Los productores del centro y el norte de Santa Fe prevén incrementar la siembra de trigo en la próxima campaña entre un 18 y 20 por ciento respecto de la anterior, con lo cual la superficie cubierta con ese cultivo alcanzaría unas 450.000 hectáreas, informaron este miércoles voceros del sector. El informe semanal que elaboran el Ministerio de la Producción de la provincia y la Bolsa de Comercio de Santa Fe indicó que el cambio de expectativas responde a que "las condiciones ambientales de las semanas anteriores se revirtieron con las precipitaciones registradas en distintas zonas geográficas".
Debido a esa variación, "se analizaron y evaluaron nuevas planificaciones, insumos disponibles, fechas de implantación, variedades, ciclo para cada lote o establecimiento, los futuros pronósticos climáticos y las situaciones económicas de cada productor, para la toma de decisiones finales". "La conclusión y decisión tomada por el sector, fue la implantación", puntualiza el informe, que adelanta que "la intención de siembra de trigo alcanzaría las 450.000 hectáreas", con un incremento de 80.000 respecto de las del año anterior, lo que representa entre 18 y un 20 por ciento más de superficie cubierta.
En cuanto a los cultivos que se encuentran en etapa de cosecha, esta semana las tareas en los sembradíos de algodón estuvieron condicionadas por los elevados porcentajes de humedad ambiente, aunque se registró un adelanto de 10 puntos porcentuales.
En el sector Este se llegó a recolectar el 65% de la superficie sembrada, en tanto en el sector Oeste se ha cosechado el 44 %, con rendimientos similares a los de la semana pasada, con valores mínimos de 400 a 600 kilogramos por hectárea y máximos de entre 1.300 a 1.400 kilos, con parcelas aisladas de hasta 2.000 kilos por hectárea. Las perspectivas son mejores en los lotes de siembra tardía que comenzaron a recolectarse, ya que se registraron valores de entre 2.000 y 3.000 kilos por hectárea.
También se viene completando la cosecha de soja tardía, que esta semana alcanzó el 70% de la superficie sembrada, con un progreso de 13 puntos respecto de la anterior y un retraso de 22 puntos en comparación con el mismo período del año pasado. En cuanto a los rendimientos, en la zona sur, departamentos San Martín y San Jerónimo, los registros hasta el momento se ubicaron entre los 6 y los 14 quintales por hectárea, con lotes puntuales de hasta 25 quintales.
En la zona centro, departamentos San Cristóbal, San Justo, Castellanos, Las Colonias y La Capital, los promedios oscilaron entre 3 y 15 quintales, con parcelas puntuales de hasta 18 quintales. En tanto, en los departamentos 9 de Julio, Vera, General Obligado y norte de San Javier, se han obtenido rindes de entre 7 y 22 quintales, con lotes muy puntuales de hasta 30 quintales y un mejoramiento general en los rendimientos obtenidos la semana anterior.
Soja de mal en peor
La Bolsa de Cereales de Entre Ríos estimó una producción de soja de 512.000 toneladas para la campaña agrícola 2022/23, 80 por ciento menor a la registrada en la temporada anterior y será la peor campaña de los últimos 20 años en cuanto a área sembrada, principalmente por la sequía que afectó a la región. De las 969.500 hectáreas sembradas (la más baja desde 2003), al menos 200.000 hectáreas -equivalente al 21% del total- no pudieron recuperarse y se perdieron por la sequía calificada como la peor de los últimos 60 años.
También se detectaron retrasos en siembras, resiembras y grandes pérdidas de cultivos, y se complicó la producción de forraje, principal alimento del ganado. El 2022 fue el año "más seco de los últimos sesenta", el trienio 2020/21/22 fue el más seco "jamás observado", y los registros pluviales en Entre Ríos se posicionan entre los más bajos de los últimos 60 años y hasta seis veces menores a lo normal.
Ese escenario, y las temperaturas por encima de los valores normales, provocó una casi nulidad de reservas hídricas y un marcado avance de la sequía en el suelo entrerriano, con retraso de siembras, resiembras, y fuertes consecuencias sobre los cultivos. La Bolsa señaló que para la campaña 2022/23 se espera un rendimiento promedio provincial de 727 kilos por hectárea para la soja de primera y de 600 para la de segunda, muy por debajo del rendimiento anterior (2.536 kilos) de las expectativas y los promedios históricos.
Por eso, se estimó una producción de 512.000 toneladas aproximadamente, con una caída interanual del 80% y posicionando a la campaña como la peor de los últimos 20 años en términos de área sembrada, rendimiento y producción.