Son varios los estudios privados que miden el creciente monto que los trabajadores, vía impuestos, aportan al sector público, pero el Centro CIFRA de la CTA realizó la evaluación de otra pérdida que sufrieron los salarios, en este caso de parte del ingreso nacional y frente al sector privado empresarial.
En efecto, si bien la misma relación laboral plantea una transferencia (plusvalía) del trabajo al capital, desde que en 2016 el Indec reanudó su medición de la “Cuenta de Generación del Ingreso” dentro de las “Cuentas Nacionales” el Centro CIFRA de la CTA pudo detectar la creciente transferencia del trabajo al capital, es decir que monto de la riqueza producida en cada año quedó para los trabajadores y que monto para los empresarios, lo cual se vincula tanto con el nivel salarial como con la tasa de ganancia. El estudio, de todas formas no se pudo medir con precisión en relación a 2015 y los años previos, por la discontinuidad de esta medición por parte del Indec de aquellos tiempos.
Así, de acuerdo a cifras aportadas por CIFRA a El Destape, los trabajadores aportaron 7,6 billones de pesos extras al capital en los últimos cinco años, de los cuales 3,5 billones correspondieron al período comprendido entre 2017 y 2019 y un monto aún mayor, 4,1 billones, a los años 2020 y 2021. De hecho, fue solo durante 2017 cuando los trabajadores pudieron incorporar una mayor parte del ingreso nacional que los empresarios, específicamente cien mil millones de pesos, pues al año siguiente los trabajadores transfirieron 1,7 billones de pesos al capital; otros 1,9 billones en 2019; 1,2 billones durante la pandemia, y 2,9 billones de pesos en 2021, justamente el año en que, observando la tendencia a fines de 2020, Cristina Kirchner había afirmado que no quería “que ese crecimiento se lo queden tres o cuatro vivos nada más” .
Procesos divergentes
De todas formas, según afirman a este medio desde el Centro Cifra, el tipo de transferencia fue disímil entre la experiencia macrista y la actual, pues, señalan que "si bien los trabajadores perdieron participación en el ingreso en favor del capital en los últimos cinco años, en el final del macrismo se perdió también participación porque a los salarios les fue peor que a la economía, mientras que durante el actual gobierno lo que sucedió es que los asalariados no recibieron los beneficios de la recuperación pospandemia, ya que los mismos no crecieron, de modo que puede decirse que el crecimiento de la economía no fue distribuido sino que mayormente benefició a los empresarios”.
https://www.eldestapeweb.com/economia/empleo-privado/salarios-privados-cayo-su-poder-de-compra-en-el-primer-trimestre-20225230521
Incluso, en el primer trimestre de este año, pese a que la economía creció un 6,1 por ciento, los salarios volvieron a perder poder adquisitivo, pues según se desprende del último informe del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE), espacio integrado por economistas ligados a la Universidad Nacional de Rosario (UNR), los trabajadores perdieron en ese lapso un promedio de 2,6 puntos. Así, el balance de los tres años de Cambiemos y de los dos primeros años del Frente implicaron no solo una mayor apropiación de la riqueza por parte de los empresarios, sino también una disminución en el poder de consumo de los trabajadores. Esta realidad contrasta con la experimentada durante los tres gobiernos kirchneristas, cuando subieron los salarios reales pero la apropiación de la riqueza se mantuvo entre estable y favorable a los trabajadores. Sucede que, de acuerdo a MATE, los salarios habían crecido un 34 por ciento durante la presidencia de Néstor Kirchner, un 23 por ciento en la primera de Cristina Fernández, y un 3,5 por ciento en la segunda.
Y si bien la interrupción de las estadísticas vinculadas a la “Cuenta de Generación del Ingreso” del Indec impidió un estudio exhaustivo sobre la distribución entre capital y trabajo, un estudio alternativo realizado por el sociólogo Esteban Ezequiel Maito en el número 32 de la publicación “Ideas de Izquierda” de agosto de 2016, señalaba que entre 2004 y 2008 la participación asalariada en relación al capital se mantuvo estable, para a partir de ese año incrementarse, especialmente durante los años 2012 y 2014, cuando si bien los trabajadores no experimentaron fuertes cambios en sus ingresos reales, sí capturaron una mayor parte del ingreso nacional, que previamente iba hacia el capital, el cual del mismo modo experimentó un descenso de su tasa de ganancia.