El sector informático tiene un rol estratégico en el desarrollo industrial nacional y se ubica en el tercer lugar en volumen de exportaciones. En el primer semestre de este año ya empleaba a más de 145 mil trabajadores, con un crecimiento del 44% de los puestos en los últimos cuatro años, sin embargo, al no contar con la herramienta de la negociación colectiva, sus trabajadores se enfrentan a una mayor dispersión salarial, sin acceso a obra social y demás derechos garantizados por Convenio.
Los datos se desprenden de un nuevo relevamiento realizado por el Observatorio del Trabajo Informático (OTI) que muestra las características y estado de situación del sector en los últimos años con el objetivo de “generar información precisa para los trabajadores y como un insumo para la elaboración de políticas estatales”. Según sostuvieron desde el espacio, “la mediana de las remuneraciones percibidas por los trabajadores informáticos en relación de dependencia se encuentra muy lejos de los montos difundidos habitualmente por algunos medios de comunicación que suelen estar basados en los informes de las cámaras empresarias” y consideraron que un factor clave se vincula con “la falta de Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) y de discusión paritaria como herramienta de defensa de los ingresos del trabajador”.
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En ese sentido se destacó que, a contramano de las propuestas que apuntan a “eliminar convenios colectivos” y “facilitar la negociación por empresa”, según el plan económico de la candidata de Juntos por el Cambio Patricia Bullrich, en la práctica este sector es caso testigo de que “es falso que no estar bajo Convenio Colectivo sea beneficioso para los trabajadores”. En esa línea se señaló además que "no fue la desregulación lo que permitió que el sector crezca de forma sostenida sino que fue la fuerte inversión del Estado" la que lo sostuvo.
Radiografía del sector
Según los últimos datos difundidos por el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI), en mayo el sector de informática registró 145.372 puestos, con una suba interanual del 2,3%. De acuerdo con las estimaciones del Observatorio del Trabajo Informático (OTI) entre 2017 y 2022 el número de trabajadores creció un 44,5%, logrando un promedio de crecimiento anual del 7,6%. Con datos a 2023, dicho centro de estudios analizó también la evolución salarial de acuerdo con las divisiones tradicionales del sector: para mayo de este año la mediana salarial fue de 203.040 pesos para Hardware, de 250.350 pesos para Software y 257.340 pesos para Servicios Informáticos.
A su vez realizaron una comparación entre dichos salarios y la evolución de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) para “aproximar una idea de cómo se encuentran en relación al promedio general del resto de las actividades económicas”, y observaron que “para mayo el RIPTE se ubicó por arriba, al alcanzar los 279.820 pesos”. En tercer lugar el informe comparó el salario sectorial con las remuneraciones medianas brutas de otros sectores de la economía con características similares por exigencias de capacitación, demanda de perfiles profesionales y pertenencia al mismo segmento de ingresos medios altos, pero que están bajo Convenio. “Los informáticos están por debajo y pierden incluso frente a actividades que cuentan con Convenio Colectivo como es el caso de la industria del petróleo ($968.000), sector bancario ($545.000) e industria automotriz ($479.000)”.
“La negociación individual fue generando un gran desorden, dispersión y muchas injusticias. Hay trabajadores a los que no les han aumentado nada o muy por debajo de la inflación, este es uno de los motivos por el que se ha ido perdiendo poder adquisitivo en el sector de manera sostenida, ya que al no existir negociación colectiva y una dinámica de paritarias periódicas, los sueldos fueron decayendo y por eso hoy se encuentran por debajo de otras actividades similares en cuanto a exigencia de capacitación”, señaló en diálogo con El Destape, el director del OTI, Esteban Sargiotto y agregó en ese sentido que desde la Asociación Gremial de Computación (AGC) consideran fundamental avanzar en el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT), para “tener paritarias que actualicen el poder adquisitivo, gozar de licencias, y demás derechos laborales”. Al respecto, anticipó que en el último plenario gremial en julio pasado estuvo presente la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, quien "se comprometió al llamado a mesa paritaria" dado que se concretó la adecuación de la personería gremial necesaria.
En cuanto al sector empresario en la actividad, el relevamiento del OTI detalló que “la industria informática cuenta con una representación consolidada sobre todo en tres cámaras que concentran a los jugadores más grandes, no obstante, la distribución del mapa es mucho más compleja y consiste en un tejido compuesto por una enorme mayoría de microPyMES (62%) pequeñas (25%), y una minoría de medianas (10%) y grandes (3%)”. Sobre la ubicación geográfica el 44% de las empresas están en CABA, seguidas en menor medida por Gran Buenos Aires (10,5%), Buenos Aires (11,6%), Córdoba (7,1%), y Santa Fe (6,2%).
Otro punto que se señaló tiene que ver con los beneficios que reciben las empresas del sector. “El caso del Software además expone que existe un régimen de promoción desde el año 2004 donde perciben enormes exenciones tributarias, beneficios y subsidios y así y todo el salario no ha parado de caer y los informáticos no cuentan con muchos derechos básicos garantizados como pago de guardias pasivas, horas extra, bonos y, naturalmente, paritarias”, agregó Sargiotto. Hasta 2019 Mercado Libre, Globant, Accenture y Red Link fueron las principales beneficiarias de régimen del Software, ya que “recibieron el 45,9% de todos los beneficios y sólo Mercado Libre se llevó aproximadamente el 20% de esos recursos”.
Políticas para el sector
Desde el Observatorio recodaron que en materia de políticas públicas en 2004 se promulgó la Ley de Promoción del Software que “sentó las bases para constituir al sector informático como una industria específica, no sólo en lo económico sino también en lo jurídico”. En tanto que en el 2020 se sancionó la Ley de Economía del Conocimiento (LEC), “que amplió el abanico de actividades contempladas en el régimen de promoción anterior, y la industria del Software, Hardware y Servicios Informáticos ya conformaba un sector destacado de la economía nacional como un importante actor exportador y en crecimiento”.
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En esa línea se evaluó que “la industria informática argentina cuenta con una enorme capacidad para generar valor agregado en su producción, una alta tecnificación, modernización y eficiencia en su funcionamiento” en tanto que fue “la inversión estatal la que tuvo un rol fundamental para ese desarrollo y con la existencia de una educación pública técnica y superior de calidad, que ha formado durante décadas a los profesionales que conforman esta industria desde sus comienzos”.
Sobre esto, Sargiotto agregó que “se debe reformular la actual Ley de Economía del Conocimiento para que beneficie a sus trabajadores, por ejemplo, en cuanto a facilidades para cobrar en dólares si así lo hiciera la empresa y para contar con beneficios en impuesto a las Ganancias como vienen recibiendo las empresas inscriptas al régimen. Y además hay que reformular los planes de estudio de los programas de formación para poner el foco en la formación para el trabajo”, y cerró “se debe apuntar fuertemente a la consolidación de la soberanía informática con un Estado que profundice las políticas de digitalización en la esfera pública”.