(Por Agustín Argento) El Festival de Cine Colombiano en Buenos Aires (FICCBA) presentará, entre el 4 y el 10 julio, una selección de filmes de Colombia y Argentina, que se podrán ver gratis en el Centro Cultural San Martín, entre los cuales está "Pirotecnia", cinta de Federico Atehortúa Arteaga, que con la excusa de contar una historia familiar, narra la historia del país y de cómo se manipulan las imágenes.
"El cine colombiano goza de buena salud, sobre todo en el cine documental y también en en géneros que uno podría llamar 'marginales'. Ahí es donde creo que hay mucho por venir, en esas películas que además se financian al margen de los sistemas habituales de financiación del cine en Colombia", dijo a Télam el productor y coguionista de "Pirotecnia", Jerónimo Atehortúa, quien además estará en un conversatorio del Festival.
Esta edición hará pie en las recientes protestas sociales en Colombia y traerá 29 películas, entre cortos y largometrajes, que girarán en torno la memoria, no sólo individual, sino colectiva. Y justamente la película de Atehortúa aborda ese concepto desde lo público y lo privado.
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A raíz de una suceso familiar, el director intenta crear una película de su familia, pero al llevar el material familiar a digitalizar, se encuentra con que el técnico le cuenta que todas las semanas aparece alguien que quiere hacer una película sobre su madre, padre o abuelos. Allí, el realizador en vez de abandonar el proyecto, indaga aún más en los recuerdos, hasta conseguir un relato que bordea tanto lo familiar como la propia historia colombiana del Siglo XX, con el cine y sus imágenes manipuladas como justificación del relato.
"La película reflexiona sobre esa tradición que se está creando en el cine latinoamericano. Creo que hablar de los padres es también una forma de hablar del mundo del que venimos", reflexiona Atehortúa.
"A veces sale algún crítico -opina- mostrando su cansancio por las películas de padres. Y cada tanto sale una nueva película que lo cambia todo y lo renueva. Hablar de los padres es un tema eterno en un punto, pues gran parte de toda la tradición occidental trata sobre, sobre la confrontación con y también sobre su pérdida".
"Había también una idea -ahonda- de mezclar imágenes, como si se hiciera zapping, porque la película también se pregunta qué tiene que ver el conflicto armado conmigo, colombiano, que no la ha experimentado de primera mano, pero que toda la vida ha estado expuesto a él".
El FICCBA, además, presentará el Archivo Shub, un acervo de imágenes, en soportes magnéticos de video y audio, fílmicos y fotográficos desde 1930 hasta 1990, que se concentra en la recuperación de materiales audiovisuales para su difusión a partir de procesos de formación y creación.
En el festival se proyectará una selección de siete cortometrajes junto a un conversatorio con Daniel Cortés (Productor Archivo Shub), Tiagx Vélez (Director Hijos de la luz) y Atehortúa, quienes dialogarán sobre los procesos creativos, gestión de archivo y otros modelos de producción.
A su vez, se realizará también una performance homenaje al icónico realizador colombiano Ciro Durán, fallecido este año, con la proyección de "El pasado es ficción. Carta de un hijo a su padre cineasta", de Vladimir Durán, hijo del director de "La toma de la embajada" y "La nave de los sueños".
La cinta "Pirotecnia" se encuentra programada entre filmes como la argentina "Adios a la memoria", de Nicolás Prividera; "Los Zuluagas", de Flavia Montini; "Apuntes desde el encierro", de Franca González; "Más allá de la noche", de Manuel Ponce De León Restrepo; "Entre fuego y agua", de Viviana Gómez Echeverry y Anton Zarco Wenzel; "Eami", de Paz Encina, y "El film justifica los medios", de Juan Jacobo del Castillo.
T: La película intenta mostrar los comienzos del cine y las fábulas que se pueden armar con las imágenes. ¿Creés que tu película guarda en sí su propia fábula? ¿Cuál sería?
JA: Difícil de contestar porque depende lo que se entienda por fábula. La película lo que hace es identificar una tradición en el cine colombiano y ubicarse dentro de ella. No sabría si a eso lo le podríamos dar la entidad de fábula. Creo que una película que está en el terreno del cine de ensayo y si se quiere poner en esos términos, lo que intenta es mostrar que existen lazos entre la vida familiar, la vida íntima, y la política y los conflictos que atraviesan a todos los colombianos y a todos los seres humanos. Digamos, la película dice que nada es un asunto que solamente compete a lo privado, sino que es algo que tiene continuidad. Es como un entramado social y político resquebrado.
T: La película, además, vincula mucho a Colombia con la violencia. ¿Qué espacios para la Colombia pacífica creés que quedan o hay?
JA: Bueno, vincular a Colombia con la violencia no es decir que en Colombia es todo violencia. Por supuesto que violencia es un significante importantísimo; es algo que atraviesa a nuestra experiencia de lo cotidiano; la época de la violencia también es una tradición literaria y artística, pero eso no significa que todo eso sea Colombia. Colombia es un país riquísimo culturalmente y donde la experiencia de ser colombiano tiene muchas dimensiones. También la paz se ve en las personas que se paran contra las violencias institucionalizadas. Esos son terrenos de paz.
Con información de Télam