Invitado por la Orquesta Sinfónica de Jerusalén que dirige Yerucham Scharovsky y que el lunes pasado animó una de las veladas del Mozarteum en el Teatro Colón, el bandoneonista argentino Norberto Vogel pudo tocar su arreglo de Mi Buenos Aires querido junto a la agrupación.
Haber tocado en uno de los mejores teatros del mundo es para mí un sueño cumplido, dijo Vogel que de la mano de esa obra de Carlos Gardel fue uno de los solistas de la velada junto a la violonchelista Danielle Akta.
El concierto de la Sinfónica de Jerusalén se dio en el marco de una gira latinoamericana por sus 84 años, donde también ejecutó Fanfarria para Israel (Paul Ben-Haim), Concierto para violonchelo en Mi menor, Op.85 (Edward Elgar) y la Sinfonía N.4 en Fa menor, Op.36 (Piotr Tchaikovsky), entre otros títulos.
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Con información de Télam