El documental de Tiempo Argentino, cooperativa recuperada en 2016 por sus trabajadores y trabajadoras después del vaciamiento empresarial, llega por primera vez al cine con una función especial, mañana en el Gaumont, en la ciudad de Buenos Aires.
Con entrada libre y gratuita, la proyección de "De la resistencia a la existencia" será hoy a las 19:30 en la sala Leonardo Favio con una capacidad de más de 500 personas (Rivadavia 1635, CABA).
Llega en una fecha clave en la historia de la experiencia colectiva de la cooperativa, a un día de cumplirse exactamente siete años del ataque de una patota a su redacción, en uno de los episodios más violentos contra la libertad de expresión desde el regreso de la democracia.
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"Esta fecha consolida la certeza de que estamos en el camino correcto, que seguimos teniendo muchas cosas para decir y que no van a frenar nunca, como quisieron hacer aquella vez con ese intento, a este proyecto colectivo", dice Malena Winer, correctora en la etapa patronal de Tiempo Argentino y hoy presidenta de la cooperativa, antes del evento de este lunes.
Con un relato que se estructura en las voces de las trabajadoras y los trabajadores de Tiempo, la película está dirigida por el cineasta Pablo Lecaros y producida por la cooperativa de medios más grande de la región.
"La historia es la resistencia a un vaciamiento, al macrismo y a la vez la lucha para llevar adelante un medio de comunicación coherente y con sus distintas banderas desde hace siete años", detalla el realizador sobre la construcción de esta experiencia de periodismo colectivo.
La llegada al Cine Gaumont es un paso más del camino que llevó a "De la resistencia a la existencia" a la Biblioteca Nacional, al Festival Internacional de Cine Político en el Centro Cultural Kirchner y el emblemático Teatro Seminari-Cine Roma de la localidad Bonaerense de Escobar, entre otras funciones de un recorrido que también pasó por las ciudades de Rosario y Esquel.
La realización del documental comenzó luego de que el proyecto de la cooperativa fuera seleccionado por el Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (Fomeca, dependiente de Enacom) y demandó más de un año de trabajo entre las 40 entrevistas y la tarea de bucear en distintos archivos audiovisuales.
Guido Molinari, integrante del Consejo de Administración de la empresa recuperada, estuvo a cargo de armar el guión del registro documental.
"Fue un proceso extraordinario porque no sólo nos permitió volver a reconstruir nuestra historia, sino también a entenderla en clave cinematográfica; nos hizo dimensionar aún más la importancia que tuvo, tiene y tendrá Tiempo como medio de comunicación. Éramos solamente laburantes, ahora también nos convertimos en socios y socias de un proyecto", resume sobre el rol que eligió asumir en "De la resistencia a la existencia".
La película se centra en los siete años de la cooperativa desde el conflicto iniciado en el comienzo del gobierno de Mauricio Macri, la recuperación del medio, el ataque de una patota a la redacción que aún espera una sentencia judicial para sus responsables hasta estos días en los que Tiempo Argentino tiene un diario digital todos los días, una edición papel cada domingo y un programa de radio en la AM530 -la Radio de Las Madres- todos los sábados de 11 a 13 horas.
Cuando decidió hacerse cargo de la dirección de la obra cinematográfica, Lecaros empezó a repasar las imágenes de archivo y a investigar a fondo las claves en la historia de Tiempo.
"En ese momento, me quedó claro que tenía sobre la mesa todos los elementos necesarios para contar una película y que tenía que ser una especie de cadáveres exquisitos a partir de los relatos de las compañeras y los compañeros", detalla el director, que también realizó "Fotos de la memoria", "Juana, bronce y libertad" y "Relatos de pandemia".
Para Molinari, la tarea más compleja era la de sintetizar un proceso de siete años en una película. "El mayor desafío que apareció -cuenta- fue poder condensar en 90 minutos tanta historia sin omitir ningún hecho significativo y poder contar una historia colectiva. Viendo las repercusiones internas y externas, creemos que se logró y para quienes lo realizamos eso es un orgullo".
"Llegar al Gaumont, una pantalla tan grande y prestigiosa, es un premio para un proyecto que nació sin la pretensión de generar todas estas propuestas, sino más bien para cuidar un medio y nuestras fuentes laborales", evalúa Winer cuando mira los siete años de autogestión en el espejo retrovisor de Tiempo.
Más allá de tener entrada libre y gratuita, esta función de hoy a las 19:30 en el espacio del INCAA, representa la llegada "De la resistencia a la existencia" a las salas comerciales.
Aunque el camino sigue: el 13 de julio, habrá otra proyección en la Casa del Bicentenario, hay pautadas presentaciones en universidades y el equipo de producción está cerrando distintas fechas en todo el país para el segundo semestre del año.
"Tiempo se consolida como un proyecto colectivo. No significa que es todo color de rosa, sino que hay necesidades e ilusiones que nos impulsaron. Con mucho debate, esfuerzo y participación, logramos construir presente y futuro", concluye Winer como para describir un camino que empezó con la recuperación de un medio que hoy está en la pantalla grande.
Con información de Télam