La tercera jornada de la 54ta. edición del Festival Nacional del Litoral convocó anoche a cientos de espectadores que colmaron el Anfiteatro Manuel Ramírez de la ciudad de Posadas, Misiones, y disfrutaron de grandes exponentes de la música de la región.
Uno de los momentos más ovacionados y emotivos de la noche llegó de la manos de uno los máximos referentes del folclore, el cantante y guitarrista argentino Gregorio Zamba Quipildor, quien recibió el premio mayor del Festival, el Mensú de Oro, luego de realizar un concierto que emocionó a un público agradecido.
Esta distinción fue entregada por el Intendente de la ciudad de Posadas, Leonardo Stelatto. Hasta yo me emocioné porque no esperaba ver esa reacción de la gente. El respeto fue realmente hermoso, expresó Zamba al bajar del escenario.
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Contra todo pronóstico debido a las inclemencias climáticas y con una grilla reducida, se realizó la tercera noche en la cual se vivió un ambiente festivo, donde surgió una comunicación especial entre los artistas y el público.
Consolidando el festival como una celebración única de la cultura del Litoral argentino, los bailarines, músicos y cantantes se adueñaron del escenario realizando presentaciones inolvidables donde los espectadores respondieron con risas, cantos, bailes y emociones a flor de piel.
El cierre de este clásico encuentro, previsto para esta noche, estará a cargo del histórico Chaqueño Palavecino, además de una amplia variedad de artistas.
El Festival nació por iniciativa de artistas y trabajadores de la cultura, y en noviembre de 1963 empezó como el Festival de la Música Litoraleña en el Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez, el mayor escenario de la provincia construido para cubrir los partidos de un Campeonato Nacional de Básquetbol y que permitía alojar cómodamente sentadas al aire libre a unas 6 mil personas.
El encuentro a su vez, era un puntapié para que los artistas den un salto a la fama, como sucedió con Luis Landriscina, Los Hermanos Cuestas, Chango Spasiuk y Ramón Ayala, entre otros.
A partir de 2008, cambió su denominación y pasó a ser Festival de la Música del Litoral y del Mercosur. Desde esa fecha los artistas de los países fronterizos recuperaron su anterior protagonismo y papel fundamental en esta rica historia.
Con información de Télam