Los activos financieros argentinos sufrieron este viernes un duro revés que expuso la debilidad de la propuesta económica libertaria y mientras en el resto de la región la reversión del contexto internacional se reflejó con caídas moderadas en Argentina significó un viernes negro para acciones y títulos públicos, que disparó el riesgo país al máximo en casi cinco meses.
Un informe del Departamento de Trabajo de Estados Unidos mostró una caída mayor a la esperada por los analistas en el nivel de empleo de julio y significó un incremento del desempleo de 4,1% a 4,3 por ciento, que se sumó a una encuesta conocida el jueves que reveló una actividad en las fábricas más débil de lo esperado.
La percepción de analistas es que la FED se retrasó en bajar la tasa de interés, que se ubica en su nivel más alto en más de dos décadas, entre 5,25% y 5,50%,y que esa política monetaria restrictiva elevó el riesgo de una nueva recesión que arrastre a la economía global.
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“Las condiciones macro internacionales podrían seguir jugando 'en contra' hasta fin de año”, advirtió el banco de inversión CMF, uno de los que mejor interpreta la propuesta económica del presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo. Para la consultora Quantum, el problema de Argentina es que el atraso en el tique decidió el BCRA y la dolarización que impulsa el Gobierno de Milei le quitan flexibilidad a la economía para absorber la crisis externa.
El riesgo país se disparó a 1612 puntos como producto de la caída en el precio de los bonos y lo llevó a valores de mediados de marzo, cuando venía en la curva descendentes desde arriba de los dos mil puntos con los que inició la gestión Milei.
Pero mientras la curva de los bonos soberanos en dólares conocidos como “hard-dolar” terminó la semana fuertemente en negativo en la plaza internacional, no pasó lo mismo con la deuda del resto de los mercados emergentes, que dejó un alza de 0,67%.
El Merval cayó 4,5% en pesos y alcanzó un retroceso de 6% en el acumulado de la semana y en dólares fue peor: 5,9%. La pérdida de valor de las empresas locales se extendió a los ADR que cotizan en Nueva York.
En el resto de la región, las caídas fueron más moderadas y el principal indicador de Brasil, el Bovespa, anotó un retroceso de 1,25%. En Wall Street, el Dow Jones retrocedió 1,51%y el Nasdaq de las empresas tecnológicas 2,45%. En Europa también fue todo en rojo: El DAX alemán retrocedió 2,33%, el FTSE 100 de Londres 1,31%, y el Ibex 35 de Madrid 1,67%. Lo peor fue más temprano en Japón: el Nikkei se desplomó 5,73%.
El BCRA volvió a vender en el mercado oficial, y van siete de ocho ruedas en rojo, esta vez por US$ 25 millones, mientras los dólares financieros, el MEP y el CCL finalizaron ambos en zona de $1.31 y la brecha con el oficial que cerró en $935,08 volvió a superar el 40%. El BCRA se corrió en la jornada del mercado financiero, donde el volumen operado en el MEP fue de US$ 351 millones.
Solo se salvó del derrumbe Mercado Libre, que con un alza de más de 10% en la bolsa de Wall Street alcanzó un valor de mercado de US$ 89.350 millones y se convirtió en la empresa latinoamericana de mayor valor, superando a Petrobras que de la mano de la caída del precio del petróleo retrocedió hasta representar una capitalización bursátil de 87.210 millones.
Más allá de los números, los informes económicos empiezan a advertir sobre el viento de frente que dominará el mercado internacional en lo que resta del año y el impacto que tendrá sobre la estabilidad financiera en el país, crítica en los planes de Caputo de alcanzar una inflación núcleo tendiente a cero como paso previo a la unificación cambiaria y la apertura del cepo.
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“Las condiciones en las cuales el Gobierno argentino debe estabilizar la economía distan mucho de ser ideales”, advirtió el banco de inversión CMF y enumeró la caída del precio de la soja, la decisión de la FED de sostener tasas altas “por más tiempo de lo esperado”, la política monetaria contractiva de Japón y la baja de tasas en Europa. “Las condiciones macro internacionales podrían seguir jugando “en contra” hasta fin de año , por lo que será importante que la dinámica local sea lo suficientemente positiva para contrarrestar la volatilidad del extranjero”, sentenció.
La consultora Quantum, del ex secretario de Finanzas Daniel Marx, también planteó el impacto que tendrá el contexto internacional sobre Argentina. Señaló que algunos indicadores de EEUU muestran un debilitamiento de la economía y por eso se “esperaría que baje el costo del financiamiento y una probable depreciación del USD frente a otras monedas”, que siempre deriva en una suba en los precios de commodities que favorece a Argentina.
“Sin embargo, hasta el presente las variables relevantes muestran una evolución distinta, menos favorable para Argentina” que se ve reflejada en el rendimientos de los bonos, señaló. Mientras los bonos de Estados Unidos mostraron caídas, en países emergentes subieron, generando un aumento de spreads desde fines de abril; el EMBI+ Global subió 68 puntos (+24%), el de LATAM 159 puntos (+50%). Los bonos de Argentina, que venían acompañando desde atrás con una suba de 278 puntos básicos (+23%), hoy se desacopló y cayó.
Quantum considera que el mayor problema del país para enfrentar el contexto internacional adverso es la dolarización de la economía y la decisión del BCRA de apreciar el peso. “Dado que en Argentina el tipo de cambio de referencia es el dólar, las condiciones actuales generan menores grados de flexibilidad frente a los movimientos ocurridos”, sentenció.
En ese contexto, solo el banco de inversión Morgan Stanley (MS) apareció bancando al equipo del Toto Caputo y el ajuste que lleva adelante el gobierno de Javier Milei. La entidad, según reportó Bloomberg Line, “consideró que haber colocado la baja de la inflación como objetivo prioritario "tiene sentido". El banco espera “una recesión más profunda en medio de una política fiscal estricta y un enfoque en la desinflación" y especula que “podría ocurrir una unificación del mercado cambiario a finales de este año, dadas las recientes medidas del Banco Central de la República Argentina (BCRA)". El informe advierte que la unificación podría llegar con una devaluación del 20% o 30% del tipo de cambio oficial, pero si se elimina el impuesto PAIS tendría un impacto inflacionario limitado.