"El borde de sí mismo", el ciclo concebido por Alejandro Tantanian que propone un cruce entre las artes escénicas y las artes visuales por fuera de una sala convencional, comienza hoy una tercera edición curada conjuntamente por Javier Villa en el Museo de Arte Moderno.
"Lo constitutivo de esta propuesta tiene que ver con el cruce de disciplinas y con poder gestionar un público distinto para el museo, y ese era el origen del ciclo también, permitir que determinado público pueda acceder a otros espacios como el de las artes visuales", explicó Tantanian a Télam sobre esta edición que se extenderá hasta el 2 de julio bajo el título "Exploraciones desde un espacio exterior".
El autor y director de piezas como "Mi tristeza sería la misma" y " Sagrado bosque de monstruos" agregó que el ciclo también "funciona como plataforma de trabajo para los artistas": "Un espacio subsidiado por dinero público para que puedan experimentar con libertad, profundizar determinados lenguajes, hacer un cruce de disciplinas, porque ese es uno de los motores, asomarse al borde de la propia disciplina para mirar otra. En el caso de las artes visuales mirar a las teatrales y viceversa".
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En este caso, José Guerrero, Marina Otero y Gustavo Tarrío, de las artes escénicas, y Ernesto Ballesteros, Porkería Mala y el colectivo Tótem Tabú, de las artes visuales, dialogarán con las obras de la exposición "A 18 minutos del sol" que abrirá sus puertas el 24 de mayo con curaduría de Villa y Marcos Krämer.
"La propuesta trabaja con distintas formas de mirar el cielo, desde los pueblos originarios a Elon Musk conquistando Marte. Es una exposición super amplia con muchas capas", adelantó TAntanian.
El ciclo que comenzó en 2015, se repitió en 2016 y luego quedó suspendido por las responsabilidades de Tantanian como director del Teatro Nacional Cervantes. Luego vino la pandemia y, finalmente, se reanudará siete años después. Sobre las rupturas y continuidades de aquellas experiencias, el dramaturgo y actor que participó de la serie "El fin del amor" se refirió a la importancia de esta iniciativa como "espacio de creación".
"Sigo destacando y defendiendo la posibilidad de tener un espacio de casi 500m2 libres donde uno puede definir dónde pone el público y dónde la escena, hay un montón de posibilidades de trabajo. Es muy importante para nosotros la defensa de ese espacio que después radica en la respuesta del público porque se acerca a esta experiencia y la vive de una manera mucho más libremente de lo que uno genera cuando se sienta en una butaca, con una platea y la luz se apaga", destacó.
En ese sentido, resaltó que la importancia del ciclo es "que los artistas trabajen sobre zonas que no pudieron explorar porque no tuvieron espacio o tiempo para hacerlo y el público pueda vivir una experiencia diferente a la que alberga un edificio teatral convencional".
"El borde de sí mismo" se extenderá a lo largo de siete fines de semana en el Museo Moderno (Avenida San Juan 350). Cada fin de semana se estrenará una de las seis performances de los artistas convocados y las funciones serán los viernes a las 20 y los sábados y domingos a las 16 y a las 18.30.
Con información de Télam