(Por Sergio Arboleya).- La joven cantante, actriz y compositora española Aitana cerró anoche su exitoso primer paso por escenarios porteños colmando por segunda vez el teatro Gran Rex con un recital de energético pop donde lució la potencia de su voz y el carisma que emana.
Dueña de una trayectoria imponente con apenas 23 años, la muchacha surgida del reality musical español Operación Triunfo de 2017 llegó a la Argentina en el marco del 11 Razones Latam Tour al que aún le queda una noche local, la de mañana en el Quality Espacio cordobés.
Con un palmarés de lauros, una colección de certificaciones por el impacto y las ventas de sencillo y dos álbumes (Spoiler, de 2019, y 11 Razones, de 2020) y un posicionamiento comercial que la ungió de embajadora corporativa de grandes marcas, el fenómeno Aitana debía poder sostenerse en directo.
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Y en medio de una escena comercial actual donde priman otros resortes a la hora de construir y vender música, la artista catalana protagonizó un show contundente, cantó con bríos y afinación (aunque con exceso de cámara en su micrófono violeta) y mostró el encanto de la música en vivo al frente de un sólido quinteto capaz de sostener un pop de fórmula pero también logrados arrebatos rockeros.
Frente a ella, una legión de fanáticas y seguidores en la que las chicas fueron amplia mayoría vivieron de pie y cantando a voz en cuello la presentación de casi una hora y media, a la vez que agitaban globos violetas que en la previa rebotaron tímidamente por la platea.
Desde las 21, íntegramente vestida de blanco y moviéndose con gracia sobre un dispositivo escénico con un par de tarimas y tres pantallas verticales sobre el que se desparramó el concepto visual en torno a cada pieza, el inicio fue con Formentera (que en su versión de estudio la unió a la argentina Nicki Nicole), 11 Razones (donde el público aportó la coreografía de elevar los globos) y Cuando te fuiste.
Ya sin el peso de la apertura y con una voz agudísima y hablando a velocidad inusitada, Aitana saludó diciendo: Estoy inmensamente feliz. Es la primera vez que hago un doblete así tan seguido así que ya me siento en casa y me gustaría tener muchos más shows porque no me quiero ir de Buenos Aires.
En la continuidad del espectáculo se sentó en la más alta de las tarimas para entonar Corazón sin vida (que grabó con el colombiano Sebastián Yatra) y seguidamente presentó la canción que me permitió viajar y a la que le tengo mucho mucho cariño, dijo sobre Teléfono, su primer suceso fechado en julio de 2018.
Aunque repita muchas veces que este es un momento especial, este es especial de verdad, anunció antes de Ni una más, primera balada del repertorio y donde al bajar el volumen de la música y del griterío mejor pudieron apreciarse los matices de su interpretación vocal.
Capaz de tender lazos de familiaridad con la audiencia, reveló haber tenido el trauma de que no podría tocar el piano y le colocaron un teclado sobre el que ejecutó y cantó en intimidad un fragmento de Berlín, pero inmediatamente regresó el ritmo febril de En el coche, que cantó bajando del escenario e introduciéndose dos veces en los pasillos de la sala, generando el éxtasis de la audiencia y llevándose consigo una vincha luminosa.
Ese tipo de conexión se expresó, una vez más, para cumplir con una de las prácticas de sus actuaciones, que es elegir a alguien del público para cantar con ella. Y "Juli", de 17 años, ubicada en la fila 8 con un cartel donde se leía Mi sueño es cantar con vos, pudo cumplir la fantasía, compartió con Aitana la balada Con la miel en los labios y se llevó una merecida ovación por su desempeño.
En el segmento final de la velada, repuso en vivo el carácter más urbano de Quieres (que originalmente compartió con su compatriota Ptazeta y la argentina Emilia Mernes) y encadenó una seguidilla de encendidas visitas a No te has ido y ya te extraño, Otra vez y Mariposa (que registró junto al italiano Sangiovanni).
En lo que pareció ser el cierre, recibió una bandera argentina y un celular desde el que disparó una selfie y dejó el tablado, pero el griterío de vas a quedarte no solo funcionó como un ruego sino como un mandato para que regrese e interprete la exitosísima canción con ese título.
Con la enseña nacional colocada como capa, la despedida reunió a Mon Amour (otro de sus primeros hits) y otro ataque rockero para +.
A la espera en diciembre del estreno de la serie de Disney La última que la tendrá como protagonista y motivo de nuevas canciones alusivas, en medio de un ritmo febril de lanzamientos, conciertos y nuevos proyectos, Aitana ratificó sus dones en el siempre decisivo contexto del vivo.
Con información de Télam