De cara a la tercera edición del Festival Internacional de Música Bariloche (Fimba) que desarrollará otra ambiciosa grilla gratuita desde este miércoles 25 al domingo 29 en diversos escenarios de esa ciudad patagónica, su mentor, el músico Martín Fraile, destaca que la propuesta “colabora positivamente en generar hábitos de consumo cultural”.
Baglietto-Vitale, el brasileño Toquinho, el encuentro entre la uruguaya Ana Prada y las chilenas de Yorka, el dúo del entrerriano Carlos Aguirre y el israelí Yotam Silberstein, el violonchelista búlgaro Stanimir Todorov y el trapero Tobi Dolezor, forman parte de la atractiva y diversa programación del encuentro.
“La audacia en la programación puede darse por no tener presiones de taquilla, pero a la vez la gente acompaña. Cuando se discute lo de la gratuidad no es considerara suficientemente la importancia de estar generando audiencias”, reflexiona Fraile durante una entrevista con Télam.
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Al respecto, el gestor cultural que dirige artísticamente a la Orquesta Filarmónica de Río Negro que, como tal y con sus ensambles, acompaña distintas instancias de las músicas que suenan en el Fimba, indica que “Bariloche tiene muchos servicios pensados para el turista" de los que los habitantes locales también disfrutan, "pero no tiene una sala de conciertos establecida y organizada por el Estado. Darle continuidad al Festival colabora en generar esa expectativa y esa demanda”.
El concierto de apertura de este año en el que la cita vuelve a su fecha original de mayo tras un 2021 en que –pandemia mediante- se realizó a fines de octubre- será el miércoles 25 y tendrá función doble (a las 19 y a las 22.30) a cargo de la dupla Baglietto-Vitale con localidades agotadas en el Teatro La Baita.
También ese día, desde las 19, en Estación Araucanía, actuará el guitarrista Leopoldo Caracoche con Carlos “Negro” Aguirre de invitado y a partir de las 21.30 la Catedral acogerá al violonchelista Todorov en concierto junto a la Filarmónica provincial bajo la batuta de Fraile.
El 26 el par de veladas en La Baita las animará la dupla Aguirre-Silberstein presentando su disco conjunto “En el jardín” y, además, la entrerriana María Silva cantará en Estación Araucanía, el ensamble de percusión Trepun presentará “Electroacústico” en la Biblioteca Sarmiento y el platense Tous Ensemble y la OFRN propiciarán “Un encuentro entre Bach y Mozart” en la Catedral.
Las dos funciones del viernes en La Baite correrán por cuenta de Ana Prada y Yorka haciendo “Sonoras” con la Filarmónica dirigida por Fraile, en el Camping Musical Todorv ejecutará “J.S. Bach: Cello Suites”, en Estación Araucanía se presentará Domínguez, Rapoport, Beveraggi trío y la OFRN y Tous Ensemble confluirán nuevamente en la Catedral, esta vez para asumir “Repertorio Coral del Siglo XX”.
La oferta sabatina tendrá la atracción de Toquinho x 2 en La Baita junto al pianista Gabriel Sivak y la OFRN comandada por Fraile, al piano de Adrián Iaies en el Camping Musical, a Pepa Díaz (con Ana Prada de invitada) en Estación Araucanía, a la despedida de Opus Cuatro en la Catedral y a otro recital de María Silva, esta vez en el SUM Dina Huapi.
El cierre del domingo 29 reunirá las dos actuaciones de Tobi Dolezor junto al Ensamble Ventisquero Negro en La Baita, el “Viaje musical a Polonia” que la pianista Anna Miernik emprenderá desde el Camping Musical y la reunión de Jorge Caldelari (violín), Stanimir Todorov (violonchelo) y la Camerata Juvenil Bariloche junto a la Joven Orquesta Fimba que surgirá de los talleres de esta entrega del Festival.
“El hecho de conformar una Joven Orquesta es una actividad típica de cualquier festival internacional con jóvenes de la zona realizando una experiencia formativa que marcan mucho. Son vivencias que dejan una huella importante”, subraya Fraile sobre la primera experiencia de este tipo en el Fimba.
Además de ese espacio encabezado por Todorov y Caldelari junto a la colectiva local Asociación Músicxs en Bariloche (Mueba), habrá instancias de formación a cargo de Emiliano Linares del Tous Ensemble, “Negro” Aguirre, Ana Prada, Adrián Iaies y Gabriel Sivak.
Télam: ¿El aspecto formativo es otro puente que el Fimba tiende con la comunidad que lo acoge?
Martín Fraile: Totalmente. Es una articulación para afuera pero también para adentro de la que participan tanto Mueba como artistas que vienen al Fimba y confluyen con músicos locales.
T: ¿Llegar a esta tercera edición en el contexto pandémico resuena de un modo especial?
MF: Tengo la sensación de continuidad con el mismo grupo de gente y hay cosas que empiezan a funcionar y nos permiten ser un poco más ambiciosos. La sensación es que podemos hacer cosas nuevas.
T: ¿Por ejemplo convocar a un trapero como Tobi Dolezor?
MF: Tobi va a subir con un dj con arreglos de Guillo Espel. Apuntamos a incorporar a una franja etaria de personas que no venían al Fimba.
T: ¿Qué resaltarías de la propuesta artística de este año?
MF: La edición anterior la pudimos armar con mucha celeridad debido a la situación pandémica que no permitía incorporar figuras internacionales y a la autoimposición de darle trabajo a artistas locales. Pero para este año retomamos ideas previas, como Toquinho quien estaba ya apalabrado para la edición de 2020 y algo parecido ocurrió con Ana Prada.
T: El Fimba asume con naturalidad algo no tan habitual como es el encuentro entre la música popular y la académica ¿La idea es seguir profundizando esa potencia?
MF: La idea de romper fronteras continúa y tanto la orquesta como sus ensambles son instrumentos que nos dan enormes posibilidades en ese sentido.
Con información de Télam
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