Las naftas y el gasoil posiblemente tengan una nueva suba en el precio de expendio en los surtidores a partir de agosto. No está del todo claro de cuánto sería el aumento, pero en el sector energético analizan que la suba podría ubicarse entre un 3 y un 5 por ciento. El impacto tiene que ver principalmente con la devaluación mensual de 2% y la inflación, pero todavía no se sabe qué hará el gobierno con los impuestos y los biocombustibles.
El litro de nafta súper de YPF en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se acercaría cada vez más a los $ 1.000 desde la semana que viene, si el aumento en los surtidores finalmente es de alrededor de 4%. De este modo, el litro de súper pasaría de $ 941 a cerca de $ 980, mientras que la nafta premium de YPF en el AMBA saltaría de $ 1.162 a $ 1.210 desde agosto, pese a registrar una caída de 12% en junio del consumo de combustibles en todo el país.
De todos modos, todavía no se sabe qué va a hacer el gobierno con la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC). Según un informe de la consultora Energía y Economía (E&E), en agosto se tendrían que trasladar $ 152,8 al precio final del litro de nafta súper y $ 94,6 al del gasoil. El traslado a precio final de los impuestos en agosto es mucho más pronunciado que el que hubo en julio, que fue de $ 11,2 en naftas y $ 9,4 en gasoil.
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Otra variable que podría impactar en las pizarras de las estaciones de servicio es el precio regulado de los biocombustibles (bioetanol y biodiesel), que se mezclan por ley con las naftas y el gasoil. De todos modos, como viene ocurriendo en los últimos meses, seguramente el gobierno no traslade todo el impacto de los impuestos y los biocombustibles al precio en surtidor y terminará habilitando (no es regulado) un ajuste parcial.
Acumulado
Desde que asumió el presidente Javier Milei, las naftas y el gasoil aumentaron casi un 70%, según la información de precios de la Secretaría de Energía. Bajo el gobierno libertario hubo aumentos de combustibles todos los meses.
En enero (con la devaluación de diciembre de 118%) fue de 25,5%, en febrero 5,6%, en marzo de 7%, en abril un 4,5%, mayo 4%, junio 3,5% y julio poco más de 4%, todos los movimientos de precios expresados en promedio.
En agosto, el impacto principal será de la devaluación o crawlling peg (movimiento mensual del tipo de cambio) de 2% que estableció el Banco Central de la República Argentina (BCRA), pero que definió el ministro de Economía, Luis Caputo, desde que desembarcó en el quinto piso del Palacio de Hacienda. La industria petrolera tiene sus costos dolarizados y las devaluaciones impactan de forma directa en el precio final de los derivados.
A esto se suma la inflación mensual, que en junio fue de 4,6%, según determinó el INDEC. Según fuentes del sector consultadas por El Destape, entre la devaluación mensual y la inflación, la suba del precio de los combustibles sería de 3% para agosto.
Las cámaras empresarias que nuclean a las estaciones de servicio como CECHA, FECRA y AES, acordaron una suba salarial de 10% entre julio (7%) y agosto (3%) con el Sindicato de Empleados de Estaciones de Servicio (Soesgype).