Luego de que el intendente de la ciudad de Santa Fe, Juan Pablo Poletti, anunciara un nuevo incremento del boleto de colectivos, las empresas advirtieron que "no están los fondos para abonar" el sueldo de los choferes del mes de agosto.
Durante una rueda de prensa realizada este lunes, Poletti afirmó que el sistema de transporte público "es un cuello de botella que está realmente roto” y que “la situación sigue tan compleja como cuando arrancó la gestión". Tras la reunión de ayer, las cabezas de las compañías locales le volvieron a exigir al intendente un aumento de la tarifa para hacerle frente a los crecientes costos.
En este contexto de "déficit", el salario de los trabajadores se incrementó después de cerrar la última paritaria y deberá pagarse en 48 horas. Las cabezas empresariales le advirtieron a medios locales que faltan 240 millones de pesos para alcanzar la suma necesaria y que, incluso en el caso de que aumente el boleto, no hay tiempo para recaudar el dinero.
A raíz de esto, pidieron que el Municipio destine una partida mayor a los fondos que habitualmente transfiere al sistema de transporte urbano y, de esta manera, desactivar una posible medida de fuerza. De todos modos, y más allá de cuál sea la propuesta municipal, un aumento en la tarifa impactaría en la recaudación de las empresas recién dentro de dos semanas, pero los sueldos deben ser pagados este jueves.
Según el gerente financiero del Grupo Autobuses, Víctor Zavagna, en agosto se alcanzó un número récord de pasajeros transportados en la ciudad de Santa Fe, con aproximadamente 2.800.000 usuarios. No obstante, el déficit operativo fue del 35%, lo que significa que faltaron 1.000 millones de pesos para equilibrar los números del sistema.
"El acuerdo paritario se firmó hace 30 días y sabíamos que, con la actual tarifa, no podíamos cumplirlo. Pero lo firmamos para ganar tiempo, para que se realicen estas reuniones y aparezcan soluciones, algo que todavía no ocurrió", aseguró el empresario a AIRE de Santa Fe.
Transporte en Santa Fe: reclamo por subsidios y promesas incumplidas
El gobernador Maximiliano Pullaro padece una recesión por los recortes de transferencias discrecionales del Gobierno de Javier Milei, quien le quitó el Fondo Compensador del Transporte a los territorios regionales.
Según expuso Poletti, desde la gestión provincial, mantienen la lucha para que "se reintegre o se coparticipe ese impuesto que pagan todos los santafesinos, que sigue llegando a Nación y, por más que empezaron a cumplir eso de sacarle al AMBA parte del subsidio, sigue quedando allí y no va para otro lado, ni para la Sube".
Mientras los mandatarios municipales continúan con su reclamo para que se trate un proyecto que modifique la Ley de Combustibles, Pullaro busca apaciguar los efectos del ajuste libertario a través de medidas que profundizan la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.
A pesar de que hace algunas semanas el intendente reconoció que iba a intentar evitar que la tarifa tenga otra suba y mantener el valor a $1.000, este lunes manifestó que "habrá que ir hacia un aumento de boleto".
Aunque el incremento es inminente, los números generales del sistema no permitirán avizorar una solución definitiva a la crisis. Desde la Municipalidad siguen evaluando la magnitud en la que se va a aumentar el precio, con el pedido en mano de parte de las empresas para elevar la tarifa plana de $940 a $1.465,63.