El músico Diego Boris, presidente durante dos períodos consecutivos del Instituto Nacional de la Música (Inamu), se despidió de su gestión con una carta en la que reivindicó la existencia del organismo para evitar que sea "solo la lógica del mercado" la que defina qué cultura genera un país y "el poder del sector artístico organizado".
"Desde mi experiencia, más que enumerar todo lo que se hizo en esa etapa fundacional del Instituto me gustaría principalmente agradecer y compartir de forma breve solo dos conceptos", escribió Boris en una carta que se hizo pública.
En el primer punto de esa misiva que tituló "No es lo mismo que exista el INAMU a que no exista", el ahora expresidente del Instituto escribió: "En tiempos donde se vacían de contenido palabras tan importantes como libertad o independencia, poder tener un organismo que respeta la libertad artística individual, pero claramente también reconoce que tiene que estar equilibrada con el concepto de libertad social, es fundamental".
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De lo contrario, sentenció, "sería `sólo´ la lógica del mercado la que definiría qué cultura genera un país".
"En este sentido, cada grupo o solista musical de Argentina es un anticuerpo cultural natural, y es necesario cuidarlo y ayudar a que se desarrolle".
Al respecto, la lucha colectiva que demandó la creación del Inamu: "Primero nos juntamos y organizamos (año 2000), luego conseguimos los fondos para el `futuro Instituto´ en la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (año 2009) y, finalmente, se logró la normativa que crea el Instituto Nacional de la Música (en el 2012").
"Entonces -finalizó- no es lo mismo declamar que organizarse y construir. ¡No es lo mismo tener un órgano de fomento a no tenerlo! ¡No es lo mismo! Así de simple".
El segundo punto de su carta alude a "Cuánto se pudo (y se puede) hacer de forma colectiva":
"Si bien nada es totalmente colectivo, ni completamente individual, durante los últimos años el poder real apuntó a dividirnos, a evitar que nos juntemos", aseguró el músico.
En relación a eso, Boris denunció que esa situación "se agudizó" y que el "primer daño" fue hacerlos creer que "no teníamos posibilidad de influir para cambiar positivamente la realidad".
"Sin embargo -abundó- el Inamu ha demostrado que si nos juntamos un grupo de personas que busca dar respuesta a los desafíos del tiempo que nos toca vivir, no resulta tan complicado".
Para cerrar, luego de agradecer a todas las personas y organismos que lo acompañaron a lo largo de las dos gestiones, recordó que "quedan aún muchos sueños por cumplir": una ley laboral que asegure la inclusión en los beneficios sociales para músicas/os de todo el país), la "Casa del Músico/a" y un canal de TV específico para la actividad musical, entre otros.
Con información de Télam