Los Estados miembros de la Unión Europea se encuentran inmersos en conversaciones esta semana sobre si el aumento de los precios de la energía requiere una respuesta coordinada, mientras los líderes sopesan las posibles consecuencias para la transición ecológica de Europa y los consumidores que se enfrentan a la temporada de calefacción de invierno.
Los líderes de la UE debatirán el martes por la noche sobre los precios récord del gas natural y los ministros de Medio Ambiente de los 27 Estados miembros debatirán su respuesta el miércoles.
"La situación se está volviendo crítica. Los altos precios están amenazando la competitividad de la economía europea y afectarán dramáticamente a los presupuestos de los pequeños consumidores y los hogares", dijo el primer ministro checo Andrej Babis en una carta dirigida a los demás líderes de la UE antes de su reunión.
El aumento de los costes ha dividido a los países sobre cómo responder y si Bruselas debe intervenir.
Entre los países que abogan por la intervención de la UE se encuentran España, cuyas propuestas incluyen un nuevo sistema de compra conjunta de gas en todo el bloque, y Francia, que quiere cambiar la normativa de la UE para desvincular el precio de la electricidad de los precios del gas y vincularlo al coste medio de producción en cada Estado de la UE.
Luxemburgo, Polonia, Grecia y la República Checa también han sugerido una serie de intervenciones de la UE para que los ministros las debatan el miércoles.
La Comisión Europea publicará el 13 de octubre una guía sobre cómo pueden responder los países a las subidas de precios.
No todos están convencidos de que la intervención de la UE sea necesaria para atajar lo que podría ser un problema de corta duración. Los reguladores de la UE esperan que las condiciones del mercado del gas se suavicen en primavera.
"Está claro que este problema afecta a todos los europeos y necesitamos una respuesta", dijo un diplomático de la UE. "La cuestión es si los Estados miembros más grandes, sobre todo Alemania, creen que esta respuesta debe buscarse en una reforma estructural del mercado".
Mientras que algunos países han introducido subsidios de emergencia y exenciones fiscales en respuesta al aumento de los precios de la electricidad, Alemania, el mayor mercado energético de Europa, no lo ha hecho.
Los costes de la energía se han disparado justo cuando los países de la UE se preparan para negociar una serie de nuevas políticas para luchar contra el cambio climático, una crisis que a su vez cortó el suministro de electricidad este verano cuando las inundaciones arrasaron Alemania y Bélgica.
Bruselas afirma que la crisis de los precios de la energía debería impulsar una transición ecológica más rápida para reducir la exposición de los países a la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles. Pero algunos Gobiernos, entre ellos el español, han advertido que las elevadas facturas energéticas podrían erosionar el apoyo público a las ambiciosas políticas climáticas, si los votantes culpan a esas medidas.
Los ministros de Medio Ambiente del bloque debatirán el miércoles algunas propuestas sobre el clima, incluidos los planes para eliminar la venta de coches con motor de combustión para 2035, en unas conversaciones que probablemente pondrán de manifiesto dónde se encuentran las mayores fisuras.
Con información de Reuters