Frente a la urgencia por garantizar el abastecimiento, en días de faltante de gas y cortes del suministro en industrias, estaciones de servicio y grandes comercios, la empresa estatal Enarsa compró un cargamento de 44 millones de metros cúbicos de Gas Natural Licuado (GNL) en forma directa, sin licitación pública, a Petrobras. No hay antecedentes de una compra directa de Enarsa a un proveedor de GNL dado que, al ser una empresa estatal, está obligada a realizar licitaciones internacionales que habiliten la participación de distintos oferentes.
Fuentes privadas indicaron que el cargamento aportará 44 millones de m3 de gas natural. El objetivo del gobierno es tratar de descomprimir la sorpresiva crisis del gas que puso en jaque el despacho de energía en todo el país. El costo de la compra se habría ubicado en 13 dólares millón de BTU, un valor que más que triplica el precio del gas de Vaca Muerta, que se comercializa en 4 millones de BTU, pero no puede aprovecharse porque no está la obra de reversión del Gasoducto.
En rigor, la Secretaría de Energía subestimó las proyecciones para el invierno, los escenarios más severos que había anticipado la cartera que conduce Eduardo Rodriguez Chirillo estimaban una demanda de 67 millones de metros cúbicos por día, muy por debajo de los 80 millones de metros cúbicos efectivamente requeridos por día. A esto se sobreimprime las demoras para avanzar con las obras de reversión del Gasoducto Norte y la finalización de las plantas compresoras para duplicar la capacidad de transporte del Gasoducto Néstor Kirchner.
En este contexto también Cammesa, la empresa encargada del despacho, debió salir de urgencia la semana pasada a licitar la importación de 12 cargamentos de gasoil y fueloil para reemplazar el gas que utilizan las generadoras eléctricas.
Fuentes privadas indicaron que el cargamento arribará a la terminal de Escobar este martes. El objetivo del gobierno es tratar de descomprimir la sorpresiva crisis del gas que puso en jaque el despacho de energía en todo el país, según señala el medio especializado Econojournal.
En los últimos 10 días, el gobierno empezó a cortar el abastecimiento del gas bajo el contrato interrumpible para estaciones de GNC en el Conurbano bonaerense y en La Plata y también en algunas provincias del interior del país. Durante el fin de semana, la medida se extendió hacia estaciones de servicio ubicadas en la Ciudad de Buenos Aires y a comercios e industrias que tienen contratado el gas natural bajo el contrato de servicio interrumpible.
Pese a esas interrupciones, se prevé que está semana el sistema seguirá funcionando de manera crítica. De hecho, el jueves el Enargas declaró la pre-emergencia del sector gasífero- porque la demanda residencial está orillando los 80 millones de metros cúbicos día (MMm3/d), cuando los escenarios más severos que había anticipado el gobierno estimaban una demanda de 67 MMm3/día.
Si bien las temperaturas pronosticadas están por debajo de lo habitual para esta época del año, el gobierno está en una situación comprometida porque no gestionó con la mayor celeridad posible la finalización de las plantas comprensoras del Gasoducto Néstor Kirchner, que permitirían duplicar la capacidad de transporte del ducto, y la importación de combustibles líquidos prevista no fue suficiente para suplir la demanda de gas y energía eléctrica registrada en las últimas semanas. Por eso, Cammesa, la empresa encargada del despacho, debió salir de urgencia la semana pasada a licitar la importación de 12 cargamentos de gasoil y fueloil.
Al mismo tiempo, Enarsa llevó adelante negociaciones en forma directa con el gobierno de Brasil y con directivos de Petrobras para comprar un cargamento de GNL, que en una primera instancia se dirigía hacia Brasil y el fin de semana redireccionó su punto de destino hacia la terminal de Escobar. Con lo cual, lo que está haciendo la petrolera brasileña es revendiendo el producto a Enarsa.