Diane Denoir: "Me siento una comunicadora, no una artista estrella"

05 de diciembre, 2023 | 17.17

La cantante Diane Denoir, referente de la música popular uruguaya y musa inspiradora de Eduardo Mateo –quien fue su guitarrista y socio musical-, se reencontrará con el público porteño en un concierto que dará mañana a las 22.45 en Bebop Club, donde al frente de su trío interpretará un puñado de canciones urbanas latinoamericanas.

Dueña de una voz dulce y singular, Denoir es reconocida en su país y en otras partes del mundo (Japón, Estados Unidos, Argentina, Suiza y España), como una artista de culto, un mote al que prefiere esquivar: “Yo no sé si soy una artista de culto, me cuesta ponerme en ese lugar” expresó en diálogo con Télam desde Montevideo, ciudad en la que nació y que tuvo que abandonar con el golpe de 1973 para mudarse a la Argentina primero (donde vivió hasta 1976) y Venezuela después.

“Cada vez que me dan un premio o un reconocimiento como cuando ahora me declararon Ciudadana Ilustre de Montevideo, me sorprendo, como me sorprende que fuera del Uruguay que quieran editar hoy algún disco mío en vinilo. Me siento una comunicadora, no una artista-estrella”, afirmó la intérprete y creadora de "Como un pájaro libre" (en coautoría con Adela Gleijer), canción que nunca cantó y que recorrió el mundo en la voz de Mercedes Sosa.

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La dama de ojos verdes, hija de padres austríacos que migraron a Uruguay a fines de la década del 30, dio sus primeros pasos como cantante en el Teatro Solís de Uruguay en 1966; fue la única mujer en conformar la importante corriente musical del "Candombe Beat", que marcó un hito para la música rioplatense y que se caracterizó por las influencias del candombe, la canción francesa, la bossa nova, el rock y el pop.

El disco “Inéditas”, publicado en 1998 y reeditado en 2008 reúne algunas grabaciones de Denoir con Mateo durante esos años.

La cantante recordó con cariño los tiempos que compartió cuando la acompañaba el guitarrista Eduardo Mateo -uno de los exponentes más influyentes hasta hoy en este género innovador- quien le compuso muchas de las canciones que a través de su voz se erigieron en clásicos, entre los que se cuentan “Mejor me voy”, “Esa tristeza” y “Hoy te vi”. Juntos grabaron en 1972 el mítico disco “Diane Denoir”.

“Tengo los mejores recuerdos e imágenes de Mateo, mi guitarrista y socio musical, un gran creador absolutamente vanguardista y un ser humano de gran generosidad y calidad humana”, expresó la artista que incluirá varios de los temas de Mateo en el show de mañana.

Acerca de la importancia y vigencia de su obra, la cantante afirmó: “No me extraña que su música siga vigente, Mateo fue un creador adelantado a su tiempo, por eso muchos no lo comprendieron en su momento y recién lo empezaron a valorar muchos años después. Y claro que su obra tiene vigencia en la actualidad. Yo misma hasta hoy, voy cantando diferentes temas de Mateo, muchos de los cuales no canté nunca con él y su capacidad creativa me sigue maravillando. Se merece todos los reconocimientos del mundo. Es un grande con mayúscula”.

En la presentación de mañana en Bebop Club, el local ubicado en Uriarte 1658, la cantante ofrecerá un concierto íntimo junto a un trío de destacados músicos de amplia trayectoria en el jazz y el candombe beat, integrado por Daniel "Lobito" Lagarde en contrabajo, guitarra, arreglos y dirección musical; Andrés Arnicho en teclados y Nelson Cedrez en batería.

La voz de Diane está presente en varias películas de Estados Unidos y Uruguay, y recientemente también en Argentina en la muy premiada "La uruguaya", una adaptación de la obra escrita por Pedro Mairal, bajo la dirección de Ana García Blaya.

Télam: ¿Cómo te preparás para esta presentación en Argentina?

Diane Denoir: Esta presentación en Bebop representa para mí una gran alegría porque es un reencuentro con el público argentino que es tan cálido, y con el que quiero compartir mi propuesta de música urbana de América Latina, con canciones que dicen muchas de las cosas que quiero transmitir, junto a tres grandes músicos con los que me siento muy a gusto por la comunicación musical que hemos logrado construir entre nosotros.

T: Después de tanto recorrido en la historia de la música y la canción, ¿cómo describirías este presente artístico como creadora e intérprete?

DD: Te diría que es un momento de disfrute. Siempre he cantado los temas que tenía ganas de cantar, ya fueran bossa-nova, rock, chanson francesa o candombe beat. Ahora tengo un doble retorno: por un lado la satisfacción que a mis conciertos venga gente muy joven, lo que es muy alentador que a esas nuevas generaciones les interese hoy mi trabajo; y la segunda devolución o retorno es que alguno de los temas que he compuesto o interpretado se mantengan vigentes.

T: ¿En qué aspecto sentís que fuiste cambiando más, o evolucionando a través de los años?

DD: La vida por suerte es un cambio permanente, y en ese sentido creo que mi vida no ha tenido nada de monótona o lineal, muy al contrario: me interesa todo lo que pasa a mi alrededor y en el mundo, no soy una espectadora pasiva sino una militante de la vida en el sentido más pleno de la palabra. Y eso se nota, llamále madurez, en algunos aspectos te consolidás, en otros sos más flexible pero también reafirmás tus principios y la ética.

T: ¿Qué representa en tu vida el hecho de haber integrado la importante corriente musical del "candombe beat"?

DD: Fue una época de gran frescura y espontaneidad en la que íbamos descubriendo nuevos caminos musicales y disfrutábamos mucho lo que hacíamos. No pensábamos que estábamos creando una nueva corriente musical que iba a abrir otros caminos o géneros musicales. Fuimos creando con una gran espontaneidad y sin darnos cuenta que nuestras propuestas podrían trascender e incluso permanecer.

Con información de Télam