El Ministerio de Transporte de la Nación oficializó la decisión de terminar con las concesiones ferroviarias en el sector carguero. En las últimas horas se filtró una comunicación firmada el viernes pasado por el ministro de Transporte, Alexis Guerrera, que rechaza los pedidos de prórroga de las concesiones de Ferroexpreso Pampeano, Nuevo Central Argentino y Ferrosur Roca, una posibilidad que había sido habilitada por una resolución del exministro Dietrich. La resolución le asigna a la ADIF (Trenes Argentinos Infraestructura) "la administración de la infraestructura ferroviaria y de la totalidad de los bienes que integran las concesiones".
El Gobierno había manifestado su decisión de recuperar la potestad de los ramales ferroviarios a cargo de privados a la espera del vencimiento este año de las primeras concesiones otorgadas en los '90. El menemismo había otorgado por 30 años las concesiones en favor de Ferroexpreso Pampeano (Techint), Nuevo Central Argentino (Aceitera General Deheza) y Ferrosur Roca (Loma Negra). El macrismo había dejado abierta la posibilidad de una renovación casi automática de las concesiones.
Un informe previo de la cartera de Transporte, cuando estaba al frente Mario Meoni, argumentó que "las tarifas actuales, esas firmas apenas llegaron a realizar el mantenimiento, y mucho menos están las condiciones para realizar inversiones que eviten el deterioro de la infraestructura, factor que lleva a que las formaciones funcionen cada vez a una velocidad menor y, por ende, sean cada vez más ineficientes en el transporte de la producción”.
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Desde el Gobierno sostienen que los privados seguirán siendo socios para la operación, mientras que el peso de la renovación del material rodante, las vías y la señalización volverá a manos del Estado. La idea es que Trenes Argentinos Cargas sea el gran operador de carga y que garantice la posibilidad de que existan trenes a todos los dadores de carga.
La norma firmada el viernes recoge en sus considerandos dicho informe técnico, el cual concluye que “las concesiones ferroviarias de cargas arrojan, al cabo de casi 30 años, un balance negativo en términos de estado de la infraestructura (velocidad y ramales perdidos". "Esa situación no puede ser corregida, ni siquiera atenuada, en el marco del esquema de concesionamiento integral y de fragmentación de la Red Ferroviaria Nacional en compartimentos estancos”, ratifica.
Cómo es la nacionalización de los trenes
La resolución del ministro Guerrera asigna la operación carguera de los ferrocarriles Sarmiento, Roca y Mitre a partir del vencimiento de las concesiones a Belgrano Cargas y Logística (“Trenes Argentinos Cargas”), empresa estatal que ya tiene a su cargo los servicios cargueros de las líneas Belgrano, San Martín y Urquiza. En paralelo se prorroga en forma precaria por algunos meses el vencimiento de FEPSA, hasta junio de 2022, al tiempo que las concesiones de NCA y Ferrosur mantienen su caducidad en diciembre de 2022 y marzo de 2023, respectivamente.
El primer contrato en vencer es el de Ferroexpreso Pampeano, empresa donde el Grupo Techint tiene el 62 por ciento de las acciones y Sociedad Comercial del Plata un 18 por ciento. Sus trenes de carga corren por tramos del Sarmiento, Roca y Mitre, llegando desde Rosario al puerto de Bahía Blanca, utilizada por acopiadores y ruralistas de la pampa húmeda.
A fines de 2022, se producirá el vencimiento de la concesión del Nuevo Central Argentino, la empresa propiedad de la familia Urquía, dueña de Aceitera General Deheza, cuyo titular es Miguel Acevedo, presidente de la Unión Industrial Argentina. Su red circula por las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Santiago del Estero y Tucumán. En marzo de 2023 finalizará la concesión de Ferrosur Roca, donde Loma Negra posee el 80 por ciento de la línea de cargas del ferrocarril Roca.
De cara a este vencimiento, las tres concesionarias, en colaboración con la ADIF y la CNRT elaborarán un inventario de los bienes en concesión que deberán devolver al Estado. Por su parte, la asigna a la ADIF (Trenes Argentinos Infraestructura) la administración de la infraestructura ferroviaria y de la totalidad de los bienes que integran las concesiones, incluyendo la gestión de los sistemas de control de la circulación de trenes y el mantenimiento de la infraestructura ferroviaria.
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La norma habilita a la ADIF a ceder esa responsabilidad a Trenes Argentinos Cargas, situación que se descuenta sucederá en la práctica. De hecho, el traspaso al Estado garantiza la continuidad en Trenes Argentinos Cargas de los trabajadores que actualmente se desempeñan en áreas de infraestructura y control de circulación de trenes de las concesionarias, así como de aquellos de áreas operativas que no continúen desempeñándose en el sector privado.
La resolución determina que se deberá elaborar un plan de inversiones para la mejora de la infraestructura de las áreas hasta ahora concesionadas de cada a una futura implementación del acceso abierto. Deja abierta así la puerta abierta para la participación privada en la operación ferroviaria, aunque bajo el tutela de Trenes Argentinos Cargas, lo que queda limitado a los tramos del sector ferroviario nacional actualmente concesionados a FEPSA, Ferrosur y NCA. Al vencimiento de las concesiones los privados deberán devolver al Estado el material rodante que actualmente explotan.
La recuperación por parte del Estado de los sectores de la red ferroviaria todavía en manos privadas marca el punto final del modelo de concesiones del menemismo y del intento por reflotarlo de la gestión del macrista Guillermo Dietrich. "El nuevo esquema tampoco implica un retorno a la explotación estatal monopólica anterior a la reforma menemista, sino una aproximación al open access, respetando el principio de administración estatal de la infraestructura, con prevalencia del interés público pero abierto a la participación privada", de acuerdo con el sitio especializado enelSubte.
El reciente relanzamiento de Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FASE), empresa que será la planificadora logístico del sistema ferroviario argentino es parte de esta estrategia, dado que permitirá impedir que el sistema siga parcelado como hasta ahora, donde cada empresa se maneja de manera independiente en el área de su concesión.