El productor y comunicador Claudio Villarruel es el nuevo director artístico y de programación de la AM 990, que pone en marcha desde el lunes una grilla 2022 que lo tiene también a él mismo, desde las 12, al frente de su ya clásico ciclo "Detrás de lo que vemos".
El envío, que se muda así de la AM 750 donde se emitía el año pasado, cumple una década al aire, y pondrá a Villarruel a jugar un doble rol de programador y conductor.
"Sigo creyendo que la TV y la radio continúan siendo una gran caja de resonancia del imaginario colectivo. Por todo esto, creyendo que hay cosas que todavía se pueden cambiar, me gustó la idea de poder aportar, humildemente, desde mi lugar", apuntó en charla con Télam, quien fuera director artístico de Telefe secundado por Bernarda Llorente durante la década del 2000, experiencia que repetirían juntos luego en radio Del Plata.
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Sobre el presente del periodismo y el desafío de pensar un proyecto global para un medio como la AM 990, Villarruel conversó con esta agencia.
Télam: ¿Con qué objetivo se armó la nueva propuesta integral de la AM 990?
Claudio Villarruel: Tengo la sensación de que los medios se fueron alejando de las inquietudes, problemas y sueños de la gente. El negocio de la "grieta", la futbolización del debate público y la farandulización de la política minaron el puente histórico entre la sociedad y los medios. Trataremos de hacer lo que cada uno de nosotros hizo siempre pero entretenidamente. La etimología del verbo entretener está formada con "entre" y "tener": la idea de "tener a uno en suspenso" o simplemente "tener su atención". Intentaremos captar "esa atención" de nuestros oyentes a partir de escucharlos para hacer los mejores programas y superarnos cada día. Esto no implica tener grandes notas, grandes segmentos, que obviamente son muy importantes, sino de cómo contamos la realidad, lo que nos pasa, a partir de nuestras singularidades.
T: ¿Qué viene a sumar al universo de las AM la nueva programación?
CV: Este es un trabajo a largo plazo, armamos una programación con profesionales de primer nivel. La idea es informar amigablemente con la impronta de cada conductor. Estoy convencido de que se puede hacer una comunicación profunda de una manera atractiva y entretenida para el oyente que, en este proyecto, va a tener un rol relevante. Vamos a estar muy atentos a sus inquietudes y problemas porque en definitiva son las mismas cuestiones que nos pasan a todos los que hacemos la radio. En un mundo cada vez más deshumanizado vamos a intentar recuperar la palabra para interpretarnos e interpelarnos como ciudadanos de sociedades cada vez más incomunicadas.
T: ¿Cómo definiría su línea editorial? ¿Se puede pensar de antemano el perfil de la radio o es una construcción que se forma con los meses de aire?
CV: Cuando uno programa, sobre el papel en blanco, lo hace sobre la base de un concepto general compuesto por ideas, principios, valores, expectativas, intuiciones, percepciones y algunas convicciones. Luego se piensa en los intérpretes de esa idea general y va acomodando las partes de esa totalidad que tiene que estar al aire, en vivo, los siete días de la semana durante todo el año. Lo que sucede luego de que se lanza una programación es un proceso de retroalimentación que va consolidando el perfil de la radio. Aspiramos, esencialmente, a que sea una emisora comprometida con lo que le sucede a la gente de a pie, donde los comunicadores que formamos parte tengamos conciencia de que somos privilegiados de hacer lo que nos apasiona y poder aportar, humildemente desde nuestro lugar de trabajo, a la construcción de una sociedad mejor. Si bien uno tiene una idea del perfil, éste se va conformando en la dinámica diaria en que se relacionan y consolidan todos estos elementos.
T: El Grupo Alpha Media también gerencia Radio Rivadavia, que tiene un perfil editorial claramente opositor, que se podría enmarcar como conservador, ¿la 990 será la contracara de esa línea?
CV: No creo que lo hayan pensado desde ese ángulo. Es un grupo empresario en crecimiento y calculo que quiere generar propuestas para todas las audiencias. En lo personal, pienso que nunca hay que encarar un proyecto pensándolo en relación a otro. La idea que tenemos en la 990 es hacer una radio que salga a competir con los mejores profesionales y herramientas, anclándonos en la nobleza de nuestras mejores intenciones. La idea es que encontremos nuestra singularidad en el camino y que la audiencia que se sienta identificada con las ideas que tenemos sobre cómo hacer periodismo nos acompañe en esta travesía.
T: En lo personal, ¿qué lo motivó a asumir el desafío de dirigir nuevamente un medio?
CV: Todavía me lo estoy preguntando (risas). Cuando decidí dejar la dirección de Telefe después de diez años apasionantes junto a Bernarda Llorente, y luego la de Radio Del Plata, me propuse mirar a los medios desde otro lugar. En el camino, sin querer, descubrí la radio y por decantación, algo que siempre rondaba mi cabeza, la conducción. Esto me permitió ver el entramado de los medios desde un lugar más de observador participante que de decisor. Fue una experiencia muy valiosa que me permitió analizar, en el contexto de la explosión tecnológica de los streaming y las redes, cómo se iban acomodando los medios tradicionales a quienes les auguraban fecha de defunción. Allí comprendí, increíblemente, que algunos de los que manejaban esos medios no habían entendido el mensaje de la revolución digital. Proponían respuestas viejas para problemas nuevos y de otra índole. Frente a la minimización de ganancias apostaban a la precarización laboral y estructural; frente a la irrupción de las plataformas proponían contenidos de bajísima calidad. Así, los que debieron liderar los cambios para que el campo audiovisual tradicional pueda sobrevivir, se transformaron en sus propios verdugos, no arriesgando, condenando a los medios masivos a ocupar un lugar degradado dentro de la producción audiovisual del siglo XXI. Yo sigo creyendo que la TV y la radio continúan siendo una gran caja de resonancia del imaginario colectivo. Por todo esto, creyendo que hay cosas que todavía se pueden cambiar, me gustó la idea de poder aportar, humildemente, desde mi lugar.
Con información de Télam