La Federación Nacional de Inquilinos estimó hoy que, en medio de la crisis habitacional atravesada por los habitantes de Tierra del Fuego, existen 7.000 viviendas vacías en la austral provincia, un 15% del total, que "no se ocupan ni para el turismo ni para vivir, sino solamente como especulación financiera".
Así lo aseguró el presidente de la entidad y referente de Inquilinos Agrupados, Gervasio Muñoz, al analizar los resultados del censo nacional 2022 y cruzarlos con los de los censos de 1991, 2001 y 2010 en jurisdicción fueguina.
"Tierra del Fuego es una provincia joven que tuvo un crecimiento poblacional muy marcado. Su población creció un 187% desde 1991, llegando ahora a las 190.000 personas. Es una de las que más creció en 30 años. Pero en 1991 había 30.000 viviendas y ahora 67.000. Es decir que no se pudo acompañar el crecimiento poblacional y esta sería una primera explicación de la crisis habitacional, mencionó Muñoz en declaraciones a Radio Nacional Ushuaia.
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Sin embargo, el dirigente planteó que considerando los pobladores actuales (190.000) y las viviendas actuales (67.000), se llega a la conclusión de que viviendo 2,8 personas por hogar alcanzarían las casas para todos.
Pero la particularidad de Tierra del Fuego y la de buena parte del país donde la situación habitacional es crítica, es que hay más viviendas que hogares. Es decir, se podría dar una vivienda a 2,8 personas y todas tendrían un lugar donde vivir, pero la conformación del hogar es de 3", analizó el titular de la Federación de Inquilinos.
En ese sentido, puntualizó que si bien uno de los inconvenientes son las viviendas afectadas al turismo, con valores muy altos que presionan sobre el precio de los demás alquileres, el otro tema son las viviendas desocupadas destinadas a la especulación.
Según Muñoz, toda la Patagonia está atravesando una situación habitacional muy crítica que tiene que ver con una nueva modalidad de turismo de alquiler, ya no en hoteles, sino en viviendas particulares con una rentabilidad muy alta. Los Estados no han tenido en cuenta el impacto de esta situación, opinó.
De todos modos, dio el ejemplo de algunos lugares como El Calafate, donde se tomó la decisión de establecer un registro obligatorio de las viviendas para alquiler turístico.
Es la primera medida antes de limitar directamente la cantidad de hospedaje turístico. En otros sitios como El Chaltén, Villa La Angostura o San Martín de Los Andes se han presentado proyectos sin que hayan prosperado hasta el momento, detalló.
El referente de Inquilinos Agrupados sostuvo que el estado debería, en definitiva, regular el alquiler turístico y establecer medidas para evitar las viviendas vacías, de modo que puedan ser incorporadas al alquiler permanente.
No es sólo regular con leyes, sino participar del control, de lo contrario la situación empeora todavía más. No hay forma de que el Estado construya viviendas para darle a la población y también al turismo. Mientras se construye nueva infraestructura es imprescindible acompañar la situación con medidas regulatorias, concluyó el dirigente.
Con información de Télam