Acorazado Potemkin festeja los 10 años de "Mugre", su disco debut

01 de abril, 2022 | 13.16

(Por Gabriel Sánchez Sorondo).- El terceto rockero Acorazado Potemkin celebrará el próximo domingo con un recital gratuito en el Anfiteatro del Parque Centenario los 10 años de la salida de “Mugre”, poderoso gesto inicial de un proyecto musical que sigue dejando huella.

Encarnan, desde lo individual, la historia misma del under: vienen de bandas fundacionales que renovaron el capítulo del rock post-ochenta. Pero, a la vez, lograron lo infrecuente: seguir siendo vanguardia, por originalidad, por ósmosis con su tiempo y su gente.

Fede Ghazarossian (ex Don Cornelio y la zona, Los Visitantes, Me darás mil Hijos) Juan Pablo Fernández (ex Pequeña Orquesta Reincidentes) y Lulo Esain (ex Valle de muñecas y Motorama) zarparon, hace más de una década, en un barco enardecido de canciones vivas que ellos tripulan con vigencia e identidad.

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“Quizás en ‘Mugre’ habíamos dejado cierto lugar abierto a las zapadas. En los tres discos siguientes bajamos cosas un poco más concretas, pero ‘Mugre’ fue la germinación de algo. Para preparar este show yo me propuse no escucharlo, como dejando que el cuerpo sepa, y ahí, recordando, equivocándome también, reconocí todavía mejor que hay un hilo conductor de todo lo que vino después y formó esa masa musical que somos”, arriesga Ghazarossian a Télam.

Tras el último ensayo previo a la celebración, Esain apunta a esta agencia: “Algo constante desde el principio es que nos gusta hacer las canciones entre los tres, y eso es estar descubriéndose también en las ideas que trae el otro, escucharse. Sigue siendo divertido llevar adelante esa construcción”.

Y Fernández redondea: “Por momentos es como si viniéramos haciendo lo mismo. Pero las cosas que fuimos cambiando tienen que ver más con el hacer cotidiano: nunca nos planteamos estilos o direcciones en lo musical, sino laburar en cada canción para que se resuelva por sí misma, con su desarrollo, su clima, su intensidad. Eso atraviesa a los cuatro discos”.

Con los 10 años de “Mugre” como excusa, pero con una obra que además incluye otros tres notables discos ("Remolino", de 2014; "Labios del río", de 2017; y "Piel", de 2019), el terceto tocará gratis el próximo domingo desde las 19.30 en el Anfiteatro del porteño Parque Centenario.

Fernández, guitarrista, cantante y letrista, advierte que “en ese primer disco, como en los tres que siguieron, nada está porque sí”: “Todo fue puesto a conciencia y eso es lo que lo hace perdurar. A diferencia de otros grupos, nosotros no hacemos veinte, treinta temas, para después descartar la mitad. Trabajamos lo que tenemos hasta encontrar el lenguaje, el sonido particular, y que cada idea del compañero se desarrolle hasta resultar imprescindible”.

Y allí estarán las 14 canciones de aquella placa debut: “Algo”, “Desert”, “Desayuno”, “La Carbonera”, “La Mitad”, “Lengua Materna”, “Smiley Gosth”, “Gloria”, “Puma Thurman”, “Caracol”, “Quiero”, “Los Muertos”, “Perrito” y “Unos Versos”.

Télam: La historia de Acorazado se construyó a pulmón desde el origen mismo de “Mugre” y también es esencialmente federal, ¿quieren hablarnos un poco de eso?

Juan Pablo Fernández: Llegamos a la grabación gracias a un concurso donde ganamos 80 horas de mezcla y grabación. Además, previo a eso, habíamos salido a tocar un año entero los primeros 15 temas por todo el país. Después resultó que no teníamos la plata para hacer el disco físico, así que decidimos regalarlo, como había hecho Radiohead por esa época: lo subimos a una plataforma colaborativa, de las primeras que había, y la gente lo podía bajar gratis o donar algo, si quería. Llegamos a más de 12.000 bajadas. Eso con un disco físico hubiera sido imposible.

Federico Ghazarossian: Habíamos decidido tocar mucho en el interior. De hecho, el debut de Potemkin fue en Rosario, el siguiente show fue en Córdoba y recién el tercero en Buenos Aires. Además, lo tocamos por todo el país, nos abrió miles de puertas.

T: En sus shows hay público de tres generaciones. ¿Cómo ven ustedes, al cabo de estos más de diez años, al rock de guitarras y batería frente a otros géneros nuevos, quizás más de mercado?

Lulo Esain: Me parece que hay que separar el "mainstream" de lo que son los géneros. Al rock se le exige que sea contestatario, que sea pop, que sea masivo, que sea under, que sea todo. Yo creo que el rock es un lenguaje súper amplio y depende de cómo lo usás.

FG: Ese rock que decís sigue existiendo: hay bandas que son mucho más jóvenes que nosotros y hacen cosas increíbles. El otro día escuchaba, por ejemplo, a King Gizzard & Lizard Wizard; unos pibes australianos que hacen una mezcla de Captain Beefheart, Zappa, King Krimson, una locura. Y así tenés miles. Cuando nosotros empezamos a tocar como Potemkin es cierto que hubo un volver de la gente al rock, sobre todo después de la década Cromañón, que bajó mucho a lo acústico o las máquinas. En todo caso me parece que el trap y esas movidas tomaron un poco lo que ahora no está diciendo el rock. La parte peleadora del punk, por ejemplo. Wos, ponele, tomó algo de eso. Pero… hay que reírse de los géneros: eso es rock. Y no está agotado.

JPF: Hay mucho rock como hay mucho tango: Rovira y Piazolla no son Troilo ni Cedrón. Una de las cosas lindas del rock es la impunidad de chupar todos los géneros y romper las fronteras. La queja de que el trap no es música me parece conservadora. Hay gente conservadora en el tango, en el folclore y en el rock, pero el tema para mí es mantener la curiosidad; abrir, cuestionar. La música y sus categorías se explican después, las teorías, los nombres, el post tango, el post rock… en el momento de la creación todo es más confuso…

Con información de Télam