Residencia fiscal en Uruguay: los riesgos por tributación para quienes se vayan de Argentina

El organismo sigue de cerca la medida de Lacalle-Pou para atraer inversiones a su país. El objetivo de la gestión de Alberto Fernández es evitar maniobras elusivas.

16 de junio, 2020 | 16.17

La AFIP sale al cruce de una emigración masiva fiscal a Uruguay. En medio de la crisis económica global, el gobierno de Luis Lacalle-Pou flexibilizó de manera significativa los requisitos para la residencia fiscal, con el objetivo de atraer inversiones de empresas que quieran evitar pagar impuestos en sus países de origen. Desde la AFIP señalaron a El Destape que el organismo monitorea en forma permanente el cumplimiento de las condiciones estipuladas en la ley para el cambio de residencia fiscal con el objetivo de evitar maniobras elusivas.

Fuentes oficiales aclararon que podrían quedar atrapados en "una doble tributación" en Argentina y Uruguay. La adquisición de la residencia fiscal uruguaya no implica dejar de pagar impuestos en Argentina. Y, en algunos casos como, por ejemplo, en el Impuesto sobre los Bienes Personales, la alocación de Bienes en el exterior incrementa la carga tributaria, coinciden en señalar tributaristas consultados. 

La administración Lacalle Pou aceita los engranajes de elusión y evasión fiscal. La decisión de relajar las condiciones para que una empresa se inscriba con domicilio fiscal en su país, con un mínimo de trabajadores e inversión, se conoce en simultáneo a las denuncias en Argentina por las maniobras de evasión del grupo agroexportador Vicentin. La empresa en default triangulaba, según la documentación recogida por el titular del Banco Nación, Claudio Lozano, con sus oficinas de Uruguay y Paraguay para exportar sus derivados de la soja sin pagar retenciones en Argentina

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Desde el gobierno uruguayo se promociona la residencia del país y desde algunos medios locales se estimula la conveniencia de cambiar de dirección fiscal para no pagar impuesto en la Argentina. Los mismos intereses económicos que presionan para no pagar impuestos son los que, en simultáneo, exigen subsidios a su actividad.

Adquirir la residencia fiscal uruguaya no implica perder la argentina. Quienes no quieren tener la residencia fiscal en nuestro país necesitan que el contribuyente pierda efectivamente la residencia legal. En los casos que no la haya perdido, es necesario que la persona permanezca en el exterior por un plazo continuado de doce meses, a los que deben agregarse tres meses adicionales”, precisaron fuentes oficiales.

A través del decreto 163 el gobierno uruguayo dispuso una modificación al régimen de residencia fiscal. La normativa establece que podrán acceder a la residencia fiscal uruguaya quienes cumplan dos condiciones: 1) adquirir inmuebles por alrededor de 380.000 dólares (antes era de 1,5 millones de dólares) y 2) registren una presencia física en el territorio uruguayo mínima efectiva de sesenta días durante el año calendario.

El texto oficial publicado el jueves 11 de junio también habilita el acceso a la residencia fiscal para quienes inviertan, en forma directa o indirecta, alrededor de 1,6 millones millones de dólares (antes equivalía a 4,8 millones) en una empresa y generen al menos 15 puestos de trabajo directos de jornada completa. El premio que ofrece Lacalle Pou por este tipo ingreso de divisas es un plazo de "vacación fiscal" de cinco a diez años.

La legislación argentina vigente y, en especial, el endurecimiento de los controles de la AFIP desde principio de año bloquean las prácticas abusivas. Fuentes oficiales insistieron en que se monitorean estas prácticas "permanentemente".   En febrero, la titular del organismo, Mercedes Marcó del Pont, anunció que investigaba a 17 contribuyentes que cambiaron la residencia fiscal durante 2019.