Las redes sociales se hicieron eco de la conmoción que generó la supuesta detención del creador de la página ilegal Fútbol Libre, que, entre otras cosas, retransmitía eventos deportivos. Las trabas a la piratería audiovisual exponen la utopía de seguir una de las pasiones culturales más potentes del país: el fútbol. Los costos de los valores de las entradas, la cuota social de los clubes y los servicios de telecomunicaciones son inalcanzables para los sectores populares.
La detención de un hombre en Mendoza que, en principio, sería al creador de Fútbol Libre, produjo la decepción en usuarios de esta página ilegal. El Poder Judicial actuó tras una denuncia de la Alianza Contra la Piratería Audiovisual. El fiscal de Cibercrimen, Alejandro Musso, en la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Ciberdelitos (UFEIC), Policía Federal y de la Ciudad de Buenos Aires fueron los que llevaron adelante los allanamientos.
Así, se bloquearon 50 dominios que ofrecían transmisiones ilegales de los partidos. Se lo acusa de violar el derecho a la propiedad intelectual de la Ley 11.723. Esta es la letra burocrática que debe informarse. Pero tras el telón jurídico se halla un problema de mayor envergadura: quienes utilizaban la frase del fútbol como "opio" de los pueblos deberían notar que el apotegma está mutando hacia la representación de un circo para algunos privilegiados.
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Cuánto cuesta ver un partido de fútbol en Argentina
Sin la opción de ir a la cancha de visitante, un socio de un club de primera debe pagar una cuota social con un piso que inicia en los $ 15.000. La relevancia popular de los cuadros más importantes hace variar el precio final e incluso algunas instituciones adoptan mecanismos de actualización mensual en base a los datos de inflación que publica el Indec. Sin ser socio, el precio de la entrada general en primera división es de $ 15.000.
Pero cuando tu club juega en el estadio del equipo contrario, la única opción es caer en el negocio audiovisual de las telecomunicaciones. De base, para saltar el laberinto y ver el partido en una página ilegal, hay que tener servicio de internet. Como pasó con Fútbol Libre, la desaparición de estas alternativas serán cada vez más frecuentes por el impacto en el esquema de negocios de las empresas dueñas de los derechos. Esto sin mencionar el tortuoso proceso de cerrar pestañas en la computadora y el celular, una secuencia que hace declinar la opción para personas con cierto desconocimiento en el uso de este tipo de tecnologías.
Precios de Internet en Argentina: cuánto cuesta según la empresa
¿Y que ofrece el camino legal? El Destape hizo un relevamiento propio de los precios que ofrecen las principales empresas de telecomunicaciones a sus usuarios. En algunos casos, los valores se encuentran distorsionados por los paquetes promocionales iniciales que, una vez vencido el plazo, se transforman en cuotas monumentales para los usuarios. Los costos son los siguientes:
- Claro: va de $ 9.998 a $ 13.298.
- Personal Flow: va de los $ 21.324 a los $ 26.200.
- Movistar: va de los $ 19.700 a los $ 22.000.
- Telecentro: va de los 31.499 a los $ 39.999.
- DirecTV: va de los $ 20.799 a los $ 25.799.
Ahora sí, llegó el momento de sentarse y disfrutar del partido. Bueno, no precisamente. Para ver los partidos de la primera división del fútbol argentino también hay que contratar el denominado "Pack Fútbol", donde las cadenas ESPN y TNT transmiten los encuentros. El costo adicional del viejo "codificado" oscila entre los $ 9.000 y $ 10.000. Y verlo en HD, en ciertas compañías, también es motivo de carga extra.
¿Listo? Depende. Por ejemplo, la señal TyC Sports -canal de cable básico de fuerte penetración en el mercado- solo transmitió algunos partidos de la Copa América. El último fin de semana, la pregunta entre los grupos de amigos era dónde se podía ver Brasil-Uruguay. Resulta que había que contratar el paquete D-Go de DirecTV para seguir las alternativas del plato principal de los cuartos de final. Lo mismo pasó con Uruguay-Colombia. Esta descripción no es una crítica a las firmas mencionadas. Cabe repasar otro caso.
Aún teniendo cable y pack fútbol, un hincha de San Lorenzo se vio obligado a contratar Disney + para poder ver el amistoso de preparación contra Peñarol de Uruguay. En las últimas semanas se dio a conocer que los contenidos de la plataforma Star + iban a converger a la aplicación de streaming de Mickey Mouse.
Disney+ Estándar tiene estrenos de películas, series originales y clásicos de Disney, Pixar, Marvel, Star Wars, National Geographic y Star y se pueden usar dos dispositivos como máximo para ver en simultáneo. Sin embargo, no cuenta con la calidad de video hasta 4K UHD/HDR y sonido Dolby Atmos. El costo de este plan es de $ 7.399 mensuales.
Pobres y sin fútbol
La estrategia del capitalismo audiovisual viró del "ownership" -es decir, el concepto de propiedad del contenido por abono- a la mega estratificación de contenidos que obliga a contar con la suscripción a numerosas plataformas. Ya no basta con la contratación unificada de un servicio.
Para el final de este artículo, la calculadora de una persona podría haber estallado si además se agregan los costos de la vida cotidiana de un grupo familiar. Según el último reporte del Indec, el 62,2% de la población percibió algún ingreso, cuyo promedio fue de apenas $ 369.085.
De hecho, sin los cuantiosos aportes de la publicidad al negocio de las transmisiones deportivas, es difícil pensar que este esquema sea rentable. La Cámara Argentina de Internet (CABASE) presentó los resultados de su último informe, el CABASE Internet Index, que analiza la situación de la conectividad y la infraestructura de internet en Argentina. El 67,5% de los hogares argentinos implementaron medidas para reducir los costos de su servicio de internet fijo en lo que va del año, en respuesta al complejo contexto económico de los últimos meses. De manera similar, el 65,3% de los hogares también ajustaron sus gastos en servicios de TV paga.
Entre las estrategias adoptadas por los usuarios de internet fijo, un 44% solicitó la baja y obtuvo descuentos, mientras que un 10,1% optó por cambiar a un proveedor más económico. En el caso del streaming, donde las negociaciones de precio son limitadas, el 41,9% buscó medidas paliativas, y un 10,3% optó por servicios más asequibles.
Hace dos semanas, El gobierno de Javier Milei liberó las tarifas de Internet, celulares y cable y les quitó el rango de servicios “públicos, esenciales y estratégicos” que obligaba a las empresas de telecomunicaciones a regular los incrementos. De esta manera, a partir de ahora se eliminaron los topes de los incrementos que fijaban un límite a las empresas del 5% y de hasta el 10% mensual.
No es el motivo de esta nota promover el uso de la piratería, sino mostrar cómo una simple orden judicial deja al descubierto la travesía de un simpatizante del deporte que más conmueve a la Argentina. Dicho de otro modo, es cada vez más difícil cumplir con el apotegma de la tribuna que dice "Esta campaña volveremo´a estar contigo".
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