Juan "Tata" Cedrón y Rodolfo Mederos, dos referentes del tango y la música popular argentina, confluirán por primera vez desde el sábado en un ciclo de cuatro conciertos que tendrá por sede la sala porteña del Torquato Tasso.
El acontecimiento promovido desde el Tasso capaz de reunir a un par de icónicos y esenciales artistas tangueros permitirá apreciar dos de los modos en los que el género ha encontrado cauces expresivos tan personales como influyentes.
Guitarrista, autor y cantante, "Tata", de 83 años, fue fundador del emblemático Cuarteto Cedrón, que lleva más de medio siglo de historia en una singular apuesta entre la tradición y la innovación de la canción en el tango.
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Desde una sonoridad criolla abordó obra propia y puso al tango en diálogo con líricas que no le eran propias o no habían sido pensadas para su universo musical como las de Bertolt Brecht, Dylan Thomas, Juan Gelman, Roberto Arlt, Raúl González Tuñón, Julio Cortázar, Oliverio Girondo, Jorge Luis Borges, Héctor Pedro Blomberg, Rosa Cedrón -su hermana menor-, César Vallejo y Joseph Conrad, por citar solamente algunas.
Con 82 años, Mederos, en tanto, pone su bandoneón y su obra al servicio de una vertiente instrumental que también es capaz de dialogar con lo fundante del género y explorar nuevas posibilidades estéticas.
Fue bandoneonista de la orquesta de Osvaldo Pugliese, también forjó lazos musicales con las vanguardias encarnadas por Astor Piazzolla y Eduardo Rovira y coronó la más fecunda cruza entre tango y rock de la mano del grupo Generación Cero, una propuesta que retomó desde 2019 y que actualmente convive con una posición que desde hace años pondera la tradición del tango como nutriente y perspectiva.
Contemporáneos y tan personales como diferentes y afines para aportar al desarrollo expresivo de la música ciudadana y otros estilos criollos, Rodolfo y Juan harán desde el sábado algo que nunca antes sucedió: compartir escenario.
"Estos espectáculos generan un enriquecimiento para el público porque abren el panorama al proponer dos voces que, como en este caso, responden a estilos diferentes", postula Cedrón a Télam.
Y en esa reflexión, el "Tata" evoca: "A Rodolfo lo conocí en 1963 cuando en una gira que hice con Paco Urondo, Juan Gelman, César Stroccio y Miguel Praino conocí a su quinteto en un recital en la Universidad de Arquitectura y me gustó por supuesto y por eso luego lo invité a tocar en Gotán, un café concert que abrimos en 1965 en Talcahuano 360".
Para sintetizar ese camino, redondea: "Somos de la misma generación y ambos hacemos música acústica, así que va a ser interesante volver a coincidir".
Por su parte Mederos señala a Télam: "Este es un encuentro donde compartimos el mismo escenario, con nuestras diferentes expresiones dentro del tango, donde ambos tenemos el fin de rescatar la memoria de la cultura popular. Además, esta diversidad musical amplía y potencia la experiencia del público".
Acerca de cuál de los programas posibles que atesora y transita ofrecerá en estas cuatro citas, el músico comenta que su tarea en esta ocasión "será la de hacer un repaso de la historia a través de las obras de los clásicos", dejando para otra ocasión sus búsquedas "hacia otros horizontes".
Con la incógnita acerca de si los universos sonoros de ambos tendrán algún cruce de carácter histórico por la magnitud de ambos legados, la serie de actuaciones se sucederán los sábados 6, 13, 20 y 27 de agosto a las 22 (con apertura de sala desde las 20) en el espacio ubicado en Defensa 1575.
El "Tata" actuará acompañado por Daniel Frascoli (guitarrón), Julio Coviello (bandoneón) y Federico Terranova (viola), mientras que Mederos tocará en yunta con Sergio Rivas (contrabajo) y Armando de la Vega (guitarra), sumando también el canto de Negro Falótico.
Télam: ¿Puede pensarse que las diferencias estéticas entre ustedes dan cuenta de la riqueza y de la diversidad que el tango porta consigo?
Juan "Tata" Cedrón: Entre nosotros podemos dialogar porque los dos hacemos música acústica. Siento un gran respeto por Rodolfo porque es un trabajador de la música muy muy muy ecléctico, muy abierto, que tuvo distintas experiencias extraordinarias. Por otro lado me parece que nosotros aportamos a la canción y él hace una cosa más bien instrumental.
Rodolfo Mederos: El tango ha dado claras muestras de diversidad a lo largo de su desarrollo y tal vez nuestras maneras se sumen a tal diversidad. Pero la riqueza del tango no es precisamente aquella que sin duda es una virtud sino su origen, su momento histórico y su desarrollo que lo han convertido en música artística.
T: ¿Cómo ven la escena del tango actual y cómo viven el hecho de ser referentes de ella?
JTC: Hay muchísimos músicos jóvenes que han evolucionado en el aprendizaje del instrumento, que están produciendo y están creando. Yo espero que esta generación que está ahora, y a la que le tengo mucha fe, encuentre un camino y que con el tiempo halle una voz propia como la que tuvieron la generación del 40 o la del año 20.
RM: La actualidad del tango es un asunto conflictivo: algunos opinan que esta música es eterna y por lo tanto su vigencia permanece intacta, pero no opino de esta manera. Creo que nada en el universo permanece igual, ni siquiera el mismo universo, por tal todo fenómeno, acontecimiento o como lo queramos llamar está sujeto a cambios inexorables, nos gusten no y admitir esto requiere coraje e inteligencia. Así entonces el tango ha cumplido su cometido, nos ha documentado en tiempo y espacio, nos ha brindado un arte genuino, nos ha dado sentido de pertenencia e identidad. ¿Tendremos algo más que pedirle? Y la respuesta es no. Pero sin duda es hora de mirar al futuro, alimentados del pasado y preguntándonos con honestidad cómo debemos avanzar porque quedarnos cómodamente repitiendo viejos éxitos es una cobardía que el tango no merece.
Con información de Télam