Un nuevo dato muestra el desfalco en las cuentas de Vicentín. Entre el 31 de octubre de 2019, día en que se presentó el último ejercicio y mediados de febrero, cuando se presenta el concurso preventivo, hay un faltante de 83.000 millones de pesos de la firma que no fueron a parar a bancos, ni al pago de proveedores.
De acuerdo a un informe realizado por el medio Punto Biz, al principio de octubre de 2019, el rubro Bienes de Cambio totalizaba 84.000 millones de pesos, mientras que en el informe de activos y pasivos presentados al momento de solicitar el concurso en febrero sumaba sólo 610 millones de pesos.
Los datos fueron aportados por la firma auditora del grupo Vicentin, KPMG.
En paralelo a la desaparición de los fondos, Vicentin recibió del Banco Nación un préstamo por U$$ 61.000.000 en noviembre de 2019, tras las elecciones presidenciales, y otros US$ 43.900.000 antes de que comenzara diciembre.
El exfuncionario de Cambiemos, González Fraga, se encuentra imputado en la investigación que busca subsanar si perjudicó al Estado cuando se le permitió a la firma Vicentin acumular una deuda de $ 18.500 millones. También fueron imputados dos directivos de la cerealera, Oscar Padoán y Gustavo Nardelli.
Un reporte del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda (Undav), la firma tuvo presuntas maniobras de triangulación para evadir impuestos, tuvo una pésima gestión financiera en los últimos años pese a los préstamos irregulares que recibió de la banca pública durante el macrismo.
La empresa está denunciada por utilizar filiales en Paraguay y Uruguay para triangular exportaciones desde la Argentina y girar los fondos a una sede en Panamá. Pero más allá de la ingeniería elusiva del grupo Vicentin para evadir impuestos, el manejo financiero durante el macrismo fue clave en su actual default.