La carrocera Marco Polo suspendió a 500 trabajadores en la planta de su controlada Metalsur, a menos de tres años de anunciar la ampliación de su planta de Villa Gobernador Gálvez (octubre de 2021) para comenzar a producir autopartes en la Argentina. La suspensión en plena era mileista, la empresa la adjudico a la caída de la demanda. A los que se les pagará el 80 por ciento de sus salarios y peligran los empleos en el sector por la falta de ventas, según los cálculos de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
La estanflación ya golpea con fuerza a la industria metalúrgica. Ahora fue la carrocera Metalsur, del grupo Marco Polo, la que anunció la suspensión de 500 trabajadores en la planta de Villa Gobernador Gálvez. El sector ya venia golpeado y en diciembre recibió el tiro de gracia. La producción de unidades comerciales en el último mes del año se retrajo un 20,1 por ciento, mientras que las ventas internas a las empresas se desplomó 26,1 por ciento, según los datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA).
En octubre de 2021, la firma Marcopolo anunció la ampliación de su planta de Villa Gobernador Gálvez para comenzar a producir nacionalmente tanto colectivos urbanos como de larga distancia. Además avanzará con la sustitución de unidades que llegaban terminadas de Brasil, y que pasarán a fabricarse localmente. Con la apertura comercial del gobierno de La Libertad Avanza corre riesgo una inundación de importados.
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Para producir en el país, la firma que maneja a la local Metalsur, había anunciado una inversión de 10 millones de dólares para agrandar su planta y aumentar la integración local en sus productos terminados en Santa Fe, pasando del 60 al 90 por ciento, e incrementando de 300 a 600 el número de operarios y 1200 los empleos indirectos.
La suspensión de la empresa, en principio, será por 30 días y, durante el período y, como solía aplicarse en épocas del macrismo, los obreros cobrarán el 80 por ciento del salario durante ese período. La firma dedicada al carrozado de colectivos, siente el impacto directo de la caída de la actividad económica. En los últimos años, había concentrado la producción de unidades urbanas. En simultaneo, la empresa controlada por capitales brasileños cesó los contratos de unos 140 empleados.
El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Donello, señaló al diario La Capital que se acordó, además de reducir la cantidad de desvinculaciones, el pago de una gratificación para los obreros a los que no les fue renovado el contrato. También el compromiso de recontratarlos si repunta la actividad.
Donello se mostró muy preocupado por la situación, ya que pequeñas y medianas y talleres comienzan pararse y a tener problemas con los pagos y la continuidad laboral. "Lamentablemente cinco años después volvemos a recorrer este camino para tener que defender las fuentes de trabajo», se lamentó el líder de la UOM Rosario, quien también reclamó al gobierno provincial que eleve su voz ante la Nación para defender al sector.
A esto se suma que la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap), que nuclea a empresas que concesionan el servicio de colectivos en el interior del país, emitió un comunicado advirtiendo que restringirán más servicios. Indicaron que es debido a que las compañías atraviesas una situación de "crisis, pública y notoria, que día tras días se agrava"; con lo cual, la renovación de unidades se hará aún más lenta perjudicando a los fabricantes.