La escasez de lluvias que se registra desde el otoño en la provincia de Entre Ríos complicó el estado fenológico del trigo sembrado para la campaña 2022/23, lo que también repercutirá en la producción final y el rendimiento promedio, advirtió hoy la Bolsa de Cereales provincial.
Para el ciclo agrícola se sembraron unas 500.000 hectáreas aproximadamente, donde la mayoría de los lotes se encuentran entre las etapas de espigazón y llenado de granos.
En esos momentos es cuando el cereal presenta su máxima demanda hídrica y donde el escenario de déficit actual repercute directamente en una caída en el rendimiento potencial, explicó el organismo.
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Actualmente el rendimiento promedio provincial sería de 2.800 kilos por hectárea, pero de continuar "el vigente escenario" de lluvias y sequía "tenderá hacia la baja", por debajo del promedio provincial del último lustro (3.078 kilos por hectárea), dijo la Bolsa.
En tanto, el 21% de las plantas de trigo sembradas presentan una muy buena condición fenológica, el 49% fue calificado como bueno, un 23% se mantiene regular y el 7% fue decretado en mal estado.
Respecto a la primera semana de septiembre, la calificación de buena a muy buena cayó un 19%, lo que la entidad bursátil señaló como consecuencia de las pocas lluvias.
La precipitación promedio acumulada entre los meses de mayo y septiembre de los años desde 2010 y 2020 fue de 300 milímetros, pero en 2021 el total acumulado fue de 274, un 9% menor, y en 2022 llegó sólo a 128 milímetros.
Además, la distribución de lluvias fue muy dispar generando dos escenarios: el centro norte de Entre Ríos con más de 150 milímetros acaecidos -aún así, un 23% menos que el promedio histórico-, y el centro sur con un promedio de 120 milímetros (60% menor que la media).
Por otra parte, la Bolsa comunicó que el 90% de las cerca de 420.000 hectáreas sembradas con maíz de primera se encuentra en buen o muy buen estado fenológico.
El 10% restante presenta una condición regular o mala, en general debido a las heladas registradas durante septiembre, por lo que la situación fue calificada como "buena" y con "un un buen recuento de plantas" por hectárea.
Asimismo, se implantaron en Entre Ríos unas 18.000 hectáreas con girasol, que se mantienen con cuatro pares de hojas desarrolladas y una condición general buena, aunque las bajas temperaturas generaron un menor desarrollo.
Respecto al estado sanitario, se realizaron "controles puntuales" para combatir la oruga cortadora y en algunos casos, se planificó el control de maleza, a pesar de la falta de productos específicos para el cultivo.
Con información de Télam