Destacan posibilidades para América Latina de ser exportadora globales de energías verdes

10 de julio, 2022 | 13.40

Los países de América Latina tienen una base sólida para ampliar su influencia en la transición energética mundial, pero requieren lograr una mayor integración regional, mejorar sus regulaciones para la inversión y hacer de las exportaciones de energía limpia una prioridad estratégica para convertirse en "potencia global".

Así se desprende del trabajo realizado en el marco del Índice de Preparación para la Transición Energética que destaca la oportunidad de América Latina para convertirse en potencia global, realizado por Siemens Energy y la consultora de gestión estratégica Roland Berger.

Ese reporte realizado sobre la base de una encuesta a 530 líderes empresariales regionales y globales, responsables políticos y representantes gubernamentales de diversos sectores, resaltó que la región - un contribuyente menor del cambio climático mundial- se sitúa actualmente en el 22% en la escala de preparación para la transición energética.

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Según los encuestados, en el primer lugar de la lista de prioridades se encuentra la aceleración de la expansión de las energías renovables, cuya tecnología está avanzada y sus costos son competitivos.

"América Latina tiene una oportunidad de oro para seguir desarrollando su papel como exportador confiable de energía verde, particularmente de hidrógeno, pero cualquier movimiento en esta dirección requiere apoyo regulatorio", coincidieron.

Así, para los analistas "las políticas públicas es el principal ámbito en el que es necesario actuar, implementar una normativa que impulse la inversión, logrando mayor integración regional que tenga como prioridad estratégica las exportaciones de energía limpia".

"En el escenario de la carrera hacia las cero emisiones, América Latina tiene el potencial de crecer como un importante proveedor mundial de energía limpia, así como ser el proveedor clave de alimentos con etiqueta sostenible para otros continentes", se resaltó.

Por lo tanto, "a la región le conviene establecer alianzas transnacionales de acuerdo con un pensamiento sistémico, que no sólo considere las cadenas de valor locales, sino también la demanda global", planteó el trabajo.

También para desarrollar todo su potencial, América Latina necesita implementar regulaciones que impulsen la inversión para garantizar la mejora de las infraestructuras, y a la vez hacer de las exportaciones de energía limpia una prioridad estratégica.

Después de las políticas públicas, los participantes eligieron la financiación como un área prioritaria, ya que ven que la necesidad de actuar en materia de financiación es especialmente elevada en el caso de las fuentes de energía renovables, y en este caso, el régimen normativo también debe ajustarse para crear más oportunidades de inversión.

Los encuestados consideraron asimismo prioritaria la integración de las energías renovables en el sistema energético, que también requiere soluciones de almacenamiento.

Además, creen que la descarbonización de la industria es una prioridad: Si se realiza con éxito, esto permitirá el crecimiento económico sin elevar los niveles de emisión.

Sin embargo, según los encuestados, los avances actuales en el alcance de las prioridades energéticas en América Latina han sido lentos, y sólo se han hecho algunos progresos en el ámbito de la generación de energía, pero la capacidad instalada para la energía solar y la eólica todavía deja margen para un mayor despliegue en el futuro.

Con información de Télam