La futura Canciller del gobierno electo, Diana Mondino, les advirtió a los industriales que durante el verano podría haber cortes de energía para los grandes consumidores industriales y comerciales. “En enero y febrero, el que no tenga un generador, vaya comprándolo porque si se llega a reactivar un poco la industria no hay para todos”, afirmó la futura ministra de relaciones exteriores del gobierno de Javier Milei. Lo hizo antes decenas de empresarios en la 29° conferencia de la Unión Industrial Argentina (UIA).
La declaración fue llamativa, ya que la previsión de demanda de energía y las temperaturas que se esperan para el próximo verano son similares a las de 2023. Además, el propio presidente electo afirmó que podría haber una estanflación para la primera etapa de su gobierno, donde -por definición macroeconómica- se contraería la actividad en el país, incluyendo a las industrias. Sólo a modo de ejemplo, en 2019 el consumo eléctrico industrial y de los usuarios comerciales (grandes usuarios) cayó 3,5% interanual, según información de Cammesa (la compañía que administra el mercado eléctrico mayorista), producto de la crisis económica desatada durante el gobierno de Mauricio Macri.
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Las declaraciones de Mondino, que insinuaron futuros cortes de energía para los grandes usuarios, apuntaron a generar una alarma en el auditorio empresarial que la estaba escuchando, aunque no es un escenario que se haya registrado en los últimos años. Fuentes del sector eléctrico consultadas por El Destape señalaron que “esperamos la misma demanda de eléctrica que en el verano pasado, dónde el sistema estuvo tensionado, pero se pudieron cubrir los picos de consumo en las olas de calor con generación local e importaciones de energía de los países vecinos”.
También recalcaron que “el parque de generación está mejor preparado que hace seis o siete años y, además, volvió a generar Atucha II (aporta 745 megawatts -MW-) después de 10 meses”. “La amenaza que está haciendo el gobierno electo no obedece a una realidad del sistema operativo, más bien parece una chicana más del ámbito de la política”, indicaron las mismas fuentes.
Los picos de consumo también dependen de las temperaturas. Durante el último verano el país sufrió al menos tres olas de calor y, fuera de los picos, se mantuvieron altas las temperaturas durante varias semanas, lo que provocó un mayor consumo eléctrico y puso al límite la operación del sistema.
Picos de consumo
Lo que si ocurrió, por ejemplo en el verano de 2022 (y es habitual en el país producto de la tensión sobre las redes de distribución), es que desde el Estado nacional se le pidió a los grandes usuarios de electricidad que reduzcan su consumo en olas de calor para que no saturen las redes y se afecte lo menos posible a los usuarios residenciales.
Según el informe de octubre de Cammesa, la potencia instalada del parque de generación del país es de 43.548 MW. Pero hay generación afectada o fuera de servicio. Por tal motivo, en el sector eléctrico toman en cuenta cómo reacciona el parque térmico, que en momentos de picos de demanda de alrededor de 30.000 MW puede aportar casi entre 16.000 y 18.000 MW.
El mayor récord histórico de demanda de energía en el país fue el 13 de marzo de este año, cundo en plena ola de calor la demanda llegó a los 29.105 MW. Ese día, a las 15:30, más de la mitad se cubrió con generación térmica local, las hidroeléctricas aportaron casi 6.700 MW, alrededor de 2.100 MW las renovables y 1.000 las centrales nucleares de Embalse y Atucha I (Atucha II estaba fuera de operación) y se importaron 2.441 MW de países vecinos.
De todos modos, las fuentes consultadas por este medio aclararon que la previsión para enero y febrero “son similares a las del último verano, por eso hasta el momento no se requiere de otra preparación del sistema”.
A pesar de esta previsión, el sistema de distribución de electricidad opera al límite en los picos de consumo ante las altas temperaturas, sobre todo en las líneas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde se registran la mayor cantidad de cortes a los usuarios. Al concentrarse la mayor demanda del país en esta misma región, sí podría tensionarse seriamente el sistema.
Demanda y grandes usuarios
En el país hay grandes usuarios que consumen más de 300 kilovatios (kV) diarios de las redes de distribución (también hay grandes usuarios que se abastecen del mercado mayorista o se autoabastecen una parte de su consumo). Pero hay 10 empresas que son los grandes demandantes de este rubro, como las compañías Acindar, Aeropuertos Argentina 2000, Loma Negra, Coto, Alto Palermo, los barrios privados grandes, el sector automotriz y el energético, entre otros. La demanda de energía de estos grandes usuarios, que abarca a las industrias y al segmento comercial, se mantiene estable en los últimos años.
MÁS INFO
Durante los primeros nueve meses de 2023, la demanda total de energía eléctrica se incrementó un 3,3% con relación al mismo período de 2022, según el último informe de la consultora Economía y Energía que dirige Nicolás Arceo. El salto estuvo impulsado por el segmento residencial, que pasó del 45,7% del total en enero-septiembre de 2022 al 47% en el mismo período de 2023. Entre enero y septiembre de 2023, los grandes usuarios, a los que se refirió la futura Canciller, se mantuvieron estables o con una leve suba. En particular la demanda comercial se incrementó un 1,8% con relación al mismo período de 2022, mientras que la industrial se mantuvo estable.
En base a los datos de la misma consultora, que surgen de información de Cammesa, la demanda industrial se mantiene en el mismo nivel desde 2018 hasta este año, tomando en cuenta el período de enero a septiembre. En los primeros nueve meses de 2023, el consumo de la industria fue de 27,7 teravatios por hora (TWh), el mismo registro que en 2022 y casi similar al de 2021.
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