No hay nadie (NHN), miniserie de comedia uruguaya de siete episodios unitarios que aborda situaciones cotidianas desde lo que su autor define como humor existencial, puede verse en la web y la app del canal UN3 de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.
Un carnicero que debe aggiornarse a las nuevas culturas culinarias, un noticiero en el que toda la información orbita alrededor de medias y calcetines, el dilema neurótico del cliente de una casa de cortinas o una particular terapia de pareja con autitos chocadores; son algunas de las hilarantes historias de 12 minutos que propone el guionista y director Joaquín Bravo.
Realizada por las uruguayas Básico Producciones y Puré Visual, y coproducida por el canal universitario argentino, No hay nadie fue además valorada con premios y menciones por numerosos festivales y muestras del mundo en el rubro de las series cortas, que apreciaron el estilo de humor absurdo de la propuesta.
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No hay nadie' es un expresión típica uruguaya, algo así como un no hay chance, explica Bravo en charla con Télam, en relación al espíritu que motiva la serie.
Desde chico tuve la inclinación de crear a partir del humor -amplía-, algunos cuentitos absurdos que escribía en el liceo, personajes que inventaba, cosas del estilo. Mientras me formaba como realizador audiovisual me fue pinchando la idea de poder llevar esta inquietud al formato en el que me estaba especializando.
No hay nadie comenzó a tomar forma en 2019, y ya desde las primeras conversaciones de Bravo y algunos de sus colaboradores la idea era hacer una serie de comedia de capítulos que sean un híbrido entre sketch y cortometraje.
Los guiones ganaron el apoyo de Montevideo Filma 2020 en la categoría Otros contenidos y también del Fondo Audiovisual Canario 2021, y la serie comenzó a materializarse. Paradójicamente, a través de la asociación en el proyecto de UN3TV es que esta serie uruguaya tiene su primera pantalla en Argentina.
La serie cuenta con un amplio elenco de actores y actrices uruguayos, a los que se sumó con su voz en off el argentino Martín Garabal como locutor en el segmento transversal Autos y motos.
Télam: ¿Por qué eligieron el formato de unitarios en capítulos cortos?
Joaquín Bravo: Teníamos ganas de explorar con diferentes formatos. Hay capítulos que podríamos definir como cortometrajes, sin embargo, otros buscan diferentes caminos; por ejemplo, Pibitos Ya es la parodia a una publicidad, Fotos Carne es un falso documental, Verdad a medias es un noticiero, y así. Siento que esta mezcla de formatos juega a favor en la comedia.
A su vez, siempre tuve ganas de hacer una serie de situaciones cortas, que empiecen y terminen, que arrojen un fragmento de la cotidianeidad (obviamente desde una perspectiva deformada por la comedia) y a otra cosa.
T: El tono que surca los diferentes episodios es, según definen ustedes, el de humor existencial. ¿Cómo caracterizarías ese estilo de comedia?
JB: Es un término que inventamos para definir el tono de la serie. En No hay nadie quedan muy expuestas las contradicciones de los personajes y en los capítulos existe un intento de reflexionar sobre situaciones que nos interpelan, usando el humor como dispositivo, que hace todo mucho más liviano y ayuda a poner todo en perspectiva.
Al comienzo hablábamos de la serie como una serie de humor y después dejamos de hacerlo, porque si bien el género es comedia y el humor está siempre presente, hay un intento de profundizar sobre ciertos temas y dejar algunas preguntas abiertas, no está todo dirigido a hacer reír.
Y para que tampoco se genere una falsa expectativa sobre lo que se va a ver, por ahí decís una serie de humor y la gente espera ver sketchs onda Capusotto (aclaro que amo a Capusotto), y si bien hay capítulos de un humor más directo que otros, no es lo que caracteriza a la serie.
T: ¿Qué señas dirías que identifican a la comedia uruguaya y por qué creés que funcionan tan bien en Argentina?
JB: Honestamente no estoy tan seguro de que No hay nadie tenga demasiadas señas de comedia uruguaya, más bien creo que tiene más señas de humor argentino, o para decirlo mejor, rioplatense. Mis mayores referentes de la comedia son argentinos, me refiero a la nueva camada, Martin Piroyansky, Santiago Korovsky, Martín Garabal, Charo López, Malena Pichot, etc.
Creo que varios comediantes uruguayos han tenido buena acogida en Argentina, pero no recuerdo un producto (serie o película) uruguayo que haya funcionado igual de bien. Tal vez Tiranos Temblad es el ejemplo más cercano que se me ocurre, pero también se trata de un producto particular ejecutado por una sola persona.
Siento que hay mucho humor en la cultura uruguaya, el escenario donde lo veo más claro es en el carnaval, donde suelo encontrar letras super graciosas e ingeniosas en las murgas. Por ahí en lo que solemos fallar es en cómo traducir ese humor que nos es propio al dispositivo audiovisual, que tiene otros códigos y necesita otros ritmos.
Con información de Télam