las dos películas trabajan parecido, no salen nunca de adentro del juicio y no tiene ningún tipo de artificio, salvo un montaje. También tuvimos como referencia "La guerra de un solo hombre", del argentino Edgardo Cozarinsky.

T: ¿Cuál fue el impacto cuando te enteraste de que existía el proyecto de una ficción sobre el Juicio a las Juntas, que terminó siendo "Argentina, 1985"?

UDLO: Me cayó como un balde de agua fría, porque en una primera instancia era como mi tema, pero después tenés que darte un baño de humildad y asumir que el tema es de todos; cuanto más se hable de posdictadura, de nuestro proceso de justicia, mejor. Y claro, "Argentina, 1985" está muy bien, llegaron muy lejos. Ellos hicieron algo que era uno de los objetivos que teníamos con la película que era "bueno, no se habla del Juicio de las Juntas, hagamos algo para ver si lo llevamos a la mesa de todos" y hoy en día el tema está en la agenda de todos.

Si vemos el Juicio a las Juntas y las posteriores leyes de impunidad, fue un fracaso, pero si lo vemos desde hoy en día, fue el cimiento sobre el que luego se construyó todo un proceso de justicia que todavía continúa, con más de dos mil tipos que estaban en juicio, más de mil condenados y otros mil y pico que murieron mientras estaban siendo procesados. Es decir que el proceso de justicia en Argentina se llevó adelante y sigue, es único en esto y es algo de lo que deberíamos enorgullecernos.

Con información de Télam