Mientras el Gobierno sigue negociando con las corporaciones agropecuarias cómo terminar de definir un paquete de medidas tendientes a desacoplar los precios internos de las cotizaciones internacionales de las materias primas alimentarias, los principales granos que comercializa el la Argentina se dispararon un 50 por ciento en apenas dos meses y medio de este año. Los valores del maíz y el trigo colocado en los puertos de Rosario, los granos más impactados por la guerra entre Rusia y Ucrania (por ser unos de los principales productores), evidencian una fuerte tendencia alcista que se inició con la pandemia y se termina de coronar con el conflicto bélico.
De acuerdo con las pantallas de la Bolsa de Cereales porteña, el precio de la tonelada de maíz puesta en el puerto de Rosario creció 43,7 por ciento, mientras que para el trigo saltó un 49,1 por ciento. Con los actuales precios para la exportación, el maíz temprano continúa liderando los márgenes de rentabilidad del sector agropecuario, con 731 dólares por hectárea en campo propio, seguido por el mix (doble cultivo) de trigo y soja queda, con 665 dólares de hectárea.
La invasión rusa en Ucrania no generó la inflación que se vive actualmente, tanto en la Argentina como en el mundo, pero termina de coronar un proceso de alza que se dio tras la salida de la pandemia. El riesgo de no frenar esa nueva escalada es lo que lleva a repensar desde el equipo económico, bastante tarde, nuevas herramientas (o viejas remozadas) para desanclar la inflación doméstica de la escalada internacional. En las últimas horas, la negociación se enfoca en el precio del trigo y el maíz, de alta demanda interna, ya sea para la producción de pan como de proteína animal para consumo doméstico.
Ante las denuncias de la panaderías por el alza de la bolsa de harina, el presidente de la Federación de la Industria Molinera, Diego Cifarelli, afirmó que la suba internacional del precio del trigo "es coyuntural y seguramente tienda a apaciguarse en los próximos días". No sucedió así. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el precio del maíz pasó de 23.050 pesos la tonelada a principio de año a 33.114 pesos, con un alza de 43,7 por ciento hasta mediados de marzo. En el caso del trigo, el precio por tonelada se incrementó en un 49,1 por ciento de 24.050 pesos a 35.855 pesos.
Según reconoció Cifarelli, el precio del trigo conforma el 90 por ciento del costo de la industria molinera. Por su parte, el titular de la Federación Industrial de Panaderos de la Provincia de Buenos Aires (FIPBA), Raúl Santoandre, señaló a este medio que el aumento del pan "se debe al precio de la harina". "Tenemos la materia prima dolarizada y sigue el comportamiento del precio del mercado en Chicago", explicó Santoandre. Detalló que "el precio de la bolsa de harina hoy es de 2500 pesos", lo que equivale a un alza de más de 100 por ciento respecto de fin del año pasado (1150 pesos).
Crisis mundial del trigo
El Banco Mundial, incluso, redobló la apuesta y aseguró que varios países en vías de desarrollo se enfrentan a una escasez de oferta de trigo a corto plazo debido a su gran dependencia de las exportaciones de trigo ucraniano, que se han visto reducidas tras la invasión rusa. Esto tensionará las cotizaciones.
La Argentina no tiene faltante de oferta sino que carece de un mecanismo efectivo de desacople de precios. En los primeros dos meses del año, los productos de almacén subieron 10,5 por ciento, con fuertes alzas para la docena de huevos (29 por ciento), el kilo de pan (20,8 por ciento) y la harina de trigo (17,6 por ciento). Por su parte, la carne aumentó un 6,4 por ciento, mientras que la fruta y la verdura aumentaron 35,9 por ciento.
Las estimaciones para la cosecha de maíz con destino a grano comercial se concentra en el centro del área agrícola nacional. Luego de relevar un avance intersemanal en las labores de 0,8 puntos porcentuales, ya se recolectó el 5,7 por ciento del área apta en todo el país.
"Frente a este panorama, mantenemos la proyección de producción para la campaña 2021/22 en 51 millones de toneladas", sostiene la Bolsa cerealera de Buenos Aires. Las lluvias relevadas durante la primera parte de marzo mejoran las reservas hídricas de los cuadros del cereal. "Un 77 por ciento de los lotes de maíz con destino grano comercial mantiene una condición hídrica adecuada/óptima. Por otro lado, el 40 por ciento de los lotes de maíz tardío y de segunda ocupación presenta una condición del cultivo excelente/buena", agrega el informe de la Bolsa.
Las estimaciones privadas dan cuenta que la caída de las cantidades exportadas del complejo, como consecuencia de la sequía, sería revertida por la escalada de los precios internacionales. El problema es que esos precios se trasladan como costos directos e indirectos a las góndolas argentinas.